[Phantom]

Me había tranquilizado el hecho de los espíritus. No era que les tuviera terror al máximo, pero siempre prefería aquello que podía percibir con mis sentidos. Pero que otros fueran capaz de percibirlos me daba confianza en que no iba a resultar un peligro. Seguí caminando junto al equipo hasta que llegamos a nuestro objetivo. La profesora comenzó a hacer algo que no sabía que era, generando una enorme burbuja. Fascinante, pensé. Hubiera querido acercarme a ella, pero las palabras de la profesora alejaron a todos: Por favor, sean amables. Y tengan cuidado, la burbuja mancha la ropa.-dijo, y a todos pareció darles asco. Me encogí de hombros y entré a la ciudad. 

El lugar era oscuro y se encontraba en ruinas. Era sorprendentemente horrendo, tanto que hasta generaba cierto encanto de lo surrealista que se veía, parecía sacado de un cuento de terror. Casas destruidas, manchas de sangre… ¿Cadáveres? ¿En serio? Pobre de aquellos infelices que habían muerto allí y los habían dejado tirados como basura.
-La prueba de hoy consiste en hacernos cargo de una criatura que le dio a la Academia muchos problemas en el pasado. Su nombre es Nyanthorlep y ésta ciudad es su refugio. Mi recomendación es que mantengan un perfil bajo hasta que la localicemos, no nos conviene perder tiempo y energía enfrentándonos a Sanguijuelas o Corruptos. Si llegan a ver algo parecido a un dragón... corran, todos aquí apreciamos nuestra alma ¿no? Aquellos que tengan heridas estén muy atentos...-dijo la profesora. Nunca había oído ese nombre en mi vida, aunque… bueno, no sabía demasiado de bestias, sin dudas debía comenzar a estudiar ello. Pero éramos muchas personas con habilidades de todo tipo, para mí era obvio que por más que fuerte que fuera no podía y no iba a hacernos daño.

Por un momento, me alejé del grupo hacia una de las ruinas que parecían cubiertas por algo. Pasé la mano por una columna de piedra y una sustancia viscosa se me pegó a la mano. Me pregunté que era y si podría serme de utilidad. Estaba absorta observando mi mano cuando escuché mi nombre y regresé con los demás. 
Se habían dividido en dos equipos, era una buena estrategia para agilizar las cosas y llamar menos la atención. Lissandro, el líder del equipo en el cual me encontraba, había analizado la situación y una vez que se terminaron de poner de acuerdo con el otro equipo, decidieron empezar a buscar a la criatura. Se acercó a nosotros y nos dijo:  -es hora de moverse, mientras repasaré las habilidades, Hanabi invocación, Yuki electricidad, Yumi sombras, yo crear armas, Nerea al igual que Jana, no tengo clara sus habilidades, pero parece ser que Jana tiene buen manejo de presencias, puedes distinguir entre las bestias y nosotros, es decir hay tres tipos de bestias, además en este lugar estamos nosotros y el objetivo, debemos buscar una presencia única, es decir que no se parezca a la nuestra o a las de las bestias-
-Mi habilidad es dominar el agua, o cualquier líquido –dije, mi habilidad era simple-Solo controlarla, no puedo crearla, al menos nunca he podido hasta ahora-aclaré. Sabía que no serviría de nada en la parte de localizar al Nyan, pero no podía hacer mucho por ello. Comencé a caminar junto a los demás en silencio, los gritos de dolor que se escuchaban eran cada vez peores y el ambiente se volvía más tétrico a cada paso.
-Yo sé que son muy fuertes y hábiles, eso es algo que sí puedo presentir, el haberlas elegido no fue casualidad, un equipo equilibrado de be serlo tanto en potencia como en lazos. Hanabi tú y yo tenemos una botella con agua, debemos guardarla en caso de que nos  encontremos con Nyanthorlep, si se está escondiendo su presencia debería ser baja hasta ser encontrado, lo que es una ventaja para Jana- volvió a hablar Lissandro, evidentemente había pensado claramente las cosas. Mis compañeros tenían grandes habilidades en cuanto a detectar la presencias así que sentía seguridad. Por un buen rato preferí guardar silencio, hacer ruido solo alertaría a los monstruos de nuestra presencia y ya que no tenía habilidad para detectar nada, preferí no atraerlo tampoco. No quería aceptarlo pero esa situación comenzaba a darme un poco de miedo... sobre todo al seguir viendo cadáveres. Aunque me mantuve firme en que todo iba a salir bien.