Sí, sé que me demoré un poquito más en subir este, pero bueno, también tengo vida(?)
En fin, les dejo el tercer capítulo de la historia, que lo disfruten ^^
Espero les agrade. Cuando termine el capítulo 4 lo subiré, como lo he hecho con los otros.
Saludos~
En fin, les dejo el tercer capítulo de la historia, que lo disfruten ^^
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Sabía que mantener la calma se tornaba crucial en situaciones de alto riesgo como aquella. Lars caminó tranquilamente por los extraños jardines del recinto en el que se encontraba, observando las extrañas plantas a su alrededor. No veía animales a la distancia, solo plantas y flores, algunas enfrascadas y etiquetadas, otras libres, al tacto de cualquier persona que decidiera acercarse.
A Lars le parecía un jardín excepcional. Mientras más lo recorría, más curiosidad se posaba dentro de su pecho. Y todo hubiese estado perfecto e esa caminata de no ser por la incómoda compañía de la que gozaba: un anciano vestido de blanco por completo, caminando frente a él con los brazos cruzados detrás de su espalda, tarareando una canción que él, siendo un niño, no logró reconocer. Probablemente se trataba de una canción muy antigua.
-¿Te gusta el lugar, Lars? -preguntó Ciro, el anciano, deteniendo su caminata de golpe. Se volteó y observó al pequeño con sus ojos amarillos (postizos).
Lars retrocedió un poco, sorprendido. Todo el rostro de Ciro se veía falso, demasiado perfecto para un anciano. No concordaba para nada con su cuerpo encorvado, dándole así una apariencia extraña y tétrica.
-Sí, es un sitio muy agradable -respondió Lars, intentando mostrarse seguro al mundo. Sabía que no se encontraba a salvo cerca de Ciro (y mucho menos por sí mismo en ese lugar desconocido).
Ciro continuó caminando hasta verse cerca de un rosal azul. Acarició una de las rosas con la punta de sus dedos y dio un fugaz vistazo al rostro impasible de Lars.
-¿Sabes, Lars? Hace tiempo, muchos años atrás, las rosas azules naturales se consideraban una rareza valiosa. Como la gente no podía conseguirlas fácilmente, optaron por teñir de azul rosas de otras tonalidades.
-¿Entonces has tenido esas rosas?
-No...lo que he hecho es aun mejor. Modificación genética. Editamos su información en un laboratorio de primera clase, llámalo un capricho. Este rosal fue plantado, cuidado...y ahora nos recompensa, brindándonos la belleza de su flor azul.
-Suena interesante. Con una investigación exitosa podrías editar lo que quisieras. El mundo estaría en tus manos...
Lars sopesó sus palabras al sentir un mal presentimiento en su cabeza. Le parecían palabras demasiado ambiciosas y no lograba entender porqué. El mal presentimiento creció mucho más cuando Ciro sonrió como si hubiera encontrado la joya más valiosa del mundo justo frente a él.
-Sí, claro...veo que sabes más de lo que esperaba al respecto. No me esperaría menos de ti, por algo estás aquí, bajo mi protección.
Lars guardó silencio y desvió la mirada un tanto nervioso. ¿Qué planeaba Ciro? Deseó leer su mente para saber si realmente debía estar asustado o no.
-Nunca entenderé el gusto que tienen las personas por las rosas azules. Son hermosas, sí, pero su significado me resulta demasiado...triste.
-¿Y qué significado tienen? Nunca me dediqué a investigar el lenguaje de las flores.
-Algo eterno, pero imposible.
Ciro continuó caminando. Lars le siguió más pensativo, sobando los parches pegados detrás de su cuello.
-¿Te duele el corte, Lars?
-No, está...bien. Me sorprende el alto nivel de regeneración que ejercen sobre la piel.
-Aceleran las actividades celulares en un lugar en específico, los tejidos se recuperan a una velocidad impresionante. Por eso fue seguro quitarte el chip de rastreo mientras dormías, no poníamos en riesgo tus signos vitales. Además, ahora es imposible que alguien sepa tu ubicación...así no tendremos inconvenientes innecesarios.
