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Brrr que frio!, venir a Alaska en esta época no es la mejor idea, pero mi abuela dijo que debía visitarla tan pronto como fuera posible.
Al llegar a donde estaba la casa de la abuela me sorprendió verla muy cambiada, ahora tenía una fachada diferente y una ampliación extra desde donde podía oír el relincho de varios caballos.
Mientras dudaba si era la casa correcta, la puerta se abrió y mi sorpresa fue mayor, un vaquero con sombrero, chaparreras y una pistola en la cintura me miró fijamente.
-Perdón me he equivocado, creí que era la casa de mi abuela - dije mientras me daba la vuelta para irme, no quisiera hacerlo enojar y que me desafiara a un duelo.
Espera chico, no te vayas todavía – estas en el lugar correcto. Me abrazo y me llevo al interior de la casa. La decoración era como en el viejo oeste y mientras el vaquero me servía algo de tomar me conto que mi abuela había vendido la casa y bla bla bla… no podía concentrarme en lo que me decía, mi cabeza solo buscaba la respuesta a la pregunta ¿Por qué hay un vaquero en Alaska?
Después de una corta conversación me dijo dónde encontrar a mi abuela y yo aún confundido camine hasta llegar a un hotel donde encontré a mi abuela en el restaurante tomando un café.
Mi querido nieto, te estaba esperando, vámonos – sin tiempo a reaccionar me tomo de la mano y me condujo a una gran motocicleta que estaba estacionada. La abuela se subió y se puso el casco indicándome que hiciera lo mismo, cuando me monte me dijo alegre - hagamos un viaje hasta el fin del mundo – Puso en marcha la moto y yo me pregunte ¿mi abuela fue siempre así de cool?
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