Hola gente, les vengo a compartir otro creepy pasta corto pero bueno, aunque lo veo demasiado corto, pero tiene buen potencial.
Saludos.
Clap Clap
Un día, una joven pareja de recién casados fueron a escalar a las
montañas. Tan pronto como el sol comenzó a ocultarse, se dieron cuenta
de que estaban perdidos. La esposa se estaba poniendo preocupada pero,
su esposo trataba de calmarla y le aseguró que encontrarían el camino de
vuelta al auto. De cualquier forma, tras haber estado caminando por
horas, seguían sin tener idea de donde estaban.
La oscuridad iba aumentando y el hombre y su esposa se sumían en la
desesperación. No tenían un mapa o una brújula y todos los arboles que
había visto lucían exactamente iguales. Cuando ya estaban a punto de
perder las esperanzas, se encontraron con una vieja cabaña en un claro.
La cabaña se veía como si hubieran habido mejores días que ese. Estaba
todo desmoronada y parecía que no había sido usada en un largo tiempo.
Algunas ventanas estaban rotas y un montón de tejas se habían caído del
tejado. El esposo tocó a la puerta de enfrente mas, no hubo respuesta.
Cuando le dio la vuelta a la manija, la puerta comenzó a abrirse
lentamente.
Dentro, pudieron ver que todo estaba en un mal estado. Habían pocos muebles y
el piso estaba cubierto por una gruesa capa de polvo. Mientras la pareja
miraba alrededor con cautela, notaron una extraña atmósfera y un
peculiar olor a humedad.
Las paredes estaban totalmente cubiertas con grafittis. Escrito con pintura roja, las palabras "¡MUERTE! ¡MUERTE! ¡MUERTE! ¡MUERTE! ¡MUERTE!" estaban repetidas varias veces.
El hombre y su mujer estaban nerviosos. Con la mano temblorosa, el marido
llegó a tocar la pared. Se horrorizó al descubrir que la pintura aún no
estaba seca.
La pareja estaba asustada, pero no tenían adonde ir. Sabían que la montaña
es muy peligrosa por las noches, que hay un montón de animales salvajes
merodeando por el bosque. A pesar del tenebroso escrito en las paredes,
ellos decidieron quedarse por esa noche.
Mientras subían por las escaleras, encontraron un colchón todo apolillado que
estaba cubierto de raras manchas. El esposo y la esposa se envolvieron
en un viejo pedazo de alfombra para mantener el calor y trataron de
hacerlo lo más cómodo posible dadas las circunstancias. Se tumbaron
juntos en el colchón y, finalmente, lograron conciliar el sueño.
En algún momento después de la medianoche, la pareja se despertó debido un
extraño crujido. Sonaba como si alguien o algo se movía fuera de la
choza.
"¿Escuchaste eso?" preguntó su esposa.
"Me parece que hay alguien allá afuera".
Su marido escuchó durante un rato, pero no oyó nada. Se levantó de la cama
y se acercó a la ventana. Estaba demasiado oscuro para ver nada fuera.
Abrió la ventana y asomó la cabeza.
"¿Quién está ahí?" preguntó él, algo nervioso.
No hubo respuesta.
Estaba a punto de volver a la cama cuando su esposa le dijo:
"Tal vez es alguien que no puede hablar..."
El esposo volvió a la ventana:
"¿Hay alguien ahí afuera?" preguntó de nuevo.
"Da una palmada para SÍ y dos para NO".
Agudizó su oído para escuchar mejor. Las estrellas brillaban en el cielo
nocturno. Los grillos cantaban en voz alta. De repente, pudo escuchar un
fuerte ¡CLAP!
El hombre volteó a ver a su esposa y le dijo:
"Tenías razón. Hay alguien allá afuera".
Se asomó por la ventana y sus ojos escudriñaron la oscuridad. No podía distinguir nada.
"¿Eres el dueño de está cabaña?" preguntó.
¡CLAP! ¡CLAP!
"¿Eres un hombre?"
¡CLAP! ¡CLAP!
"¿Entonces una mujer?"
¡CLAP! ¡CLAP!
"¿Eres humano?"
¡CLAP! ¡CLAP!
Un escalofrío le recorrió la espalda. Tragó saliva y preguntó una vez más con voz ronca:
"¿Has venido solo?"
¡CLAP! ¡CLAP!
"¿Cuantas personas están contigo? Da una palmada por cada una de ellas... "
'¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!'¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP!...
