04-11-2021, 04:02 AM
Fui yo él que decidió entrar, no quise esperar, quería probar que los fantasmas no existen en realidad.
La casa llevaba hace un tiempo abandonada, entré en ella una noche de Halloween, era tarde, ya los niños no salían a jugar y yo solo quería explorar. Prendí la linterna y cuando entre la peste me golpeo en la cara, no se podía respirar, me tape la nariz con un pañuelo, una sombra paso de lejos…
— ¿Qué fue eso? —me pregunté.
Pero no había nada, no importaba, seguí adelante pero comencé a escuchar el llanto de una niña, me detuve en seco, no… tenía que seguir y lo hice, pero cuando más caminaba, más el ambiente se tornaba insoportable, lo nauseabundo crecía cada vez que avanzaba, y el llanto de la niña nunca se callaba… cada vez la escuchaba más fuerte, y llego un momento en que creía que la tenía de frente… pero no había nada.
Llegue hacia una puerta, trate de abrirla pero estaba atorada, seguí empujando…
— No entres…
Me quede quieto, un gusto amargo me subió por la garganta, me quede allí, sudado, con temor al girarme… aquella voz fue como un eco… comencé a pensar deprisa, desesperado empuje, patee y rasguñe la puerta… y al fin cedió, entre y la cerré. Caí al suelo, estaba temblando, me sujete con fuerza mis piernas, sentía que me iba desmayar, ¡ya no puedo más!... y fue entonces que volví a escucharla…
la escuche, sentí que se encontraba en la misma habitación; agarre desesperado la linterna e ilumine la habitación.
Había una cama, el colchón se movía de vez en cuando, era como si por dentro había algo. Me levante y me acerque lentamente a él, el cierre
del colchón estaba oxidado pero de todas maneras pude abrirlo, y dentro de él me encontré… estaba sin respiración, juro por Dios que mi corazón se detuvo, el llanto se hizo más… más fuerte, dentro del colchón… había un cuerpo pequeño en plena descomposición…
Lo único que recuerdo es que caí al suelo… y escuche por última vez… el llanto… la niña estaba… a mi lado.
Fin
La casa llevaba hace un tiempo abandonada, entré en ella una noche de Halloween, era tarde, ya los niños no salían a jugar y yo solo quería explorar. Prendí la linterna y cuando entre la peste me golpeo en la cara, no se podía respirar, me tape la nariz con un pañuelo, una sombra paso de lejos…
— ¿Qué fue eso? —me pregunté.
Pero no había nada, no importaba, seguí adelante pero comencé a escuchar el llanto de una niña, me detuve en seco, no… tenía que seguir y lo hice, pero cuando más caminaba, más el ambiente se tornaba insoportable, lo nauseabundo crecía cada vez que avanzaba, y el llanto de la niña nunca se callaba… cada vez la escuchaba más fuerte, y llego un momento en que creía que la tenía de frente… pero no había nada.
Llegue hacia una puerta, trate de abrirla pero estaba atorada, seguí empujando…
— No entres…
Me quede quieto, un gusto amargo me subió por la garganta, me quede allí, sudado, con temor al girarme… aquella voz fue como un eco… comencé a pensar deprisa, desesperado empuje, patee y rasguñe la puerta… y al fin cedió, entre y la cerré. Caí al suelo, estaba temblando, me sujete con fuerza mis piernas, sentía que me iba desmayar, ¡ya no puedo más!... y fue entonces que volví a escucharla…
la escuche, sentí que se encontraba en la misma habitación; agarre desesperado la linterna e ilumine la habitación.
Había una cama, el colchón se movía de vez en cuando, era como si por dentro había algo. Me levante y me acerque lentamente a él, el cierre
del colchón estaba oxidado pero de todas maneras pude abrirlo, y dentro de él me encontré… estaba sin respiración, juro por Dios que mi corazón se detuvo, el llanto se hizo más… más fuerte, dentro del colchón… había un cuerpo pequeño en plena descomposición…
Lo único que recuerdo es que caí al suelo… y escuche por última vez… el llanto… la niña estaba… a mi lado.
Fin