Una angustia terrible se posó en el pecho del pequeño al asumir que nadie tendría idea de su paradero si no llevaba ese chip en su cuerpo. La posibilidad de no ver más a su familia aumentaba con cada pisada en el pasto verde bajo sus pies.
-¿Por qué estoy aquí? -preguntó Lars, deteniendo el paso. Necesitaba las respuestas que estaba buscando.
Ciro sostuvo la mirada del niño en completo silencio, por un buen rato. Se inclinó para observar mejor los ojos castaños de Lars. Sonrió levemente.
-No necesitas saber eso, es mejor si ignoras los hechos hasta que se vuelvan una realidad. No te preocupes...mientras te comportes no te haremos daño. Claro, la situación cambiaría si no deseas cooperar con nosotros. Tu cuerpo sufriría las consecuencias y quedarías marcado de por vida. No quieres eso, ¿verdad?
Un escalofrío de miedo terminó de difuminar la esperanza que Lars guardaba en su corazón.
Bast se lanzó sobre Julian con la intención de romperle un diente (como mínimo). Fue Didier quien le detuvo, agarrando sus brazos por detrás.
-¡Malditos! -gritó Bast -. Debieron avisarnos de lo que sucedía. ¡Alto susto nos llevamos!
-Haha, nos hubiese gustado, la verdad. Es decir, el susto también lo pasamos nosotros. Por un momento creímos que Marcy nos había vendido al enemigo -expresó Julian, nervioso. Ver los puños de Bast cerca de su rostro le daba nauseas.
-Lo siento, chicos. No tenía permitido avisarles sobre el plan -Marcy bajó un poco la cabeza y suspiró un tanto cansada -. Además, contarles la verdad sólo complicaba las cosas.
-¿La verdad? -Pitah sobó sus ojos efusivamente. El efecto de la droga, por algún motivo u otro, resultaba más fuerte en su cuerpo que en el de sus amigas.
-Sí, la verdad -afirmó Cyril, la mujer del traje ejecutivo, asintiendo -. Puede que la imagen que poseen de Marcy cambie un poco luego de lo que les diré, pero es completamente necesario que se los comente.
Didier soltó los brazos de Bast al notarle ya más tranquila y atenta en Sasha. El grupo entero prestó la mayor atención posible al asunto, la “revelación” respecto a Marcy.
-Night Bird lleva operando desde hace décadas, somos una organización amparada por el gobierno. Bueno, eso es lo que les hacemos creer, nuestra fachada. En el fondo nos consideramos un grupo independiente, una “resistencia”.
Cyril caminó de un lado a otro en aquella enorme sala de operaciones, sin despegar su mirada de sus nuevos invitados; y sin alejarse mucho, tampoco.
-Night Bird realiza servicios privados de espionaje y seguridad a diversos departamentos del gobierno. Cumplimos con lo necesario, por lo que no indagan más en nuestros asuntos personales. No lo permitiríamos, tampoco -tomó una gran bocanada de aire y continuó con su explicación -. Contamos con dos equipos, actualmente. El equipo 1 y el equipo 17. El equipo 1 se encarga de realizar los encargos “oficiales” para el gobierno, nada oculto. Al contrario, el equipo 17 se conforma de la “resistencia”, miembros que oficialmente no pertenecen a Night Bird. Las autoridades no tienen idea de dicho equipo, ni mucho menos de las identidades de sus miembros.
-Es decir...si entendí bien. ¿Night Bird no es Night Bird? Sé que ese es un nombre que resuena mucho en todos los distritos, desde el más prestigioso hasta el más turbio; pero, si se tratara del nombre oficial de la organización, entonces dejaría de ser un misterio para el gobierno...para todos -Karin bostezó pensativa. Le dolía un poco la espalda y no entendía porqué.
