“Amor a la mexicana”
Sé que suena ilógico, pero las circunstancias me obligaron a sustituirte, pero ¿por qué si tú eres perfecta? A cientos de kilómetros lo único que me quedaba era verte en fotografías y recordar los momentos que te disfruté; desde tus presentaciones en lujosos restaurantes hasta la sencillez y delicia en las fonditas.
No podía quitarme de la mente tu mágico aroma y a pesar de que todos habían oído hablar de ti, nadie te conocía en realidad. Me bufaba de presumirte entre aquellos que tenían una vaga idea y me aprovechaba de aquello para enaltecerte, ¿Sabías tú que ella es una de las mejores del mundo?
Chilenos que no saben de chile, mi “Tajín” o “Tamazula” los hacía llorar, mientras que para mí era todo un manjar. Las salsas no existen mucho menos las aguas frescas como la de jamaica y horchata, ¡oh! ¡Que dolor! pero más me dolió descubrir que te cambiaban de nombre; de pozole pasabas a chicharrón, de tamales a humitas, de caldos de res a cazuela, los frijoles eran porotos y las fresas frutillas.
El aguacate era mejor conocido como “palta” ¿Palta? Un compañero periodista me preguntó ¿por qué llaman aguacate a la palta? ofendida respondí ¿por qué ustedes le llaman palta al aguacate?
Que difícil fue sobrevivir 5 meses sin tu presencia, acostumbrándome a nombrarte de otra forma y adaptándome al sabor de la roja, sin ti… mi estómago se sentía vacío, mi paladar no sentía ningún gusto y por fin ahora estás de nuevo entre mis labios.
Sé que suena ilógico, pero las circunstancias me obligaron a sustituirte, pero ¿por qué si tú eres perfecta? A cientos de kilómetros lo único que me quedaba era verte en fotografías y recordar los momentos que te disfruté; desde tus presentaciones en lujosos restaurantes hasta la sencillez y delicia en las fonditas.
No podía quitarme de la mente tu mágico aroma y a pesar de que todos habían oído hablar de ti, nadie te conocía en realidad. Me bufaba de presumirte entre aquellos que tenían una vaga idea y me aprovechaba de aquello para enaltecerte, ¿Sabías tú que ella es una de las mejores del mundo?
Chilenos que no saben de chile, mi “Tajín” o “Tamazula” los hacía llorar, mientras que para mí era todo un manjar. Las salsas no existen mucho menos las aguas frescas como la de jamaica y horchata, ¡oh! ¡Que dolor! pero más me dolió descubrir que te cambiaban de nombre; de pozole pasabas a chicharrón, de tamales a humitas, de caldos de res a cazuela, los frijoles eran porotos y las fresas frutillas.
El aguacate era mejor conocido como “palta” ¿Palta? Un compañero periodista me preguntó ¿por qué llaman aguacate a la palta? ofendida respondí ¿por qué ustedes le llaman palta al aguacate?
Que difícil fue sobrevivir 5 meses sin tu presencia, acostumbrándome a nombrarte de otra forma y adaptándome al sabor de la roja, sin ti… mi estómago se sentía vacío, mi paladar no sentía ningún gusto y por fin ahora estás de nuevo entre mis labios.
Cita:Antes de que me cuelguen, este es un texto que escribí para una clase en la que me pidieron hablar acerca de la comida. En los párrafos anteriores expuse unas de las pocas situaciones que viví mientras estuve en mi intercambio en Chile, nada de lo escrito tiene el afán de ofender a nadie.