11-04-2019, 04:48 PM
La ansiedad consumía a Kazui y la paciencia se le estaba acabando. No le agradó en lo absoluto el vaivén de personas que iban y venían vistiendolo y preparándolo.
- Ya quítense, yo puedo hacerlo solo. - Soltó malhumorado, sin embargo las personas continuaron haciendo su trabajo haciendo caso omiso.
- Tsk. - Se resignó finalmente tratando de serenarse y enfocar su mente en lo que fuera que se venía.
Las personas le entregaron una maleta y se retiraron temporalmente de la habitación. Kazui aprovechó ese momento para inspeccionar su contenido y se encontró con los siguientes objetos: Una linterna, fósforos, una soga, una navaja, una cantimplora vacía, una caja con 5 barras energéticas, un rollo de nylon y una manta. Volvió a guardar los objetos memorizando rápidamente cada uno de ellos para tenerlos en cuenta en cuanto los necesitara.
A continuación la gente del lugar volvió a hacerse presente y lo condujeron a lo que parecía ser el cuarto de armas, allí debía elegir una en sólo 5 minutos. En el cuarto habían otras personas también las cuales, supuso, serían los demás participantes. Todos estaban también eligiendo sus propias armas.
Kazui observó las opciones y lo meditó un momento. No estaba muy seguro de cual arma elegir ya que según él, su mejor arma siempre habían sido sus puños y todo su cuerpo en general. Se rascó un poco la nuca y suspiró. ¿Por qué tanto protocolo? Quería que este estúpido juego comenzara de una vez por todas.
Fue entonces cuando divisó lo que parecía ser una pesada cadena de hierro y recordó como había roto todos y cada uno de los traseros de los miembros de esa pandilla aquella vez con una similar. Sin dudar se acercó, la tomó en sus manos y la hizo girar. Observó el buen balance que tenía y se dijo para sí mismo con una sonrisa:
-Bien, estoy listo.-