23-04-2017, 06:15 PM
Buen tema Larimon.
Y que pena lo de tu primo :s
Aquí va la mía: Yo era un joven puberto como de 13 años, mi grupo de salón tuvo una plática en el salón de conferencias de la escuela. Terminando la plática, no recuerdo porque, yo tardé en salir y volver mi salón (todos mis compañeros ya se habían adelantado). Fui rápido al salón, para no perder la asistencia de la siguiente clase, y entré salvajemente por la puerta. Cuando alcé la cabeza para ubicar mi silla, noté que ese no era el salón. Todos se me quedaron viendo junto con el maestro. Mi expresión era como de o.O y sin saber que hacer, intenté disimular y pregunté: "¿Alguien tiene unas tijeras que me preste?" (Tal vez no fue la mejor disimulada jeje). Solo hubo silencio sobre silencio, y sin más, me di la vuelta y salí. Mientras caminaba a mi salón correcto, alcancé a escuchar las risas de todo el salón equivocado u.u
Y esa es una de tantas chocoaventuras vergonzosas.
Saludos
Y que pena lo de tu primo :s
Aquí va la mía: Yo era un joven puberto como de 13 años, mi grupo de salón tuvo una plática en el salón de conferencias de la escuela. Terminando la plática, no recuerdo porque, yo tardé en salir y volver mi salón (todos mis compañeros ya se habían adelantado). Fui rápido al salón, para no perder la asistencia de la siguiente clase, y entré salvajemente por la puerta. Cuando alcé la cabeza para ubicar mi silla, noté que ese no era el salón. Todos se me quedaron viendo junto con el maestro. Mi expresión era como de o.O y sin saber que hacer, intenté disimular y pregunté: "¿Alguien tiene unas tijeras que me preste?" (Tal vez no fue la mejor disimulada jeje). Solo hubo silencio sobre silencio, y sin más, me di la vuelta y salí. Mientras caminaba a mi salón correcto, alcancé a escuchar las risas de todo el salón equivocado u.u
Y esa es una de tantas chocoaventuras vergonzosas.
Saludos