06-03-2019, 11:13 AM
DISTANCIA
El dolor que perturba a un corazón herido
es el veneno de las lágrimas de nostalgia,
de esa que sientes por lo que no has vivido
y que te hace soñar fantasías y magia.
Debería estar prohibida la distancia,
echarnos de menos con el puño en la boca,
ver a la impaciencia pavonearse con arrogancia
y saber que, aun corriendo, toda distancia es poca.
La añoranza es un mal que se sufre incurable,
te ahoga en el miedo y en anhelos incumplidos,
te arropa en el tiempo, que es el mayor culpable
de robarte el gozo de lo que has conocido.
El odio se despierta en el Babel del olvido,
las almas arden en el infierno de hielo
y andan con sigilo un tortuoso camino
esperando a tocar con sus dedos el cielo.
Tu nombre, tu voz, tu recuerdo,
mi piel al hallazgo del aire que exhalas,
te busco con ansia, pero no te encuentro
y la distancia me hiere como mil balas.
Háblame, por favor, tenme piedad.
Hazme saber que por lo menos existes.
Quiero imaginarte como si fuera verdad
y dejar de mirarme con estos ojos tristes.
El dolor que perturba a un corazón herido
es el veneno de las lágrimas de nostalgia,
de esa que sientes por lo que no has vivido
y que te hace soñar fantasías y magia.
Debería estar prohibida la distancia,
echarnos de menos con el puño en la boca,
ver a la impaciencia pavonearse con arrogancia
y saber que, aun corriendo, toda distancia es poca.
La añoranza es un mal que se sufre incurable,
te ahoga en el miedo y en anhelos incumplidos,
te arropa en el tiempo, que es el mayor culpable
de robarte el gozo de lo que has conocido.
El odio se despierta en el Babel del olvido,
las almas arden en el infierno de hielo
y andan con sigilo un tortuoso camino
esperando a tocar con sus dedos el cielo.
Tu nombre, tu voz, tu recuerdo,
mi piel al hallazgo del aire que exhalas,
te busco con ansia, pero no te encuentro
y la distancia me hiere como mil balas.
Háblame, por favor, tenme piedad.
Hazme saber que por lo menos existes.
Quiero imaginarte como si fuera verdad
y dejar de mirarme con estos ojos tristes.
Ahí os va otro. Es probablemente mi favorito, porque lo puedo aplicar para cualquier persona. Odio la distancia, odio decir adiós a la gente que quiero y odio sentir nostalgia en esas situaciones.