23-01-2019, 12:49 PM
Samanta cortó la llamada con su padre y suspiró. Este le había dicho que intentaría comunicarse con algún amigo con auto para ver si podían llevarlo a buscarla. Su familia no era ostentosa, toda la vida habían pertenecido a la clase media baja. Durante algún tiempo cuando era pequeña tuvieron un auto, pero luego su padre tuvo que venderlo poco tiempo después debido a que necesitaba el dinero para pagar deudas de un emprendimiento que no había salido bien.
Samanta se cubrió la cara con las manos sintiéndose molesta de haber sido tan tonta como para dormirse por tanto tiempo en el bus. Se sentía culpable de todo el problema que le causaría a su padre haciéndolo venir a buscarla.
- ¿Todo bien? - Escuchó y tuvo que descubrirse el rostro. El chico de antes, el que se parecía a su hermano, le dirigía una sonrisa igual de amable que las anteriores.
- Umm... Sí... Bueno, no... - Meditó un momento si seguir adelante o no, pero ya que el chico estaba al tanto de su problema y que se había mostrado amable con ella en todo momento, decidió seguir confiando en él. - Estoy muy, muy lejos de mi casa y mi papá tiene que conseguir a alguien que lo traiga hasta acá porque nosotros no tenemos auto y el transporte público ya no funciona. Él está muy cansado, tiene que trabajar muy temprano mañana y... - Bajó un poco la mirada. - Me siento mal por molestarlo de esta manera...
El chico la miró pensativo un momento, hasta que habló.
- Sé que esto va a sonar muy extraño porque bueno, recién te conozco... - Samanta lo miraba con atención. -Pero, si quisieras, puedo hablar con tu padre y podrías pasar la noche en mi casa, hasta que mañana puedas tomar el bus de regreso a la tuya. Mi casa es pequeña, y francamente está un poco desordenada, pero queda muy cerca de este lugar. Aunque bueno, antes debemos pasar por la casa de mi vecina, la Sra Xan y recoger a mi hermanita, ella la cuida mientras yo trabajo.
Samanta se quedó en silencio evaluando la situación. ¿Era prudente irse así con un desconocido? Por otra parte, este chico parecía confiable. Y había algo en él... quizás el parecido con Gabriel, que la hacía sentir segura.
- Ah, por cierto, mi nombre es Joseph.
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Perdón si me extendí demasiado... Me inspiré(?
Samanta se cubrió la cara con las manos sintiéndose molesta de haber sido tan tonta como para dormirse por tanto tiempo en el bus. Se sentía culpable de todo el problema que le causaría a su padre haciéndolo venir a buscarla.
- ¿Todo bien? - Escuchó y tuvo que descubrirse el rostro. El chico de antes, el que se parecía a su hermano, le dirigía una sonrisa igual de amable que las anteriores.
- Umm... Sí... Bueno, no... - Meditó un momento si seguir adelante o no, pero ya que el chico estaba al tanto de su problema y que se había mostrado amable con ella en todo momento, decidió seguir confiando en él. - Estoy muy, muy lejos de mi casa y mi papá tiene que conseguir a alguien que lo traiga hasta acá porque nosotros no tenemos auto y el transporte público ya no funciona. Él está muy cansado, tiene que trabajar muy temprano mañana y... - Bajó un poco la mirada. - Me siento mal por molestarlo de esta manera...
El chico la miró pensativo un momento, hasta que habló.
- Sé que esto va a sonar muy extraño porque bueno, recién te conozco... - Samanta lo miraba con atención. -Pero, si quisieras, puedo hablar con tu padre y podrías pasar la noche en mi casa, hasta que mañana puedas tomar el bus de regreso a la tuya. Mi casa es pequeña, y francamente está un poco desordenada, pero queda muy cerca de este lugar. Aunque bueno, antes debemos pasar por la casa de mi vecina, la Sra Xan y recoger a mi hermanita, ella la cuida mientras yo trabajo.
Samanta se quedó en silencio evaluando la situación. ¿Era prudente irse así con un desconocido? Por otra parte, este chico parecía confiable. Y había algo en él... quizás el parecido con Gabriel, que la hacía sentir segura.
- Ah, por cierto, mi nombre es Joseph.
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Perdón si me extendí demasiado... Me inspiré(?