-Tienes razón en ese sentido, Karin. No nos han descubierto gracias a nuestro nombre “oficial”, el que utilizamos al público. A los ojos de los mundanos, aquellas personas que no se relacionan con nuestros más profundos objetivos, nos llamamos “Impulse”. Impulse es bastante conocida en los distritos altos, Night Bird no. Hemos cumplido nuestro más grande objetivo: el hacer creer a los demás que somos una mera leyenda revolucionaria. Nos da más libertad para operar desde las sombras.
-¿Y qué tiene que ver Marcy en todo eso? -Julian relajó sus hombros, esperando que Bast no se lanzara sobre él de un momento a otro en un impulso.
-Bueno...¿por qué no dejamos que ella lo explique? -Cyril dio una palmada en la espalda de Marcy, animándole a hablar frente al grupo de chicos que ella consideraba su familia.
-Creo que es obvio para ustedes lo mayor que soy. Los he cuidado desde que son unos niños, desde que vagaban solos buscando un lugar al que pertenecer. Sé mucho sobre sus ideales y miedos; sin embargo, hay muchas cosas de mí que ustedes no saben. Una de ellas me atrajo hasta acá, en búsqueda de respaldo -suspiró -. Años atrás, antes de que Alice naciera, yo trabajaba para Night Bird. Nos centrábamos en misiones éticas, protegiendo a los jóvenes de las ambiciones de los avances científicos y tecnológicos.
-¡¿Qué?! -expresó Bast, acercándose a Marcy -. ¿Tenías un pasado tan genial y nunca nos dijiste? ¿Por qué?
-Ya sabemos porqué. Se supone que Night Bird trabaja desde las sombras, no necesitan una brecha que arruine sus planes. El revelar información en este tiempo es bastante peligroso. Muy bien hecho, Marcy -Didier bajó un poco su cabeza en un acto de cortesía.
-Es como dice Didier. Las paredes oyen en estos tiempos, es peligroso. No podemos permitir que ronden rumores certeros sobre nosotros. Además, podrían llegar amenazas horribles a nuestros miembros y ex miembros. Guardar silencio es mejor, es una regla de Night Bird que no se puede romper sin recibir consecuencias terribles -Cyril se cruzó de brazos y golpeó el piso con uno de sus pies.
-¿Por eso también nos “secuestraron”? -Pitah bufó -. Joder, esto es más serio de lo que pensábamos.
-¿Llegamos a pensar algo? -Julian fingió una sonrisa -. Al menos podremos buscar a Lars con dato fijo.
-Lo siento por ocultarlo, chicos. Debieron pasar un mal rato con el tema de la droga, sé que duele mucho.
-No te preocupes, Marcy. Entendemos que tenías tus razones. Lars es tu nieto, lo único que te queda de Alice, lo único que NOS queda de ella, es obvio que queremos rescatarlo, donde quiera que esté -. Karin sobó la espalda de Marcy y sonrió.
Los tres chicos y las dos chicas se reunieron alrededor de Marcy, juntándose aún más en un abrazo grupal. A pesar de las circunstancias y de lo difícil que se ponía el asunto, al menos se tenían el uno al otro para trabajar codo a codo, como en los viejos tiempos. Se separaron casi al instante, prestando atención a Cyril y las explicaciones útiles que todos debían oír.
-No es una casualidad que Lars haya desaparecido de un día a otro. Las desapariciones están vigentes desde hace algún tiempo, en todos los distritos, desde la A a la Z.
Guió al grupo hacia la pared más cercana de la sala de operaciones. Mantuvo contacto visual con una chica de anteojos redondos sentada en un sillón ovalado, y asintió, dándole a entender que necesitaba de su apoyo. La chica escribió veloz en un enorme teclado de tres planas, activando una gran ventana holográfica del tamaño de la pared. Ésta reflejaba un montón de imágenes clasificadas por años y fechas específicas. Todas las imágenes pertenecían a rostros de niños y jóvenes desaparecidos en los últimos años, meses y días.
