[lN o o D L e]

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Nombre: Murasame Hanabi.

Edad: 17.

Descripción física o imagen:

Personalidad: Suele ser muy directa, poco discreta con sus palabras y es un poco callada. No le gusta socializar ni entablar una relación de amistad con nadie. Es seria y la mayor parte del tiempo se la pasa leyendo libros, para ir aprendiendo mas de su habilidad. No presta atención a las clases o a la gente que habla temas que no son de su interés, duerme a menudo en clase y a la primera entiende lo que le tratan de explicar o enseñar (Aunque a veces en la practica no le salen las cosas a la primera), es perseverante, muy terca y es muy impuntual.

Habilidad: Hanabi heredo la habilidad de poder invocar espíritus y bestias, solo que ella no lo hace muy bien del todo.

Breve Biografia: De origen japones, Hanabi desde pequeña practico el antiguo arte de la invocación, pues es la próxima heredera de su clan, también desde pequeña aprendió a dominar algunas artes marciales para defensa personal. Ella solía vagar mucho por el templo buscando un poco de paz, ya que la carga que tenia era mucha y no sabia controlar su habilidad. La mayor parte del tiempo estaba sola con los monjes del lugar, ya fuera leyendo libros o tratando de practicar, ella realmente no conocía que era descansar. Por cuenta propia decidió buscar ayuda de alguien mas que pudiera enseñarle a dominar su habilidad, es por ello que entro a la academia Omori. Cabe clarar que ella esta en contra de la violencia, por lo cual solo usa su habilidad en caso de una verdadera emergencia.

Miedo mas profundo: La oscuridad y el silencio absoluto.

Gustos y disgustos: 

Ella ama:

• Los animales.
  
  
  
  
  
• Los dulces.
  
  
  
  
  
• Los libros de todo tipo.
  
  
  
  
  
• Las puestas de sol.
  

Ella odia:

• Las peleas.
  
  
  
  
  
• La gente burlona.
  
  
  
  
  
• Las personas malas.
  
  
  
  
  
• Los idos.
  
  

Estaba en un punto donde sentía mi cuerpo colapsar, estaba cansada, pero debía recuperarme ya que de no hacerlo no podría seguir con la actividad. Rinko se notaba un poco preocupada por mi bienestar. La verdad me dio un poco de risa ya que cuando vivía en el templo solía sobre esforzarme muy seguido, tanto que en ocasiones caiga en un sueño profundo por la energía que invertía en mis rituales. 

Estaba con los ojos cerrados ya que poco a poco debía ir canalizando mi energía vital he irla recuperando. Pude escuchar como un chico de nuestra clase adulo nuestra extraña creación con algo de asombro en su mirar “-Es hermosa, su brillo es algo único-", levante un poco la mirada para ver de quien se trataba. 

 

Mi reacción fue de esperarse y tal como lo pensaba, no sabía quién era, antes de poder decir algo aquel chico nos miró a ambas y continúo diciendo "-Si no les importa yo puedo ayudarles con eso-" “Con “eso” espero que se esté refiriendo a mi…”. Asenté con la cabeza ya que a estas alturas en las que me encontraba no podía hacerme la terca, en verdad necesitaba ayuda. 

“-Eres muy amable si me puedes ayudar sujetándola del otro brazo seria magnifico-“ había dicho Rinko.  -Ambos son amables, gracias, debo ofrecer una disculpa, la invocación no es algo que sea tan difícil cuando se tratan de seres pequeños o de clasificación inferior, aunque… Ayer me expuse bastante al tratar de invocar un ser cuyo rango está por encima del que ya domino-.

 

Sentía que debían saber eso, ya que soy algo terca y me expongo en ocasiones mucho, claro estaba, en el momento no pensé que las repercusiones llegaran a ser fuertes. "-Deberíamos pensar en algo más bonito, hay algo que conozcas que pueda crear con mi magia-"  Al escuchar a aquel chico note que venía con alguien más, tenían una flor azul muy linda (No vi bien cual era). 

-El resultado no importa cuál sea, si tienen un ideal deben mantenerse firmes con ello, así sea simple su objeto es hermoso- les dije con una ligera sonrisa -Aunque la idea que tiene tu compañera me parece muy buena y creativa-  Sin más que agregar seguimos caminando hasta que nos topamos con dos chicos más. Era aquel chico que había llegado tarde junto conmigo, otro chico que era rubio y tenía siempre una sonrisa.

“-holas, las llevo escuchando desde hace rato, quisiera haberles ayudado, pero veo que ya tienen a otro para eso... Aun así, les importa si los acompañamos. -“. Lo mire de re ojo -¿Escucharnos? Jamás te vi por los alrededores del jardín, ¿Cómo es que nos espiaste? -.

 

Para esas alturas estaba un poco desconcertada y un tanto molesta, no me gusta la gente espiona pero en eso por mi mente se cruzó “¿Acaso esa es su habilidad? ¿Tiene súper oído o algo por el estilo?”, di una leve risa con un poco de rubor en mis mejillas.

-Entiendo… Con que esa es tu habilidad, no me sorprende ahora que lo pienso, no hay necesidad que te diga cuál es la mía o que Yamada te comenté la suya, apuesto que ya lo escuchaste y sabes cuales son-. La verdad estaba un poco sorprendida ya que no esperaba que nuestra creación extraña tuviese ese efecto de sorpresa en los demás.

Siguieron comentando los chicos algunas cosas de las cuales ya no preste atención ya que mi mente se fue al limbo, mi cansancio hizo que me bloqueara por completo, aquel chico de lentes al parecer hablaba de su objeto, note que era un ave a lo que enseguida pensé “No creo que ese sea un objeto, es un ser vivo, es extraño que lo vea como tal”.

“-Agradezco su amabilidad pero creo que mi compañera no está muy bien que digamos y necesitamos llegar al salón lo más pronto posible-“ al poco rato note que la mano de Yamada se tornaba azul, esto era debido al destello del hada. 

-Tiene razón Yamada, deberíamos todos regresar al aula, la profesora debe estarnos esperando, además creo que dijo que no quería que demoráramos tanto- al decir eso nos dirigimos poco a poco al aula.

"Antes de que se me olvide..." -Gracias chicos, son muy amables, me llamo Murasame Hanabi, es un placer- dije con un leve sonrojar en mis mejillas y una sonrisa, esta vez estaba agradecida por la ayuda que me brindaban, así que deje mi seriedad a un lado.