16-06-2017, 04:07 AM
El Mictlán.
Mictlán significa "Lugar de muerte" y es el inframundo o "más allá" de la cultura mexica a la que eran destinados todos aquellos que murieran sin importar su posición social (exceptuando sólo a algunos con muertes "especiales" como los bebés, las madres que morían al dar a luz, los que morían en guerra y los que morían ahogados).
Según la mitología, está dividido en 9 regiones y cada una presenta una prueba que las almas deben cumplir para poder seguir su camino hacia la morada de los dioses de la muerte, donde se fundirían con el todo y se terminaría su dolor, alcanzando por fin el descanso. Atravesar los 9 niveles tomaba 4 años y en cada prueba el muerto debía demostrar ser digno, inteligente y hábil o de lo contrario quedaba vagando para siempre en el inframundo, sufriendo por la eternidad.
El lugar donde el perro habita.
Todas las regiones son interesantes pero en éste post hablaré sólo de la región del río Apanohuacalhuia, que según la versión puede corresponder a la primera o a la séptima prueba.
El río Apanohuacalhuia es la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos y significa "lugar de los perros" o "lugar donde el perro habita". El único requisito para atravesar exitosamente el río y continuar con el viaje es cruzarlo a nado con la ayuda de un perro rojo. Los perros blancos no podían atravesarlo, pues su pelaje no debía mancharse con la muerte; los perros negros en cambio ya están machados y "ensuciarían" el alma de quien intentara cruzar con uno. En otras versiones se dice que los xoloitzcuincles son los únicos que poseen la capacidad de conducir los espíritus a través de la prueba, sin embargo no hay mención de ello en los textos originales y es más bien una adición moderna al mito (además, los restos fósiles dejan ver que tal raza era tan poco común en la era prehispánica como lo es en la moderna).
No está muy claro si el perro rojo debía ser propiedad del difunto o si se le era asignado después de considerársele digno, lo que era un hecho es que ningún perro cruzaría a una persona que en vida haya sido cruel con los de su misma especie. Esas personas perdían desde la primera prueba la posibilidad del descanso final y quedaban vagando para siempre en la orilla del río, padeciendo del frío y el remordimiento eterno.
Debido al mito, los mexicas criaban perros asegurándose de que fueran felices y amados, hecho documentado en varios textos escritos por españoles durante el choque cultural y también observable en figurillas sobre la vida cotidiana encontradas en todo México.
Cuando era niña, mi abuelita se preguntó un día cuál de todos sus perros sería el que la ayudara a atravesar el río del más allá y aún hoy le advierte a mi mamá de no regañar tanto a nuestro perro o de lo contrario no el ayudará a cruzar el río. Para mí es algo lindo que los dioses del más allá consideren una prueba de pureza el buen trato hacia nuestros amigos caninos.
¡Cuiden a sus perros!
Mictlán significa "Lugar de muerte" y es el inframundo o "más allá" de la cultura mexica a la que eran destinados todos aquellos que murieran sin importar su posición social (exceptuando sólo a algunos con muertes "especiales" como los bebés, las madres que morían al dar a luz, los que morían en guerra y los que morían ahogados).
Según la mitología, está dividido en 9 regiones y cada una presenta una prueba que las almas deben cumplir para poder seguir su camino hacia la morada de los dioses de la muerte, donde se fundirían con el todo y se terminaría su dolor, alcanzando por fin el descanso. Atravesar los 9 niveles tomaba 4 años y en cada prueba el muerto debía demostrar ser digno, inteligente y hábil o de lo contrario quedaba vagando para siempre en el inframundo, sufriendo por la eternidad.
El lugar donde el perro habita.
Todas las regiones son interesantes pero en éste post hablaré sólo de la región del río Apanohuacalhuia, que según la versión puede corresponder a la primera o a la séptima prueba.
El río Apanohuacalhuia es la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos y significa "lugar de los perros" o "lugar donde el perro habita". El único requisito para atravesar exitosamente el río y continuar con el viaje es cruzarlo a nado con la ayuda de un perro rojo. Los perros blancos no podían atravesarlo, pues su pelaje no debía mancharse con la muerte; los perros negros en cambio ya están machados y "ensuciarían" el alma de quien intentara cruzar con uno. En otras versiones se dice que los xoloitzcuincles son los únicos que poseen la capacidad de conducir los espíritus a través de la prueba, sin embargo no hay mención de ello en los textos originales y es más bien una adición moderna al mito (además, los restos fósiles dejan ver que tal raza era tan poco común en la era prehispánica como lo es en la moderna).
No está muy claro si el perro rojo debía ser propiedad del difunto o si se le era asignado después de considerársele digno, lo que era un hecho es que ningún perro cruzaría a una persona que en vida haya sido cruel con los de su misma especie. Esas personas perdían desde la primera prueba la posibilidad del descanso final y quedaban vagando para siempre en la orilla del río, padeciendo del frío y el remordimiento eterno.
Debido al mito, los mexicas criaban perros asegurándose de que fueran felices y amados, hecho documentado en varios textos escritos por españoles durante el choque cultural y también observable en figurillas sobre la vida cotidiana encontradas en todo México.
Los perros danzantes de Colima:
Cuando era niña, mi abuelita se preguntó un día cuál de todos sus perros sería el que la ayudara a atravesar el río del más allá y aún hoy le advierte a mi mamá de no regañar tanto a nuestro perro o de lo contrario no el ayudará a cruzar el río. Para mí es algo lindo que los dioses del más allá consideren una prueba de pureza el buen trato hacia nuestros amigos caninos.
¡Cuiden a sus perros!
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