Bast apretó sus puños con impotencia: La sonrisa de Lars iluminaba la última imagen de la lista. Recordaba ese día con mucho cariño: el pequeño estaba feliz de cumplir 10 años. Lo celebraron con pastel, todos juntos, luego de capturar la fotografía de su sonrisa, fotografía que utilizaron para terminar su tarjeta de identificación.
-No todos los chicos y chicas que ven en estas fotos continúan desaparecidos y desaparecidas. Lamentablemente, los y las que han aparecido lo han hecho sin vida...hemos encontrado sus cuerpos en distintos puntos de la ciudad.
La chica de los anteojos volvió a escribir un extenso código en su teclado, y más de la mitad de las imágenes se difuminaron en rojo, dando a entender lo peor: la muerte. Cyril parecía un tanto afectada hablando del tema, por lo que dio dos palmadas suaves en sus mejillas con tal de concentrarse y continuó con la explicación.
-Como pueden ver, más de la mitad de los niños y jóvenes de las imágenes han perdido la vida. ¿Por qué? No lo sabemos. Tienen que existir motivos certeros, es poco probable que haya sido gracias a un mero impulso. Más si tomamos en cuenta que los dos primeros de la lista siguen vivos...o eso según la información que hemos recaudado. ¡No es seguro, pero tampoco han aparecido sus cuerpos! Hay esperanzas al respecto.
Pitah observó detenidamente las imágenes sin difuminar. 6 jóvenes, 1 chica y 5 chicos. El primero de ellos llamaba la atención entre los demás por su belleza excepcional. De delicados rasgos faciales, cabello negro azabache brillante; e inexpresivos iris violeta intenso. Se veía por mucho más bello que la única chica del grupo, la que llevaba un largo cabello suelto del mismo color que sus ojos: castaño oscuro; y lucía una gran sonrisa inocente sobre su rostro.
-¿Y por qué nos han traído hasta acá? -Bast observó a Julian de reojo, perdía la paciencia poco a poco. Odiaba que Julian siempre escapara de sus disputas, odiaba su cobardía y la manera en que le hacía rabiar la mayor parte del tiempo con su personalidad caprichosa. Debía disimular para atacarle por sorpresa -. Es muy cool la información que hemos obtenido, sin dudas; pero necesito respuestas ya. Lars debe estar muy asustado donde quiera que esté. Necesito salvarlo, ¿sabes?
-¿Acaso no es obvio? -Cyril tocó la pantalla holográfica con la palma de su mano, quitando las imágenes de las víctimas de la misma -. Están aquí para unirse a la búsqueda, a la resistencia. Tenemos muchos datos apuntando a una próxima desaparición y no podemos permitir que esto continúe así. Además, nuestro objetivo actual es echar abajo el plan del distrito A-0.
-Si logramos el objetivo lo más seguro es que Lars aparezca. Por favor, chicos. No lo duden y acepten esta oferta. Sería un sacrilegio desperdiciarla -Marcy animó a los demás a aceptar la oferta de Night Bird, no sólo por la situación de Lars. Sabía que ellos tendrían una mejor vida si se unían a la resistencia que vagando en un distrito precario, similar al distrito N-16.
-No tenías porqué pedirlo por favor, Marcy. Creo que ni siquiera es necesario que nos pregunten si queremos involucrarnos en esto. No tenemos más opción en esta vida, ya es demasiado tarde para volver atrás -Didier dio un paso adelante -. Yo estoy dentro.
Todo el grupo decidió unirse a la misión y cooperar con el equipo de Cyril, unos más nerviosos que otros al respecto. Cyril les comunicó que el primer encargo se llevaría a cabo esa misma noche, en un bar bastante conocido de distrito B-2. El bar en cuestión, llamado “Lamenteibol”, era administrado por el padre de quien Night Bird creía sería la próxima víctima de un secuestro. Debían impedir a toda costa que el secuestro se concretara.
Luego de ambientarse más al lugar, comer algo y cambiarse de ropa, el grupo entero se reunió con Cyril en una pequeña sala de estrategias. Se sentaron frente a una pantalla gigante reproduciendo vídeos de la ciudad.
