26-09-2020, 10:44 AM
Esta animación consta de 24 montajes basados en imágenes adquiridas por la cámara de navegación de la nave espacial Rosetta de la Agencia Espacial Europea orbitado el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko entre el 19 de Noviembre y el 3 de Diciembre de 2014.
Un espectáculo de luces atmosféricas anteriormente relegado a planetas y lunas de Júpiter ha sido descubierto en un cometa utilizando datos de la nave espacial Rosetta de la ESA.
Los datos de los instrumentos de la NASA a bordo de la misión Rosetta de la ESA (Agencia Espacial Europea) han ayudado a revelar que el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko tiene su propia aurora ultravioleta lejana. Es la primera vez que se documentan tales emisiones electromagnéticas en el ultravioleta lejano en un objeto celeste que no sea un planeta o una luna.
En la Tierra, las auroras (también conocidas como luces del norte o del sur) se generan cuando las partículas cargadas eléctricamente que salen del Sol a gran velocidad golpean la atmósfera superior para crear destellos coloridos de verde, blanco y rojo. En otras partes del sistema solar, Júpiter y algunas de sus lunas, así como Saturno, Urano, Neptuno e incluso Marte, han exhibido su propia versión de la aurora boreal. Pero los fenómenos aún no se habían documentado en los cometas.
Rosetta es el cazador de cometas más viajado y consumado de la exploración espacial. Lanzado en 2004, orbitó el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko (67P/CG) desde Agosto de 2014 hasta su dramático aterrizaje del cometa al final de la misión en Septiembre de 2016. Los datos de este estudio más reciente se basan en lo que los científicos de la misión interpretaron inicialmente como "resplandor diurno", un proceso causado por fotones de luz que interactúan con la envoltura de gas, conocida como coma, que irradia desde y rodea el núcleo del cometa. Pero un nuevo análisis de los datos pinta una imagen muy diferente.
"El resplandor que rodea a 67P/C-G es único", dijo Marina Galand del Imperial College de Londres y autora principal del estudio. "Al vincular datos de numerosos instrumentos de Rosetta, pudimos obtener una mejor imagen de lo que estaba sucediendo. Esto nos permitió identificar sin ambigüedades cómo se forman las emisiones atómicas ultravioleta de 67P/C-G".
Los datos indican que las emisiones de 67P/C-G son en realidad de naturaleza auroral. Los electrones que fluyen en el viento solar, la corriente de partículas cargadas que fluyen desde el Sol, interactúan con el gas en la coma del cometa, rompiendo el agua y otras moléculas. Los átomos resultantes emiten una luz ultravioleta lejana distintiva. Invisible a simple vista, el ultravioleta lejano tiene las longitudes de onda más cortas de radiación en el espectro ultravioleta.
Explorar la emisión de 67P/C-G permitirá a los científicos aprender cómo cambian las partículas del viento solar con el tiempo, algo que es crucial para comprender el clima espacial en todo el sistema solar. Al proporcionar mejor información sobre cómo la radiación del Sol afecta el entorno espacial por el que deben viajar, dicha información podría, en última instancia, ayudar a proteger los satélites y las naves espaciales, así como a los astronautas que viajan a la Luna y Marte.
"Rosetta nos continúa dando regalos", dijo Paul Feldman, investigador de Alice en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore y coautor del artículo. "El tesoro de datos que devolvió durante su visita de dos años al cometa nos ha permitido reescribir el libro sobre estos habitantes más exóticos de nuestro sistema solar y, según todas las cuentas, hay mucho más por venir".
Fuente: NASA en Español.