23-01-2022, 08:46 PM
Me acuerdo de haberme metido al cementerio israelita con mis compañeros de secundaria un viernes a la madrugada. Estuvimos por ahí dos horas haciendo idioteces hasta que nos aburrimos rápido porque ni había buenos celulares para sacarnos fotos.
Cuando íbamos a jugar a la pelota a la vía, alguna que otra vez la colgábamos en la propiedad que estaba pegada. Nos trepábamos esa pared de 4 metros para ir a buscarla. Un día de esos nos enteramos que a un chico de otro curso lo agarró un perro y por poco le arrancó un muslo.
Creo que esta la conté en otro tema: En la colonia de verano infantil formé fila para el trampolín diciendo que sabía nadar, salté a la parte profunda de la pileta y tuvieron que sacarme del fondo después de un rato que no salía xD
Y hablando de verano, en pleno carnaval con un amigo llenamos bombuchas de agua para tirarle a la gente. Yo era un poco más cuidadoso pero él le tiraba a las ventanas de los colectivos. En una de esas, ve pasar a un conocido suyo en cuatriciclo y cuando le tiró lo hizo volcar. Tuvimos que salir corriendo. El muchacho vino todo roto hasta mi casa a tocar timbre para pedir que le entregue la cabeza de mi amigo.
Cuando íbamos a jugar a la pelota a la vía, alguna que otra vez la colgábamos en la propiedad que estaba pegada. Nos trepábamos esa pared de 4 metros para ir a buscarla. Un día de esos nos enteramos que a un chico de otro curso lo agarró un perro y por poco le arrancó un muslo.
Creo que esta la conté en otro tema: En la colonia de verano infantil formé fila para el trampolín diciendo que sabía nadar, salté a la parte profunda de la pileta y tuvieron que sacarme del fondo después de un rato que no salía xD
Y hablando de verano, en pleno carnaval con un amigo llenamos bombuchas de agua para tirarle a la gente. Yo era un poco más cuidadoso pero él le tiraba a las ventanas de los colectivos. En una de esas, ve pasar a un conocido suyo en cuatriciclo y cuando le tiró lo hizo volcar. Tuvimos que salir corriendo. El muchacho vino todo roto hasta mi casa a tocar timbre para pedir que le entregue la cabeza de mi amigo.