-Tendremos un contacto en el bar esta noche. Lo primero que harán es identificar de quien se trata; ya que su confidencialidad es tan necesaria que el mencionar siquiera su nombre aquí, en Night Bird, está prohibido -Cyril sincronizó los datos de su brazalete inteligente con la pantalla de la sala y realizó una llamada telefónica a dicho contacto.
-Cyril -la llamada fue contestada por la voz suave de una chica -. Ya me he enterado de tus planes, estaré esperando en el lugar indicado.
-Muchas gracias por tu disposición. El encargo será realizado por los nuevos miembros en nuestras filas. No te preocupes, no son novatos, saben defenderse muy bien. Tú sólo debes centrarte en no perder de vista a la chica.
-Hoy tengo que verle sí o sí, ya sabes, mi trabajo. Logré involucrarme con su familia y siento su confianza -la voz de la chica se perdía un poco entre el ruido ambiente de la gran ciudad-. Mia toma clases de baile en el centro del distrito, llega bien al anochecer junto a su madre al bar. Podré convencerla de que escape y venga con nosotros. Según me ha comentado, no le gusta la vida que su padre le da. Rodeada de vicios y personas de dudosa reputación.
-¿Cuál es el tope, en ese caso?
-El recinto en donde vive siempre está repleto de guardias. Al parecer su padre tiene mala fama entre la mafia y necesita protección las 24 horas del día, eso aplica para los demás miembros de la familia, también. Es necesaria una distracción que genere algo de caos en el bar, y una vigilancia del perímetro que nos permita movernos con cierta libertad. No será fácil, eso es seguro.
-Entiendo. Les explicaré con más detalle a los chicos sobre tus intenciones. Recuerda la hora, el lugar y, lo más importante, no llamar la atención.
-Está bien, esperaré.
La llamada se cortó abruptamente.
-A ver si entendí bien -Pitah se echó hacia atrás, apoyando por completo su cuerpo en el sillón rojo tras su espalda-. Hay una chica esperándonos allí, en el bar “Lamenteibol”. Tenemos que descubrir de quien se trata y luego procederemos a crear una distracción.
-Exacto -Karin afirmó -. La distracción debe causar revuelo. Los guardias del recinto procederían a intentar calmar las cosas para que no se arruine el negocio de su jefe. Tenemos una brecha, en ese caso.
-Pitah, creo que es obvio que tú te encargarás de las cámaras de seguridad y otras alarmas que puedan alertar de nuestra presencia -Didier bostezó -. Yo te daré apoyo junto a Julian. Bast es la más indicada para crear la distracción, y Karin para buscar a nuestro contacto.
-¿Una distracción? -Bast parecía distraída, irónicamente -. Me encargaré de eso sin problemas, pero no me prometo a dejar de lado la violencia.
-Lo importante es que la chica llegue aquí sana y salva y que no los atrapen los altos mandos. Todo lo demás nos tiene sin cuidado. Necesito que lleven esto, también. Aunque no está hecha
Cyril entregó una tarjeta de identificación falsa a cada miembro del grupo. El distrito B se movía a base de aquellas tarjetas de identificación, siendo necesarias para utilizar el transporte público, comprar distintos tipos de productos, obtener salud legal y un millón de nimiedades más.
-No falta mucho para la hora acordada. Creo que sería mejor si nos vamos ahora mismo, después de todo no conocemos este distrito -Julian se levantó del sillón luciendo bastante ansioso -. Espero que salgamos exitosos en esto...
-Sé que poseen experiencia en luchas y estrategias. Lo más probable es que todo salga bien -Cyril sonrió y apretó un brazalete naranjo en la muñeca derecha de sus nuevos compañeros-. Este brazalete contiene toda la información que podrían necesitar. La ubicación del bar está marcada en el mapa inteligente, sólo necesitan un poco de orientación y ya está.
-Bien, hora de marchar. Ya hemos hecho trabajos casi similares, chicos, piensen que nuestra pandilla aún está vigente.
