17-12-2021, 05:08 PM
Leyenda de la flor de Cempasúchil
En el Día de Muertos la flor cempasúchil se convierte en un componente fundamental. Esta flor cuyo nombre proviene del náhualt “cempoalxochitl” y significa “flor de veinte pétalos” se ha convertido en todo un símbolo de la ofrenda de este día tan importante.
Se dice que el olor de los pétalos marca el camino que tienen que recorrer las almas de los difuntos hacia su ofrenda en el mundo de los vivos. Esta leyenda de temática amorosa trata de explicar cuál es el origen de esta flor tan especial.
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En el Día de Muertos la flor cempasúchil se convierte en un componente fundamental. Esta flor cuyo nombre proviene del náhualt “cempoalxochitl” y significa “flor de veinte pétalos” se ha convertido en todo un símbolo de la ofrenda de este día tan importante.
Se dice que el olor de los pétalos marca el camino que tienen que recorrer las almas de los difuntos hacia su ofrenda en el mundo de los vivos. Esta leyenda de temática amorosa trata de explicar cuál es el origen de esta flor tan especial.
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Cita:Dice la leyenda que hace mucho tiempo existieron una niña llamada Xóchitl y un niño llamado Huitzilin.
Ambos crecieron juntos y pasaron mucho tiempo unidos durante la infancia, incluso, iniciaron una historia de amor durante la juventud. Un día, decidieron subir a lo alto de una colina, allí donde el sol deslumbraba con fuerza, pues sabían que allí moraba el Dios del Sol. Su intención era pedirle a Tonatiuh que les diera la bendición para poder seguir unidos. El Dios sol acepto y bendijo su amor.
Pronto, la tragedia llegó a ellos cuando Huitzilin fue enviado a participar en una batalla para defender a su pueblo y tuvo que separarse de Xóchitl.
Pasó un tiempo y Xóchitl se enteró de que su amado había fallecido en el conflicto. La muchacha sintió tanto dolor que le pidió a Tonatiuh unirse con su amado en la eternidad. El Dios del Sol, al ver a la joven tan apenada, decidió convertirla en una hermosa flor. Así que lanzó un rayo dorado sobre ella, entonces, creció en la tierra un botón que permaneció cerrado durante mucho tiempo.
Un día, apareció un colibrí atraído por el aroma de la flor y se posó sobre sus hojas. Fue entonces que la flor se abrió y mostró su color amarillo, como el mismo sol. La flor había reconocido a su amado Huitzilin, el cual ahora tenía forma de colibrí.
Cuenta la leyenda que mientras exista la flor de cempasúchil y haya colibríes, el amor de Xóchitl y Huitzilin vivirá por siempre.