[Hamtaro,]

“Nada como un buen café en la mañana...“ -me dije a mi mismo en voz baja, tomando lentamente el contenido de la taza mientras los demás seguían comiendo, como también se retiraban. Así fue el caso de un chico rubio de apariencia seria que salio corriendo por los pasillos. Levante una ceja mientras lo miraba, y luego de un segundo deje de mirarlo. “Suerte en lo que vayas a hacer...” -pensé.

Unas chicas se acercaron a la mesa donde nos ubicábamos. “¿Puedo sentarme aquí?” -dijo una de ellas. Se sentó a comer con nosotros con la mayor felicidad del mundo por lo que vi. Deje la taza en la mesa luego de terminar el café y procedí a comer. Sonreí un poco al ver a aquella chica, por alguna razón emanaba una felicidad un tanto pegajosa. La otra era aquella mujer que me había tocado en mi equipo el otro día, con los poderes de fuego. Ella se había presentado antes y no parecía estar muy conforme con la... situación “sociable” que había. “Muy buenos días” -dijo con una leve sonrisa. Arregle mis lentes y le devolví el saludo. “Buenos días para ti también. ¿Dormiste bien? ¿Hye esta bien?”

Mientras mis preguntas se hacían oír, la chica con la interesante apariencia se hizo presente. Parecía una bella Youkai, para ser honesto. Otra chica mas de un cabello casi identico se sentó al lado del otro chico rubio que estaba con nosotros. “Creo que mi clase esta repleta de mujeres...” -pensé. “¿Podemos sentarnos con ustedes?” -dijo aquella mujer, a quien mire con un leve sonroje. “No creo que alguien te niegue eso... Siéntate por aquí si quieres.” -le señale los asientos a mis lados con mi mano, tratando de ser... “amable”.