Las palabras de Didier cumplieron su función: brindar confianza y seguridad a los demás.
Bast y Karin caminaron impresionadas entre las elegantes calles del distrito B-2. Grandes rascacielos bañados en neón iluminaban a los transeúntes y a los divertsos tipos de transportes surcando las autopistas. Pantallas holográficas gigantes las alturas mostraban publicidad de distintos productos llamativos: desde ropa hasta bebidas energéticas de sabores inimaginables.
-Nunca imaginé que los distritos más prestigiosos tendrían este tipo de tecnología. Deberíamos sentirnos afortunadas de estar aquí -Karin guardó hasta el mínimo detalle en su memoria, por si no tenía la oportunidad de ver algo así por segunda vez.
-Me pregunto si los chicos estarán viendo algo similar. No tengo idea de cómo será la ruta que ellos tomaron en dirección al bar.
Les tomó diez minutos llegar al punto de destino para realizar el encargo. Bast analizó el perímetro y no vio ni a Pitah ni a Julian y Didier en los alrededores. Escribió un mensaje en el brazalete de su brazo derecho (¿Todo listo?) y lo envió a Pitah, esperando recibir una respuesta positiva para continuar con el plan. (Estamos en posición, procedan. Cualquier movimiento extraño será notificado. Recuerden la palabra clave: “Crimson”). Asintió ante Karin y las dos se acercaron al bar.
La estructura del bar era visible desde la lejanía gracias a las exageradas luces de infinitos colores iluminando las calles cercanas. Dos grandes guardias verificaban las tarjetas de identificación de los clientes esperando ingresar al recinto, justo fuera de la lujosa puerta de entrada a la fiesta. Bast y Karin no tuvieron problemas en entrar al lugar, y antes de que se dieran cuenta de lo que sucedía, la música resonó en sus cabezas como una pesadilla. El volumen de la música se escuchaba exageradamente alto, y las personas eufóricas en la pista de baile gritaban sin parar.
-Bast, recuerda...
Karin se separó de Bast y se dedicó a buscar el contacto de Cyril, la chica que les esperaba. Su sensatez le impulsó a explorar un lugar más relajado, cerca de la barra. Se hizo espacio entre la pista de baile y respiró hondo al chocar miradas con el encargado de la barra. Rompió el contacto visual y disimuló calma, observando de reojo el lugar, buscando alguna figura femenina que pudiese tener relación con la palabra “Crimson”.
Terminó empezando conversaciones con distintas chicas lo demasiado alcoholizadas para comprender lo que estaba intentando decirles. Descartó la idea de que una de ellas fuera la persona que estaba buscando. Un poco desanimada se sentó frente a la barra y pidió un jugo sin alcohol. El encargado de la barra se puso a lo suyo tras recibir la orden, y Karin, por instinto, volteó su cabeza hacia la derecha. Se encontró con unos ojos rojizos clavándole la mirada, un joven de cabellos oscuros bebiendo lo que parecía ser un jugo de naranja. No podía ser posible, ¿o si? No podía ser que ese joven gozara de una voz tan femenina. Y aun así pensaba que tenía sentido que la palabra clave fuera Crimson después de adentrarse en su mirada.
Karin sintió nervios al notar que él movía sus labios formulando una palabra en silencio, su nombre, “Karin”. Reafirmaba las sospechas que poseía al respecto. Disimuló lo más que le fue posible y asintió al joven para darle a entender que la primera fase del encargo se había cumplido a la perfección. Restaba la distracción de Bast (lo que a Karin le preocupaba, conociendo la impulsividad de su amiga) y la orden de Pitah para continuar con el plan.
“Patch, mi nombre” Karin revisó su brazalete y se encontró con un mensaje del joven a su lado. “No te alejes demasiado, necesitaré tu ayuda para llegar hasta Mia”.
“Entendido” respondió a Patch y miró en dirección opuesta, evitando hacer notoria una conversación.
Los minutos pasaron veloces.
