14-06-2018, 10:48 PM
Había sido un largo viaje pero por fin podía divisar a la lejanía el lugar en el que se hospedaría durante la justa. Cerró el libro que había estado leyendo hasta entonces, no por el afán de ignorar a las personas con las que viajaba, simplemente para mantener la mente lejos de la competencia y obtener un largo momento de relajación. A pesar de ello, había dedicado algunos minutos a observar discretamente a quien estaba al alcance de su vista, intentando adivinar (sin mucho éxito) de dónde provenían y cuál era su historia.
Finalmente en el lugar bajó del autobús con una pequeña maleta en mano para dirigirse directamente a su habitación en cuanto la oportunidad se presentara, esperaría el resto de su equipaje ahí mientras se preparaba para descansar después del largo viaje. Mientras tanto, recordó aquellas palabras que la despidieron, todas ellas de aliento, haciéndola sentir un tanto melancólica. [Prometo que me esforzaré al máximo, se sentirán orgullosos de mí] Fue la silenciosa promesa que hizo a aquellos que había dejado en casa, esperando no defraudarlos y demostrarse a sí misma su valor como guerrera. Sin embargo, por mucho que intentara mostrar lo contrario sería una gran mentira decir que no se sentía nerviosa, ahí no habría caballeros para socorrerla, pero sí una gran cantidad de competidores a los cuales no debía subestimar. Aún así intentaba animarse y darse cierta confianza, después de todo se trataba de ella: Athena, la diosa de la estrategia y la inteligencia; para algo debía servir aquel título, eso por no mencionar que los Juegos Olímpicos eran parte de su cultura, eso le daba un poco de ventaja ¿verdad?