18-03-2017, 05:36 AM
Esa bocanada tan inesperada... rozaste mis mejillas con el humo de tus labios, tan imprevisto fue ese suceso de hace momentos, que solo me recosté y pensé. Para luego despertar y nuevamente pensar.
Esa bocanada fue... yo sé muy bien el porqué; y sin necesidad de ser explicado, yo solo respiré esa nube mortal, luego de haber escuchado tus sermones.
Ahora sé el porqué de tus sermones: lo descubrí... desvelé el secreto que se escondía entre las letras de tus palabras, y lo sé... Me equivoqué. Sin embargo, ¿qué puedo hacer para remediarlo?, ya se hizo... y no se va a deshacer, jamás.
Pero no hablo de errores solamente propios, pues fui acompañado en ellos, y fue una compañía extraordinaria; estaba consciente al igual que yo, pero no me detuvo hasta que se dio cuenta del mal que estaba haciendo... y fue (lamentablemente) más pronto de lo que deseaba en el fondo.
Ahora... ¿qué ocurrirá?, ¿tal vez arruiné algo hermoso?, no lo sé. Más, creo y espero, se resolverá en un futuro, quizá no muy lejano...
Y esa bocanada... otra vez acariciando mi rostro con su seductora letalidad, y es más seductora aún si sale de entre tus labios... por ende, volveré a ellos. Volveré y jugaré, hasta que el sol se asome por el horizonte para avisarnos que es hora de que nuestras bocanada cesen.
Esa bocanada fue... yo sé muy bien el porqué; y sin necesidad de ser explicado, yo solo respiré esa nube mortal, luego de haber escuchado tus sermones.
Ahora sé el porqué de tus sermones: lo descubrí... desvelé el secreto que se escondía entre las letras de tus palabras, y lo sé... Me equivoqué. Sin embargo, ¿qué puedo hacer para remediarlo?, ya se hizo... y no se va a deshacer, jamás.
Pero no hablo de errores solamente propios, pues fui acompañado en ellos, y fue una compañía extraordinaria; estaba consciente al igual que yo, pero no me detuvo hasta que se dio cuenta del mal que estaba haciendo... y fue (lamentablemente) más pronto de lo que deseaba en el fondo.
Ahora... ¿qué ocurrirá?, ¿tal vez arruiné algo hermoso?, no lo sé. Más, creo y espero, se resolverá en un futuro, quizá no muy lejano...
Y esa bocanada... otra vez acariciando mi rostro con su seductora letalidad, y es más seductora aún si sale de entre tus labios... por ende, volveré a ellos. Volveré y jugaré, hasta que el sol se asome por el horizonte para avisarnos que es hora de que nuestras bocanada cesen.
Gracias Nana~