El ruido de una botella quebrándose y un grito desgarrador alertó a Patch y Karin. El encargado de la barra fijó la mirada en la pista de baile y dejó su puesto para intentar calmar a una rabiosa Bast, dispuesta a romperle la cara a un sujeto en específico entre la multitud. Lanzó el primer golpe y todo estalló en caos. Sujetos corriendo, otros enfrentándose entre ellos, algunos lanzando botellas repletas de alcohol al aire...
“Los guardias comienzan a moverse, Karin. Atenta” Karin se mordió el labio inferior al leer el mensaje de Pitah. A pesar de tener experiencia luchando, jamás se había visto involucrada en un encargo tan sigiloso como aquel. Patch se levantó de su asiento y caminó en línea recta hacia la puerta trasera del bar. Todos parecían lo suficientemente preocupados de la pista de baile para notar su presencia allí. Karin le siguió desde atrás, cuidando no acercase demasiado a él hasta verse fuera de la estructura.
Detrás del bar se erguía una enorme mansión. Patch se dio la media vuelta y extendió una mano en dirección a Karin, ella la estrechó.
-Como ya te dije, Soy Patch. Ya es seguro hablar acá. Pitah, tu compañero, se ha encargado de echar abajo todas las comunicaciones ocultas en este perímetro y en la mansión. Ahora es seguro buscar a Mia. Vamos, no podemos perder tiempo.
Los dos se adentraron en la mansión sin mayores problemas. Patch poseía un dispositivo que le permitía editar a su voluntad los códigos de seguridad invasivos, sin importar qué tan complicados fueran éstos, y le daba acceso libre a cualquier estructura del distrito. Bastante útil en misiones silenciosas.
Caminaron por los pasillos desolados leyendo las indicaciones de Pitah. Mia no se encontraba sola en su habitación, su madre le acompañaba, lo que resultaba un problema mayor en los planes. Patch analizó la situación y corroboró que convencer a las dos de seguirlo hacia las instalaciones de Night Bird parecía mejor que separarlas utilizando la violencia. A él no le gustaba la violencia, no si no resultaba completamente necesaria.
Subieron las segundas escaleras en dirección al tercer piso y se toparon cara a cara con tres soldados de alto mando. No podían entender la resolución de los asuntos ni porqué los soldados estaban allí precisamente en ese momento. No hasta recibir otro mensaje de Pitah.
“Esto es terrible. El padre de Mia se coludió con el gobierno para entregarles a su hija, como si se tratara de un simple objeto. Todo a cambio de dinero, por supuesto, una cifra inimaginable” Pitah, Didier y Julian parecían impactados con la noticia. Los gritos del bar se escuchaban cada vez más fuertes y agonizantes. “Didier y Julian van en tu dirección, aguanta un poco.”
-¡Karin, confío en ti! -Patch derribó a uno de los soldados impactando un certero gancho izquierdo en su rostro y corrió en dirección a la habitación de Mia, esperando encontrarle allí. Debía mantenerle a salvo a toda costa. Como miembro de Night Bird y como médico de profesión.
Karin entendió el mensaje y cortó el paso entre el enemigo y Patch, apuntando fijamente a los soldados. Sus manos temblaban y la velocidad de su respiración aumentaba cada segundo. No tenía oportunidad contra esos hostiles soldados fulminando su mirada, ni con sus armaduras relucientes. Sus disparos no atravesaban ese material.
Cuando creyó que recibiría un golpe letal en su estómago, vio la figura de Bast detrás de los soldados.
-He venido a rescatarlos, chicos. Por dios, ¿cómo pueden dejar a estos dos pacifistas trabajando juntos?
Bast reventó la armadura del soldado número uno empleando su prótesis izquierda, dejando escapar una carcajada bizarra. Karin entendió, entonces, lo alcoholizada que debía estar Bast; y por primera vez en su vida agradeció al alcohol por sus diversos efectos violentos.
Espero les agrade. Cuando termine el capítulo 4 lo subiré, como lo he hecho con los otros.
Saludos~