REBECCA DAUTREMER
BIOGRAFÍARebecca nació en Gap (Francia) en 1971. Su infancia transcurrió entre valles alpinos y la cercanía del rio Drôme para comenzar estudios de artes decorativas en París. Formada en la Escuela Superior de Artes de la ciudad de la luz pronto encontró su primer trabajo como ilustradora en 1995 para el libro de Alphonse Daudet El niño espía. SU MAGIA
Poseedora de una excelente técnica, sus ilustraciones destacan por la creación de atmosferas sugerentes, de imágenes con un bello misterio, llenas de color y luz. Amante de la fotografía, que ejerció en sus comienzos, sus dibujos son todo un trabajo de encuadre, profundidad y contrastes. Algún trabajo publicitario suyo muestra también su gusto por los colores vivos. Sus actividades como ilustradora y diseñadora de vestidos y escenografías para varios espectáculos le han llevado al cine, estrenándose su primer largometraje como directora artística, bajo la dirección general de Dominique Monféry, Kérity y la casa de los cuentos. Sus dibujos y otras dinamismos artísticos pueden verse en su libro Artbook Rebecca Dautremer (2009, Editions du Chêne). Rebecca tiene una primorosa página web donde puede admirarse su trabajo y novedades:
http://www.rebeccadautremer.com/ ENTREVISTA EN LITERAHARTURA INFANTIL
Un blog que sigo con frecuencia le hizo una entrevista a esta consagrada ilustradora, os transcribo lo que contó a este medio.
Pintando con Rebecca:
¿Cómo fue su infancia cerca de los Alpes? ¿Hay algún momento de aquellos años que usted intente recuperar a través de sus ilustraciones?
Nací el 20 de agosto de 1971 en Gap, en el departamento de Hautes Alpes, muy cerca de Italia. Mis padres eran muy jóvenes y tuve una infancia un poco bohemia. Tengo recuerdos maravillosos. A los cuatro años mi padre nos llevó a la Drôme, una región muy salvaje del Sur de Francia, para criar ovejas y cabras y hacer queso. Eran los años 70 y la ideología de “vuelta a la naturaleza”. Empecé el colegio muy tarde cuando mis padres retornaron al “valle”, algo que no me gustó mucho. Quizás por esto fui durante bastante tiempo muy tímida y un poco salvaje. No tenía muchos amigos. El grupo siempre me ha inquietado un poco. Incluso ahora, cuando han cambiado las cosas, me siento bien en mi oficio que implica una vida bastante solitaria.
Si. El cine, y de manera general la imagen fotográfica, me fascina y me inspira mucho. Pienso siempre como si tuviera una máquina de fotos cuando hago una ilustración. Busco un encuadre, un punto de vista, un ángulo, la profundidad de campo, incluso un tiempo de exposición. Cuando ando escasa de ideas ojeo algún libro de fotografía que tengo y siempre encuentro una pista.En cuanto a la pintura, me siento más gusto con las obras de pintores de los siglos XVI o XVII. Adoro sus retratos, fotografías de la época, sus personajes en una pose congelada sobre fondo neutro. La pintura flamenca me llega mucho y Vermeer -con su luz y sus colores naturales- parece que atrapa la vida en sus cuadros y les da otra existencia. Me gusta también Brueghel y sus criaturas fantásticas, increíblemente modernas. A Velázquez le he visto por primera vez hace poco en el museo del Prado y me emocionó mucho.
Me parece que de manera muy clásica. Necesito un poco de tiempo para “digerir” el texto, sobre todo el universo y el ambiente en que se desarrolla. Pienso mucho en lo que voy a hacer antes de coger un lápiz. Sé los meses que me lleva avanzar con cada libro y tengo el tiempo suficiente para imaginar y soñar con las imágenes que voy a pintar. Intento tener una visión general del libro, saber exactamente el tono y el estilo que tendrá, encontrar el hilo donde prender la historia. Buscar “el ángulo de ataque” mejor, el más personal, que haga que mi libro, en lo posible, sea un poco novedoso. Trato de no aferrarme a mi primera idea, no ir derecho a lo evidente. No es fácil.Si el tema lo demanda, me documento. Pero esto no es siempre necesario. No me engancho nunca mucho a los detalles reales. Si acudo en algún momento a la documentación, siempre viene un momento posterior donde la dejo a un lado para remodelar la imagen a mi manera. A continuación marco “las vías del tren”, es decir, el recorrido del conjunto de páginas del libro para definir el ritmo. Nada es más necesario que conocer al menos el contenido de cada página antes empezar con la primera.
Solo utilizo el gouache. El gouache es un material muy opaco y suelo engrasar un poco mis dibujos cuando les termino, lo que me permite dar un poco de contraste a mis colores; pero nada más. Para mí el color es la luz. Por supuesto que es también decorativo, pero no debería. Mi elección de un color se hace por el contraste o por la luz que aporta. Finalmente, me importa más el valor del color que el tono. En revancha, utilizo muy poco el valor sugestivo del color.
Con mis ilustraciones intento construir una historia que no sea redundante con el texto. No es necesario parafrasearlo ni describirlo palabra por palabra. Trato de proponer otro punto de vista sobre la aventura, de atrapar al lector en un camino paralelo que va enriquecer su lectura y abrirle otras puertas. Hacerle tomar caminos tortuosos que le lleven incluso a dejar la lectura y volverla a retomar más tarde. Ser el contrapunto del autor para cuestionar al lector, para intrigarlo. Me gusta ilustrar un detalle insignificante del texto, poner en funcionamiento un personaje secundario, sorprender al lector para que no se aburra.
Para mi, junto con Benjamin Lacombe, es una de mis ilustradoras favoritas, su técnica y su delicadeza a la hora de contar historias a través de este medio me transporta a un mundo que hace que me olvide de todas mis preocupaciones y disfrute de toda su arte. La verdad es que es toda una artista. Os animo a que conozcaís mas de ella en sus redes sociales y os animeis a comprar a alguna de sus maravillas porque merece mucho la pena.
Instagram: https://www.instagram.com/rebeccadautremer/
Facebook: https://www.facebook.com/rebeccadautremer/
Premios:
Carta Mangaka-Legión: