10-04-2018, 03:25 AM
(Última modificación: 10-04-2018, 03:27 AM por Daisuke_Onick.)
Pues dejando de lado un poco el romanticismo de la colonia e intercambiandolo por el prehispanico diré que, la primera referencia del espiritu conocido como la llorona viene de antes incluso de llegar los españole a la américa continenta. Se le nombra en varias crónicas indigenas como uno de los presagios funestos que anunciaban la caida del imperio azteca; el libro "La visión de los vencidos la enumera como el sexto de ellos aquí el pequeño extracto:
Sexto presagio funesto: Muchas veces se oía una mujer que lloraba; iba gritando por la noche; andaba dando grandes gritos:
-¡Hijos míos, pues ya tenemos que irnos lejos!
y a veces decía:
-Hijitos mios, ¿A dóndeos llevaré?
Los que saben de mitologia mexica atribuyen este lamento a la diosa Cihuacóatl que es la deidad de todo lo relacionado a la maternidad temprana, con la conquista y la posterior expanción española hacia el sur podría decirse que se le llevo a cuestas, y el tiempo transcurrido desde aquellos presagios en la colonia española trasformaron a la diosa en aquella mujer despechada primero y luego arrepentida que nos ha legado la leyenda.
Aun hoy muchos atestiguan haber escuchado el lamento tan característico. No voy yo a decir que sean imaginaciones suyas ya que cada uno es conciente de las experiencias extrañas que ha tenido la fortuna -si buena o mala, ya lo decidirá la persona- de vivir, lo que me permito apuntar es que quizas aquello que escucharon no se trate de los lamentos de una madre arrepentida, si no, de la mismisima diosa Cihuacóatl que aun hoy, despues de medio milenio sigue lamentandose por el destino de sus hijos.
Sexto presagio funesto: Muchas veces se oía una mujer que lloraba; iba gritando por la noche; andaba dando grandes gritos:
-¡Hijos míos, pues ya tenemos que irnos lejos!
y a veces decía:
-Hijitos mios, ¿A dóndeos llevaré?
Los que saben de mitologia mexica atribuyen este lamento a la diosa Cihuacóatl que es la deidad de todo lo relacionado a la maternidad temprana, con la conquista y la posterior expanción española hacia el sur podría decirse que se le llevo a cuestas, y el tiempo transcurrido desde aquellos presagios en la colonia española trasformaron a la diosa en aquella mujer despechada primero y luego arrepentida que nos ha legado la leyenda.
Aun hoy muchos atestiguan haber escuchado el lamento tan característico. No voy yo a decir que sean imaginaciones suyas ya que cada uno es conciente de las experiencias extrañas que ha tenido la fortuna -si buena o mala, ya lo decidirá la persona- de vivir, lo que me permito apuntar es que quizas aquello que escucharon no se trate de los lamentos de una madre arrepentida, si no, de la mismisima diosa Cihuacóatl que aun hoy, despues de medio milenio sigue lamentandose por el destino de sus hijos.
Spoiler:
Spoiler: