Hola gente, bueno ando hace poco por este subforo, les traigo mi primera obra, espero la disfruten.
La Dama Carmesí
Capitulo 1: El extraño encuentro.
Veo brillar la luna, en todo su esplendor, oscura y fría se tornaba la noche.
El frío se vuelve tan fuerte que se comienza a sentir su ardor.
Mientras deambulaba solo, nada mas se ve pasar un coche.
Pero de repente de entre las sombras sale una hermosa dama blanca, de vestimenta carmesí, cuyos labios eran tan rojos como los de una jugosa manzana.
Con sobresalientes ojos claros clavo la vista en mi y no supe hacer otra cosa que titubear y preguntar su nombre. A la brevedad la radiante mujer que gano mi atención me respondió, con una voz suave y acogedora diciendo el nombre Mareth.
-¿te vas a quedar ahí viéndome?- esas fueran las palabras de la hermosa mujer después de decir su nombre, rápidamente yo trate de contestarle dándole mi nombre –Hola, mucho gusto, mi nombre es Robert- dije todavía con el titubeo en mis palabras, luego de eso la mujer bajo a la vereda y me miro con una mirada presumida y me pregunto, -Que es lo que tanto vez?- Yo había quedado en un estado de coma por un momento al ver la mirada de la mujer, hasta que reaccione y le respondí, -Eh.. Perdone, ¿me concedería invitarla a tomar algo?, la mujer inmediatamente sonrío y me dijo, -Ese honor normalmente se lo niego a todos, pero tratándose de usted diré que si-, quede impresionado, como podría ser que si a tantos hombre rechazo a mi me diera una oportunidad de algo tan insignificante como tomar un café.
Luego de esa corta charla caminamos por calles vacías y sombrías, donde se hacia notar la sensación de que alguien nos observaba, dado poco tiempo logramos llegar a la habitual calle habitada donde abundaban los negocios y la gente. Nos dirigimos hacia un bar a tomar un café en cuanto estaba por entrar al local Mareth dijo, -Tomémoslo aquí afuera- yo respondí rápidamente -¿Aquí? Hace demasiado frío, ¿no te parece?-
Ella puso un rostro de imploró – No importa tomémoslo aquí, por favor -, yo sin tener otra opción respondí que si y terminamos bebiendo el café fuera del local, en lo que bebíamos el café le pregunte a Mareth -¿Por qué le diste esta oportunidad a un hombre como yo cuando rechazaste a tantos otros?- Esto provoco que Mareth soltara una pequeña risa y le quede una sonrisa pintada en el rostro, -Bueno digamos que sentí una corazonada contigo- me respondió la mujer después de beber un sorbo de café, -Con que una corazonada eh, bueno no se que pensar te me saliste de las sombras y terminamos aquí, eso fue un raro encuentro- le dije mientras frotabas las manos del frió que tenia, -Bueno para empezar el que me invito a tomar algo con tan solo verme fuiste tu- dijo Mareth mientra se reía con lo que continuo con una pregunta -¿No te gusta la luna?- Me pregunto ella, -Bueno supongo que si, cuando la noche se torna oscura y espeluznante es la única luz que alumbra durante la noche, igual que la vela que le dejan las madres a sus hijos para que no tengan miedo-, le respondí, de repente ella bajo la mirada y puso cierto rostro de disgusto,-Madre eh.. Que suerte tienes yo nunca tuve una madre digna que digamos- me dijo Mareth, yo la comencé a mirar y le comencé a decir, -No todo viene de una madre en la vida, el cariño y amor viene de cualquier ser querido-
Sin darme cuenta tenia el brazo rodeándola y lo saque rápidamente, -Pe..Perdón- Le dije con timidez, -No, esta bien, me gusta sentir el calor de tu brazo- dijo Mareth y se acurruco en mi pecho, yo quede rojo de la vergüenza, nunca fui bueno con las chicas, y de la nada se aparecía una hermosa mujer y llegaba hasta este punto no sabia que hacer, así que solamente la abrasé. Ella levanto la cabeza y me miro, -Eres muy gracioso ¿sabias?- Me dijo mientras me puso su mano en mi mejilla, yo tartamudeando le respondí, -Yo no creo que sea un tipo gracioso-, ella largo un risa y se levanto –Mi corazonada era buena por lo que veo, me tengo que ir, si el destino quiere nos volveremos a ver Robert- Dijo luego de eso se fue rápidamente y la perdí entre la oscuridad, estaba demasiado feliz una chica hermosa había dicho esas cosas de mi, no sabia que mas hacer sentía que mi corazón latía a mil, me senté en una plaza con una alegría inmensa en mi rostro pero cuando me di cuenta ya estaba amaneciendo, se me había pasado volando el tiempo, pero esta bien estaba muy optimista, lo único que pedía era volver a toparme con esa mujer hermosa, con esa dama de carmesí.
Espero que la hallan disfrutado díganme si quieren que haga el siguiente capitulo.
Saludos
La Dama Carmesí
Capitulo 1: El extraño encuentro.
Veo brillar la luna, en todo su esplendor, oscura y fría se tornaba la noche.
El frío se vuelve tan fuerte que se comienza a sentir su ardor.
Mientras deambulaba solo, nada mas se ve pasar un coche.
Pero de repente de entre las sombras sale una hermosa dama blanca, de vestimenta carmesí, cuyos labios eran tan rojos como los de una jugosa manzana.
Con sobresalientes ojos claros clavo la vista en mi y no supe hacer otra cosa que titubear y preguntar su nombre. A la brevedad la radiante mujer que gano mi atención me respondió, con una voz suave y acogedora diciendo el nombre Mareth.
-¿te vas a quedar ahí viéndome?- esas fueran las palabras de la hermosa mujer después de decir su nombre, rápidamente yo trate de contestarle dándole mi nombre –Hola, mucho gusto, mi nombre es Robert- dije todavía con el titubeo en mis palabras, luego de eso la mujer bajo a la vereda y me miro con una mirada presumida y me pregunto, -Que es lo que tanto vez?- Yo había quedado en un estado de coma por un momento al ver la mirada de la mujer, hasta que reaccione y le respondí, -Eh.. Perdone, ¿me concedería invitarla a tomar algo?, la mujer inmediatamente sonrío y me dijo, -Ese honor normalmente se lo niego a todos, pero tratándose de usted diré que si-, quede impresionado, como podría ser que si a tantos hombre rechazo a mi me diera una oportunidad de algo tan insignificante como tomar un café.
Luego de esa corta charla caminamos por calles vacías y sombrías, donde se hacia notar la sensación de que alguien nos observaba, dado poco tiempo logramos llegar a la habitual calle habitada donde abundaban los negocios y la gente. Nos dirigimos hacia un bar a tomar un café en cuanto estaba por entrar al local Mareth dijo, -Tomémoslo aquí afuera- yo respondí rápidamente -¿Aquí? Hace demasiado frío, ¿no te parece?-
Ella puso un rostro de imploró – No importa tomémoslo aquí, por favor -, yo sin tener otra opción respondí que si y terminamos bebiendo el café fuera del local, en lo que bebíamos el café le pregunte a Mareth -¿Por qué le diste esta oportunidad a un hombre como yo cuando rechazaste a tantos otros?- Esto provoco que Mareth soltara una pequeña risa y le quede una sonrisa pintada en el rostro, -Bueno digamos que sentí una corazonada contigo- me respondió la mujer después de beber un sorbo de café, -Con que una corazonada eh, bueno no se que pensar te me saliste de las sombras y terminamos aquí, eso fue un raro encuentro- le dije mientras frotabas las manos del frió que tenia, -Bueno para empezar el que me invito a tomar algo con tan solo verme fuiste tu- dijo Mareth mientra se reía con lo que continuo con una pregunta -¿No te gusta la luna?- Me pregunto ella, -Bueno supongo que si, cuando la noche se torna oscura y espeluznante es la única luz que alumbra durante la noche, igual que la vela que le dejan las madres a sus hijos para que no tengan miedo-, le respondí, de repente ella bajo la mirada y puso cierto rostro de disgusto,-Madre eh.. Que suerte tienes yo nunca tuve una madre digna que digamos- me dijo Mareth, yo la comencé a mirar y le comencé a decir, -No todo viene de una madre en la vida, el cariño y amor viene de cualquier ser querido-
Sin darme cuenta tenia el brazo rodeándola y lo saque rápidamente, -Pe..Perdón- Le dije con timidez, -No, esta bien, me gusta sentir el calor de tu brazo- dijo Mareth y se acurruco en mi pecho, yo quede rojo de la vergüenza, nunca fui bueno con las chicas, y de la nada se aparecía una hermosa mujer y llegaba hasta este punto no sabia que hacer, así que solamente la abrasé. Ella levanto la cabeza y me miro, -Eres muy gracioso ¿sabias?- Me dijo mientras me puso su mano en mi mejilla, yo tartamudeando le respondí, -Yo no creo que sea un tipo gracioso-, ella largo un risa y se levanto –Mi corazonada era buena por lo que veo, me tengo que ir, si el destino quiere nos volveremos a ver Robert- Dijo luego de eso se fue rápidamente y la perdí entre la oscuridad, estaba demasiado feliz una chica hermosa había dicho esas cosas de mi, no sabia que mas hacer sentía que mi corazón latía a mil, me senté en una plaza con una alegría inmensa en mi rostro pero cuando me di cuenta ya estaba amaneciendo, se me había pasado volando el tiempo, pero esta bien estaba muy optimista, lo único que pedía era volver a toparme con esa mujer hermosa, con esa dama de carmesí.
Espero que la hallan disfrutado díganme si quieren que haga el siguiente capitulo.
Saludos
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