Estaba en mi nave espacial cuando un ser de color morado que vagaba sin apenas combustible rezaba para que apareciese un macho sexi de color verde que lo ayudase a sobrevivir.
Qué contrariedad, era verde pero despedía un olor sofocante y rancio como el queso venusiano, además no era nada sexi.
Menuda decepción, le pregunté si podía ayudar al macho morado, me dijo que conocía a un droide y un cíborg que tenían combustible de sobra para, al menos, llegar hasta la cuarta luna de Endor y repostar allí.
El droide era torpe como Mr. Bean y feo como una babosa del planeta Murk.
Sumido en mi absoluta decepción, opté por construir una pantalla de una capa de átomos de cárbono y adamantium para lograr que captara la señal de NetSex TV y ver "documentales de anatomía joviana". Al verlos, no pude evitar ponerme sicalíptico con esas formas voluptuosas y fue así que procedí a
Qué contrariedad, era verde pero despedía un olor sofocante y rancio como el queso venusiano, además no era nada sexi.
Menuda decepción, le pregunté si podía ayudar al macho morado, me dijo que conocía a un droide y un cíborg que tenían combustible de sobra para, al menos, llegar hasta la cuarta luna de Endor y repostar allí.
El droide era torpe como Mr. Bean y feo como una babosa del planeta Murk.
Sumido en mi absoluta decepción, opté por construir una pantalla de una capa de átomos de cárbono y adamantium para lograr que captara la señal de NetSex TV y ver "documentales de anatomía joviana". Al verlos, no pude evitar ponerme sicalíptico con esas formas voluptuosas y fue así que procedí a