11-11-2021, 01:03 AM
Qué fea experiencia @"Hanju 11". Esas amistades que traicionan así mejor perderlas o ni encontrarlas. Los que llevan y traen o atacan por la espalda me parecen incluso peores que los idiotas que se burlan o agreden en la cara.
No tengo una experiencia propia para contar con respecto al tema. Alguna vez se burlaron de mí por ser flaco, blanco pálido o callado pero nunca me pareció algo serio para considerarlo bullying. Fuera de esas tonterías, en mi curso éramos lo suficiente unidos como para no meternos con cosas que pudieran herir al otro. Estoy seguro que por un asunto familiar del que estaban al tanto siempre me trataron hasta mejor de lo que me merecía. En parte no me sentía cómodo porque me ponían en un lugar de víctima que no me gustaba y desde entonces dejé de contar cuestiones puntuales de mi vida.
En el otro turno del secundario había un chico con todos los tic nerviosos habidos y por haber, y él sí la pasaba mal con los alumnos de otros cursos mayores o menores. Cuando juntaron los dos turnos y lo conocimos mejor, empezamos a protegerlo de las burlas de los estúpidos, pero sobre todo intentamos que se sienta parte de un grupo de amigos, ya que solía andar solo. En cuestión de un año no solo mejoró con su problema, también se lo veía contento y más abierto a socializar. Me gustaría animar a cualquiera a apoyar a las personas que están recibiendo este tipo de trato y van a ver que es gratificante para todos... menos para los venenosos tóxicos que necesitan denigrar a alguien para sentirse superiores, claro.
No tengo una experiencia propia para contar con respecto al tema. Alguna vez se burlaron de mí por ser flaco, blanco pálido o callado pero nunca me pareció algo serio para considerarlo bullying. Fuera de esas tonterías, en mi curso éramos lo suficiente unidos como para no meternos con cosas que pudieran herir al otro. Estoy seguro que por un asunto familiar del que estaban al tanto siempre me trataron hasta mejor de lo que me merecía. En parte no me sentía cómodo porque me ponían en un lugar de víctima que no me gustaba y desde entonces dejé de contar cuestiones puntuales de mi vida.
En el otro turno del secundario había un chico con todos los tic nerviosos habidos y por haber, y él sí la pasaba mal con los alumnos de otros cursos mayores o menores. Cuando juntaron los dos turnos y lo conocimos mejor, empezamos a protegerlo de las burlas de los estúpidos, pero sobre todo intentamos que se sienta parte de un grupo de amigos, ya que solía andar solo. En cuestión de un año no solo mejoró con su problema, también se lo veía contento y más abierto a socializar. Me gustaría animar a cualquiera a apoyar a las personas que están recibiendo este tipo de trato y van a ver que es gratificante para todos... menos para los venenosos tóxicos que necesitan denigrar a alguien para sentirse superiores, claro.