30-01-2014, 09:01 PM
A partir de un personaje que creé mediante un juego volvió a venirme la inspiración sobre una idea que dejé medio abandonada y el otro día la retomé en forma de historia. Es bastante sencilla, sin complicaciones y con una narración bastante normal, no muy elaborada. Pero me lo paso bien escribiéndola y así también voy practicando. Me he animado a ir subiéndola por aquí :)
Introducción
Introducción
La historia se centra en dos ciudades rivales donde los ciudadanos de estas en vez de optar por zanjas su diferencias y convivir los unos con los otros deciden comenzar una batalla para demostrar para demostrar cuál de las susodichas es mejor. Alana, quien vive en la ciudad del Sol sin considerarse ciudadana de tal, decide emprender un viaje junto a Lael, cuyo joven le ofrece su compañía y protección durante la búsqueda de su padre, un hombre que fue desterrado después de cometer un atroz crimen y abandonó a su hija a su suerte, sin despedirse siquiera.
Una vez llegan a la ciudad de la Luna, se encuentran con delincuentes y personajes de lo más variopintos y peligrosos. Sin embargo, una serie de acontecimientos inesperados harán que los jóvenes se crucen con personas el mismo objetivo que ellos: convertir ambas ciudades en una.
Prólogo
Prólogo
Noche y día. Luz y oscuridad. Sol y luna.
Un día, un joven viajero se me acercó y entusiasmado preguntó acerca de la historia más conocida de Kaikishoku, el nombre original que antaño se le daba a dos ciudades portadoras de misterios y tesoros que todo hombre quería hallar. No obstante, con el tiempo su nombre quedó en el olvido para tipos sin conocimiento alguno sobre leyendas antiguas y pasaron a ser conocidas como eran vistas por extranjeros: Taiyou y Tsuki.
Taiyou era la ciudad de la luz y el bienestar. El cálido sol hacía aparición la mayoría de horas del día y aún oculto, el cielo brillaba con fuerza. Nada perturbaba el corazón de los habitantes y si así sucedía, todos contaban unos con los otros, sin importar nada. La amistad y el amor reinaban y las desgracias siempre eran compartidas. Nada impedía sonreír a los ciudadanos.
Tsuki, por el contrario, era la ciudad de las sombras y la supervivencia. La luna arropaba con desgana en la oscuridad a presos de la soledad y ocultaba entre mantos negros a corazones rotos, llenos de odio y desmesurado dolor. La norma a tener en cuenta era vigilar las espaldas de uno mismo y no confiar en nadie. Nada de pensar en el prójimo y siempre tener en mente luchar para sobrevivir un día más.
A pesar de compartir tantas diferencias, ambas estaban conectadas y no únicamente por el camino de llegada. Una vez al año, el sol era remplazado por la luna y viceversa. El día en que los habitantes de ambas ciudades se reunían para celebrar la fiesta de la unión. Una fiesta que, desgraciadamente, siempre terminaba en tragedia.
Pero un día, una joven decidió, entre otras cosas, poner punto y final a esas diferencias que los separaban para así unir a los bandos que por tantos años se consideraron enemigos. No obstante, su buena voluntad puso en peligro muchas vidas incluida la suya.
La historia dio muchos giros inesperados y las aventuras de la joven y sus compañeros se iban sumando a una larga lista de peligros. Peligros, que forjaron una gran leyenda a día de hoy.