La noche enmarcaba su triste rostro mientras pensaba, hace tanto que la vió por última vez que las finas líneas de sus expresiones se le hacían borrosas, pero siempre y a su pesar, veía su silueta entre la multitud como creyendo que en algún momento le tomaría del brazo o diría su nombre llamándolo, hasta esa noche.
Él víctima de una grave enfermedad yacía en la cama fría de un hospital, con las sábanas descoloridas del uso y las manos frías de rogar al cielo.
Ella pelo sedoso y ondulado que se balanceaba de un lado al otro como buscando en él una respuesta.
-Eres del color del universo, le dijo él con un suspiro, mientras lograba mantener la mirada firme, y en tus cabellos encierras todas las nebulosas y estrellas de la galaxia. Qué habré hecho de bueno para que vengas a mí.
Los ojos cenicientos de ella no parpadearon, sus manos como blancas y frías gotas de nieve hicieron círculos por la habitación en gestos exagerados.
-Lo bueno de los humanos es su ignorancia- sentenció- No saben de dónde vienen ni a dónde van pero creen que en su nimiedad la "infinitud" se vería afectada por ustedes.
-Qué es la infinitud
- A lo que ustedes llaman Universo, ni siquiera deberían darle un nombre tan hermético, la "infinitud" no se puede delimitar, mucho menos con su primitivo lenguaje.
-Entonces enseñame en este corto tiempo que me queda de vida a entender quién eres, quiénes somos y a dónde vamos.
-Te diré que soy de otro plano paralelo a éste, dentro de la infinitud pero lejos de lo que tú llamas galaxia.
La tierra es una partícula invisible dentro de una nebulosa que es una luna de lo que tú llamarías universo.
Ni siquiera los seres interestelares como yo conocemos cuántos universos hay en la infinitud.
La existencia humana entonces es la creación misma de algo que sucedió en muchos lugares a la vez. Pero en diferentes tiempos y espacios.
-Sabía que no podías ser un ser humano, porque te pareces a un ángel, es como si vinieras a buscarme para llevarme al paraíso.
-El paraíso es una invención irregular y atemporal de los SXDFG, lo que tú llamas humanos, para seguir en el desconocimiento de la verdad que es la futilidad y lo intrascendental de su paso por la infinitud.
-Pero toda mi vida ha válido la pena si con ella pude conocerte y ver la infinitud en tus ojos.
Ella se acercó con su cuerpo lánguido como el cristal, su cabello que guardaba galaxias y su mirada gris de invierno polar y el abrió sus ojos para querer recordar y sostener toda su belleza. Mientras ella tomó con sus manos los hombros fatigados de él y con su boca besó uno de sus ojos.
-Lo maravilloso de los humanos es la ignorancia de creer que su paso modifica en algo la infinitud pero son tan preciados y en esta inmensidad tan difíciles de encontrar y degustarlos- dijo relamiéndose y sonriendo mientras se perdía en la noche infinita.
Él víctima de una grave enfermedad yacía en la cama fría de un hospital, con las sábanas descoloridas del uso y las manos frías de rogar al cielo.
Ella pelo sedoso y ondulado que se balanceaba de un lado al otro como buscando en él una respuesta.
-Eres del color del universo, le dijo él con un suspiro, mientras lograba mantener la mirada firme, y en tus cabellos encierras todas las nebulosas y estrellas de la galaxia. Qué habré hecho de bueno para que vengas a mí.
Los ojos cenicientos de ella no parpadearon, sus manos como blancas y frías gotas de nieve hicieron círculos por la habitación en gestos exagerados.
-Lo bueno de los humanos es su ignorancia- sentenció- No saben de dónde vienen ni a dónde van pero creen que en su nimiedad la "infinitud" se vería afectada por ustedes.
-Qué es la infinitud
- A lo que ustedes llaman Universo, ni siquiera deberían darle un nombre tan hermético, la "infinitud" no se puede delimitar, mucho menos con su primitivo lenguaje.
-Entonces enseñame en este corto tiempo que me queda de vida a entender quién eres, quiénes somos y a dónde vamos.
-Te diré que soy de otro plano paralelo a éste, dentro de la infinitud pero lejos de lo que tú llamas galaxia.
La tierra es una partícula invisible dentro de una nebulosa que es una luna de lo que tú llamarías universo.
Ni siquiera los seres interestelares como yo conocemos cuántos universos hay en la infinitud.
La existencia humana entonces es la creación misma de algo que sucedió en muchos lugares a la vez. Pero en diferentes tiempos y espacios.
-Sabía que no podías ser un ser humano, porque te pareces a un ángel, es como si vinieras a buscarme para llevarme al paraíso.
-El paraíso es una invención irregular y atemporal de los SXDFG, lo que tú llamas humanos, para seguir en el desconocimiento de la verdad que es la futilidad y lo intrascendental de su paso por la infinitud.
-Pero toda mi vida ha válido la pena si con ella pude conocerte y ver la infinitud en tus ojos.
Ella se acercó con su cuerpo lánguido como el cristal, su cabello que guardaba galaxias y su mirada gris de invierno polar y el abrió sus ojos para querer recordar y sostener toda su belleza. Mientras ella tomó con sus manos los hombros fatigados de él y con su boca besó uno de sus ojos.
Él sintió el calor de Marte recorrer todo su cuerpo, sería la fiebre de su agonía o lo que pensó que era amor pero de un segundo a otro el aleteo de las mariposas mutó a un ardor bestial, sintió la boca pastosa y un dolor punzante en el ojo no lo dejaba siquiera respirar.
Intentó resistirse por impulso vital pero fue succionado poco a poco por su acompañante interestelar, bebió toda su humanidad en unos minutos sin remordimiento y con mucha ambición.-Lo maravilloso de los humanos es la ignorancia de creer que su paso modifica en algo la infinitud pero son tan preciados y en esta inmensidad tan difíciles de encontrar y degustarlos- dijo relamiéndose y sonriendo mientras se perdía en la noche infinita.