¡WAKU WAKU!
Todos tenemos momentos de los cuales nos avergonzamos de tan solo recordalos, da igual cuánto tiempo haya pasado. Y estoy segura de que vosotros, foreros, también lo tenéis. ¿Qué os parece si los compartimos y pasamos un buen rato echándonos unas risas? Para perder la vergüenza, empezaré yo:
Recuerdo que durante mi educación primaria, asistimos a un campamento de verano para celebrar juntos nuestro fin de curso. Tengo que admitir que fue genial, no supe disfrutarlo como debería. En ese entonces, a mí me gustaba un chico y nunca conseguía compartir palabras con él aún estando en la misma clase, siempre fui la rarita y eso era una desventaja para mí. (No era rarita, era única. O eso me decía mi madre.(??))
Entonces, hubo un día que conseguí compartir mesa con él y sus amigos a la hora de comer. Ese día tuvimos espaguetis con tomate (nunca vayáis a comer o cenar espaguetis con cualquier salsa en la primera cita, chicos) y tengo que decir que me lo pasé francamente bien. Congeniamos tanto él y yo como con sus amigos, y bromeamos mucho. Toooodas las risas venían de nuestra mesa.
...
Ese fue el mayor error, reír mientras comíamos. Los demás no pasaron nada, recordemos que la protagonista de esta anécdota soy yo.
De tanto reír, un espagueti se me fue por donde no debía y se me subió por la nariz. ¿Imagináis cómo fue tener que sacarse el espagueti por la nariz con el chico que te gusta delante mientras gritaban "qué asco"? No volvió a hablarme por un accidente que tuve con un profesor años después, pero esa es otra historia.
Todos tenemos momentos de los cuales nos avergonzamos de tan solo recordalos, da igual cuánto tiempo haya pasado. Y estoy segura de que vosotros, foreros, también lo tenéis. ¿Qué os parece si los compartimos y pasamos un buen rato echándonos unas risas? Para perder la vergüenza, empezaré yo:
Recuerdo que durante mi educación primaria, asistimos a un campamento de verano para celebrar juntos nuestro fin de curso. Tengo que admitir que fue genial, no supe disfrutarlo como debería. En ese entonces, a mí me gustaba un chico y nunca conseguía compartir palabras con él aún estando en la misma clase, siempre fui la rarita y eso era una desventaja para mí. (No era rarita, era única. O eso me decía mi madre.(??))
Entonces, hubo un día que conseguí compartir mesa con él y sus amigos a la hora de comer. Ese día tuvimos espaguetis con tomate (nunca vayáis a comer o cenar espaguetis con cualquier salsa en la primera cita, chicos) y tengo que decir que me lo pasé francamente bien. Congeniamos tanto él y yo como con sus amigos, y bromeamos mucho. Toooodas las risas venían de nuestra mesa.
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Ese fue el mayor error, reír mientras comíamos. Los demás no pasaron nada, recordemos que la protagonista de esta anécdota soy yo.
De tanto reír, un espagueti se me fue por donde no debía y se me subió por la nariz. ¿Imagináis cómo fue tener que sacarse el espagueti por la nariz con el chico que te gusta delante mientras gritaban "qué asco"? No volvió a hablarme por un accidente que tuve con un profesor años después, pero esa es otra historia.
⭐ ¡WAKU WAKU! ⭐