06-02-2022, 09:05 PM
Y mi corazón se perdió, ¿en donde lo abre puesto? ¿Aquí? ¿Allá?, mi madre me dice que estoy delirando pero eso no es cierto, yo lo sé, solo estoy algo enfermo, eso es todo. Aún no entiendo ¿perdí mi corazón? o ¿me lo robaron?, pues no está dentro mío, no lo siento palpitar... otra vez me dice mi madre que estoy delirando por mi enfermedad pero estoy bien... sólo que no sé donde está mi corazón.
No estoy loco, no soy un lunático, ni tampoco estoy alucinando, ni mucho menos estoy delirando ¿por qué nadie me comprende? ¿Por qué nadie me entiende?... ¡ah ya!... soy el primero que ha perdido el corazón, pero no de una forma sentimental, ninguna mujer podría quitarme mi corazón a cambio de amor, esas cosas no existen en mí.
—No estoy delirando, madre —le digo.
Y es cierto, no estoy delirando, no hago nada, sólo estoy acostado en mi cama, mientras que mi madre me acompaña sentada en una silla cerca de mi lado... y le hablo a ella sobre mi corazón, le digo que lo he perdido, pero dice lo mismo: "estás delirando hijo mío".
Y ella no me comprende, me cree loco pero no lo estoy, se lo aseguro a ella pero no me cree, me mira con cara de afligida.
-Deja de hablar tonterías hijo mío- me dice-. Ya vendrá el doctor y te explicara tu situación.
Pero no quiero esperarlo, quiero buscar aquel corazón que ya no palpita, ya no lo escucho y me siento fallecer, toda va oscureciendo y de poco voy durmiéndome, hasta que finalmente me duermo, no sueño nada, pero escucho algo raro, escucho una voz extraña, quizás le habla a mi madre, quizás es el doctor, lo escucho, hay algo raro en su voz, dice: "—Eso es imposible, su corazón está donde siempre ha estado, él está sumamente equivocado, está simplemente delirando... o quizás se refiere al... corazón de su madre."
—¡¿El corazón de mi madre?! —Gritó saltando de mi cama—. ¿A qué se refiere usted, doctor?
—Pues joven... su madre... murió cuando usted apenas era un niño... ¿no lo recuerda?
Y no lo recordaba, o sólo estoy delirando, o quizás todo es una farsa, un simple sueño... mi madre está allí, sentada en aquella silla, sentada a mi lado y la señalo con mi dedo.
—¡Allí está mi madre, doctor! —le digo.
El doctor me mira raro, a su lado mi abuela me mira espantada, yo no le hago caso, no estoy loco, no estoy delirando, solo vuelvo a acostarme y trato de pensar en donde habré metido mi corazón... o quizás... el corazón de mi pobre madre.
Fin
(2013)
No estoy loco, no soy un lunático, ni tampoco estoy alucinando, ni mucho menos estoy delirando ¿por qué nadie me comprende? ¿Por qué nadie me entiende?... ¡ah ya!... soy el primero que ha perdido el corazón, pero no de una forma sentimental, ninguna mujer podría quitarme mi corazón a cambio de amor, esas cosas no existen en mí.
—No estoy delirando, madre —le digo.
Y es cierto, no estoy delirando, no hago nada, sólo estoy acostado en mi cama, mientras que mi madre me acompaña sentada en una silla cerca de mi lado... y le hablo a ella sobre mi corazón, le digo que lo he perdido, pero dice lo mismo: "estás delirando hijo mío".
Y ella no me comprende, me cree loco pero no lo estoy, se lo aseguro a ella pero no me cree, me mira con cara de afligida.
-Deja de hablar tonterías hijo mío- me dice-. Ya vendrá el doctor y te explicara tu situación.
Pero no quiero esperarlo, quiero buscar aquel corazón que ya no palpita, ya no lo escucho y me siento fallecer, toda va oscureciendo y de poco voy durmiéndome, hasta que finalmente me duermo, no sueño nada, pero escucho algo raro, escucho una voz extraña, quizás le habla a mi madre, quizás es el doctor, lo escucho, hay algo raro en su voz, dice: "—Eso es imposible, su corazón está donde siempre ha estado, él está sumamente equivocado, está simplemente delirando... o quizás se refiere al... corazón de su madre."
—¡¿El corazón de mi madre?! —Gritó saltando de mi cama—. ¿A qué se refiere usted, doctor?
—Pues joven... su madre... murió cuando usted apenas era un niño... ¿no lo recuerda?
Y no lo recordaba, o sólo estoy delirando, o quizás todo es una farsa, un simple sueño... mi madre está allí, sentada en aquella silla, sentada a mi lado y la señalo con mi dedo.
—¡Allí está mi madre, doctor! —le digo.
El doctor me mira raro, a su lado mi abuela me mira espantada, yo no le hago caso, no estoy loco, no estoy delirando, solo vuelvo a acostarme y trato de pensar en donde habré metido mi corazón... o quizás... el corazón de mi pobre madre.
Fin
(2013)