[Hamtaro,]

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Nombre: Yuuto Nozomi

Edad: 15

Descripción física o imagen:


Personalidad: Tímido, Callado y Solitario. Demuestra tener un vasto conocimiento y suele ser poco demostrativo generalmente, pero sus cercanos reciben el beneficio de ver sus expresiones afectuosas.

Habilidad: Ninguna encontrada hasta el momento. Ni obtenida ni heredada.

Breve biografía: Yuuto crecio en una familia estándar sin ningún pasado conocido. Es criado por su madre unicamente ya que pierde a su padre antes de conocerlo. Resulta ser un niño mimado y timido, con dificultades para socializar. En sus primeros años, Yuuto demostro ser un niño con un intelecto avanzado en las artes arcanas y en las energias manipulables existentes en la tierra. Trato de sobrepasar siempre en sus enseñanzas primarias, y crecio junto con su solitaria madre quien a veces lo mimaba mas de la cuenta. A los 5 años de edad, el conoce a una chica mayor que terminaria siendo su primera amiga y la leal seguidora de su madre. Años despues ella inaugura la Academia Omori, donde el ingresaria con su ayuda para poder expandir su conocimiento.

Miedo más profundo: Cambiar para mal/Convertirse en alguien malvado. Perder a su madre y a sus amigos.

Gustos y disgustos: Le gusta la gente amable y fiel, los ambientes pacificos y silenciosos. Ama a los animales, especialmente a los gatos y a los conejos, y encuentra a la lluvia como una relajante y disfrutable musica. Odia a los traidores, a la gente malvada y a los insectos, usualmente erizandose al ver arañas.

“etto... etto.. soy Hye Duong, soy la bibliotecaria” -dijo aquella tímida chica luego de halar de la camisa de Yuuto. “Espera... ¿Bibliotecaria?” -corrió por su cabeza la palabra un par de veces, mirando rápidamente a Hye mientras caminaba hacia la puerta, buscando a su otra compañera. “Asi que eres la Bibliotecaria...” -reiteró en voz alta hacia Hye mientras ella sigue su paso hacia afuera del salón. Allí, avista a su otra compañera, y a paso ligero, continua caminando aunque enfocando su mirada en Hye en ocasiones.


“Sabes... me siento un poco... pequeño en este lugar” -suaves palabras salieron de su boca, con un leve tono notable de decepción. “Aquí todos ustedes son tan...” -su voz se corta por un segundo, notando que finalmente se esta acercando a su otra compañera, que esperaba solitaria aunque con una expresión de relajación aparente. Al estar seguro de poder continuar, dejo salir la ultima oración. “Tan especiales... siento que ustedes son mas especiales que yo.” -finalizó con una risa falsa, ya acercándose a aquella mujer.


“Uhm... ¿disculpa?... ¿T-tu eres nuestra compañera también, no es así? Deberíamos buscar ese objeto “precioso” ya...” -exclamó mientras miraba a sus compañeras y luego a su alrededor, para dar un pequeño reconocimiento de la zona. Arregló sus lentes y suspiró, esperando una respuesta.