20-07-2017, 09:22 PM
Abrí los ojos poco a poco, había fuego a mi alrededor y bastantes gritos pidiendo ayuda, al reaccionar pude notar que mi templo estaba siendo cubierto en llamas, tenía puesto mi traje de sacerdotisa (Este solo lo pueden llevar aquellos que han pasado por todas las etapas de invocación) -¿Qué está pasando aquí?-. Me levanté como pude, todos los monjes corrían de un lado a otro, había caos y destrucción, en ello, a lo lejos vi al Kyūbi no kitsune que en ocasiones solía invocar mi madre, junto con el Fenix que siempre solía invocar mi padre, esta vez eran los seres más gigantes de lo normal -Mis padres están peleando… Pero…- al mirar un poco más arriba observe que se encontraba uno de los seres más temidos -No… P-puede ser…-, la mandíbula me empezó a temblar, ya que se trataba de Cthulhu.
Rápidamente me acerque corriendo hacia la puerta del templo, subí lo más rápido que pude las escaleras y enfrente de la entrada estaban mis padres, tratando de controlar a tan ser -¡No lo hagan! ¡Recuerden que si lo hacen pueden ser destruidos!-, en ese momento el Fenix y el Kyūbi desaparecieron, la energía de mis padres estaba siendo absorbida por aquel ser -¡Basta deténganse!-, cerré mis puños y me puse frente de ellos, dije fuertemente “Ambala” y comencé una invocación, no estaba segura si podría pero estaba decidida, de la luz fue saliendo otra deidad (Shiva), era demasiada la energía que estaba poniendo para poder invocar a este dios, mi padre me miro y dijo “-Hanabi, concentra todo tu poder para que podamos mandar a la puerta de los espíritus a Cthulhu-“, yo hice lo que mi padre me había pedido y mi madre me miro y dijo “-Buenos días despierta por favor Hanabi creo que se hace tarde para el desayuno-“ esas palabras me perturbaron y baje mis manos, la invocación no se había completado, Cthulhu me agarro y me llevo directo a su boca… Todo había sido un mal sueño.
Desperté agitada mirando hacia abajo, sudaba frió, tenía pánico, aunque todas las noches soñara con cosas similares, aun no estaba acostumbrada a las pesadillas, pode voltear un poco mi mirada y ahí estaba Rinko -¿Rinko?- dije un poco más tranquila “¿No me digas que… Por asares del destino terminamos compartiendo habitación?”, en cierta parte me sentía un poco extraña, pero a la vez estaba aliviada, pues notaba a Rinko como una buena persona. Ella estaba ya arreglada, por lo que sin siquiera preguntar mire el reloj y note que ya era un poco tarde, salí disparada de la cama, tome mi ropa, una toalla y me dirigí al baño, por suerte había uno en cada habitación. Al terminar de arreglarme en el baño apreté un poco más mi venda y salí, miré a Rinko y le dije -Disculpa por dejarte aquí, debía apurarme, ¿Qué te parece si vamos a desayunar?- le sonreí y después camine hacia la puerta -Es bueno tenerte como compañera de cuarto-
Desperté agitada mirando hacia abajo, sudaba frió, tenía pánico, aunque todas las noches soñara con cosas similares, aun no estaba acostumbrada a las pesadillas, pode voltear un poco mi mirada y ahí estaba Rinko -¿Rinko?- dije un poco más tranquila “¿No me digas que… Por asares del destino terminamos compartiendo habitación?”, en cierta parte me sentía un poco extraña, pero a la vez estaba aliviada, pues notaba a Rinko como una buena persona. Ella estaba ya arreglada, por lo que sin siquiera preguntar mire el reloj y note que ya era un poco tarde, salí disparada de la cama, tome mi ropa, una toalla y me dirigí al baño, por suerte había uno en cada habitación. Al terminar de arreglarme en el baño apreté un poco más mi venda y salí, miré a Rinko y le dije -Disculpa por dejarte aquí, debía apurarme, ¿Qué te parece si vamos a desayunar?- le sonreí y después camine hacia la puerta -Es bueno tenerte como compañera de cuarto-