Saludos.
Clap Clap
Un día, una joven pareja de recién casados fueron a escalar a las
montañas. Tan pronto como el sol comenzó a ocultarse, se dieron cuenta
de que estaban perdidos. La esposa se estaba poniendo preocupada pero,
su esposo trataba de calmarla y le aseguró que encontrarían el camino de
vuelta al auto. De cualquier forma, tras haber estado caminando por
horas, seguían sin tener idea de donde estaban.
La oscuridad iba aumentando y el hombre y su esposa se sumían en la
desesperación. No tenían un mapa o una brújula y todos los arboles que
había visto lucían exactamente iguales. Cuando ya estaban a punto de
perder las esperanzas, se encontraron con una vieja cabaña en un claro.
La cabaña se veía como si hubieran habido mejores días que ese. Estaba
todo desmoronada y parecía que no había sido usada en un largo tiempo.
Algunas ventanas estaban rotas y un montón de tejas se habían caído del
tejado. El esposo tocó a la puerta de enfrente mas, no hubo respuesta.
Cuando le dio la vuelta a la manija, la puerta comenzó a abrirse
lentamente.
Dentro, pudieron ver que todo estaba en un mal estado. Habían pocos muebles y
el piso estaba cubierto por una gruesa capa de polvo. Mientras la pareja
miraba alrededor con cautela, notaron una extraña atmósfera y un
peculiar olor a humedad.
Las paredes estaban totalmente cubiertas con grafittis. Escrito con pintura roja, las palabras "¡MUERTE! ¡MUERTE! ¡MUERTE! ¡MUERTE! ¡MUERTE!" estaban repetidas varias veces.
El hombre y su mujer estaban nerviosos. Con la mano temblorosa, el marido
llegó a tocar la pared. Se horrorizó al descubrir que la pintura aún no
estaba seca.
La pareja estaba asustada, pero no tenían adonde ir. Sabían que la montaña
es muy peligrosa por las noches, que hay un montón de animales salvajes
merodeando por el bosque. A pesar del tenebroso escrito en las paredes,
ellos decidieron quedarse por esa noche.
Mientras subían por las escaleras, encontraron un colchón todo apolillado que
estaba cubierto de raras manchas. El esposo y la esposa se envolvieron
en un viejo pedazo de alfombra para mantener el calor y trataron de
hacerlo lo más cómodo posible dadas las circunstancias. Se tumbaron
juntos en el colchón y, finalmente, lograron conciliar el sueño.
En algún momento después de la medianoche, la pareja se despertó debido un
extraño crujido. Sonaba como si alguien o algo se movía fuera de la
choza.
"¿Escuchaste eso?" preguntó su esposa.
"Me parece que hay alguien allá afuera".
Su marido escuchó durante un rato, pero no oyó nada. Se levantó de la cama
y se acercó a la ventana. Estaba demasiado oscuro para ver nada fuera.
Abrió la ventana y asomó la cabeza.
"¿Quién está ahí?" preguntó él, algo nervioso.
No hubo respuesta.
Estaba a punto de volver a la cama cuando su esposa le dijo:
"Tal vez es alguien que no puede hablar..."
El esposo volvió a la ventana:
"¿Hay alguien ahí afuera?" preguntó de nuevo.
"Da una palmada para SÍ y dos para NO".
Agudizó su oído para escuchar mejor. Las estrellas brillaban en el cielo
nocturno. Los grillos cantaban en voz alta. De repente, pudo escuchar un
fuerte ¡CLAP!
El hombre volteó a ver a su esposa y le dijo:
"Tenías razón. Hay alguien allá afuera".
Se asomó por la ventana y sus ojos escudriñaron la oscuridad. No podía distinguir nada.
"¿Eres el dueño de está cabaña?" preguntó.
¡CLAP! ¡CLAP!
"¿Eres un hombre?"
¡CLAP! ¡CLAP!
"¿Entonces una mujer?"
¡CLAP! ¡CLAP!
"¿Eres humano?"
¡CLAP! ¡CLAP!
Un escalofrío le recorrió la espalda. Tragó saliva y preguntó una vez más con voz ronca:
"¿Has venido solo?"
¡CLAP! ¡CLAP!
"¿Cuantas personas están contigo? Da una palmada por cada una de ellas... "
'¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!'¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!¡CLAP! ¡CLAP!...
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