Pacíficamente el resurgir de un antiguo mito, se hacía escuchar ante mis oídos en pasos silenciosos por el mundo, dando aviso de una guerra que se creía olvidada desde la era del mito, gracias a este llamado pude ser guiado a un sitio no muy lejano de donde me encontraba, en búsqueda de aquello que alguna vez dijo mi maestro antes de marchame, marcándome con aquellas palabras que aún recuerdo.
“Mi joven aprendiz, sin duda alguna ha llegado el momento de que te marches en búsqueda de tu propio camino, pues una gran prueba te está aguardando ante un gran león que brilla como el sol, pero antes de que te marches, no olvides que este mundo no es tan cruel o muy justo, porque toda la felicidad, belleza y vida existentes en este mundo son tan efímeros como cualquier florecer de una flor, por ello de aquí no creo que volvamos avernos ¡oh! quien sabe de pronto nos encontremos en otra vida, porque desde ahora tu camino es el encontrarte con aquello que estará protegiendo este legendario león”.
Mientras recordaba estas palabras, me dirigía en búsqueda de aquella verdad pérdida recorriendo barias tierras lejanas en este mundo y, fue entonces cuando me topé con una ciudad total mente desconocida, en donde el resonar de aquel llamado de una presencia divina llegaba a mis oídos de forma tan cálida y silenciosa. Mientras más me acercaba a esta ciudad, sentía que mi destino estaba por presentarse de una forma inesperada.
Sin percatarme del tiempo que me tomo y el esfuerzo que tuve que hacer, ya me encontraba dentro de esta desconocida ciudad, pero aquella sensación no paro hasta llevarme cerca de un lugar, donde se podía ver levantado un enorme portón decorado por un jardín que le hacía compañía. Todo era extraño y nuevo para mí, pero podía observar como grupos de jóvenes vistiendo trajes casi similares, pasaban aquel enorme portón, dirigiéndose al interior de este extraño lugar, pero así mismo otros salían.
Fue entonces cuando tuve la necesidad de preguntar a alguien que lugar es teste, sin espera o reserva alguna me dirigí a uno de los jóvenes ya que se me daba mejor el platicar con chicos que con las chicas, pero al estar tan solo en aquel sitio en aquella entrada, podía sentir que casi todos los que pasaban me miraban con extrañezas y hablaban en susurros. En mi mente me preguntaba, ¿será que mi ropa no es la adecuada o se preguntaran de dónde provengo?.
Mientras me hacia esta pregunta, logre preguntar sobre el sitio a un chico que estaba saliendo de aquel lugar, ¿disculpa, me podrías decir qué es este sitio y en donde estoy ubicado exactamente?, fue entonces cuando el chico se detuvo y, asintiendo la cabeza me explico que estaba en la entrada de una de las escuelas de la ciudad, pero los nombres de la escuela y de la ciudad me sonaban extraños incluso para recordarlos.
Pero luego de lo explicado, le agradecí al joven estudiante y me despedí de él, ¡muchas gracias me han servido de ayuda tus explicaciones, hasta pronto!, con aquella duda respondida ya podía entrar en aquel sitio, ya que, si esta era una escuela, de seguro encontraría profesores con los cuales podría hablar y pedirles un sitio donde quedarme ya que el atardecer estaba por hacerse presente en aquel lugar.