16-06-2020, 05:35 PM
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Hola, hoy os traigo una noticia que ha despertado por completo mi curiosidad, se trata de que al parecer un equipo de cientificos de la universidad de Maryland, ha descubierto unas inesperadas estructuras en el interior de la tierra. Si queréis saber más sobre ello, aquí os dejo un árticulo que explica perfectamente esta novedad científica.
.Un equipo de investigadores de la Universidad de Maryland (EE. UU.) han descubierto mediante técnicas de imagen de vanguardia una serie de enormes e inesperadas estructuras cerca del núcleo de la Tierra, en las profundidades del océano Pacífico entre el núcleo y el manto de la Tierra; un nuevo recordatorio de lo poco que sabemos sobre el interior del planeta donde vivimos.
Todavía se desconoce qué podrían ser estas estructuras de gran heterogeneidad: quizá podría ser magma, fugas de hierro fundido del núcleo u otra cosa, pero con un mapa más completo y detallado de dónde están, los científicos serán capaces de comprender mejor los procesos geológicos que ocurren en el interior.
"Las estructuras anómalas en el límite entre el núcleo y el manto están mucho más extendidas de lo que se pensaba", explica Vedran Lekić, profesor asociado de geología en la Universidad de Maryland, coautor del trabajo que publica la revista Science.
Los expertos usaron un algoritmo de aprendizaje automático llamado Sequencer para analizar la sísmica de cientos de terremotos, recopilados durante décadas, para mapear el interior de la Tierra con detalles sin precedentes, un proceso que compararon con la forma en que los murciélagos usan la ecolocalización para mapear su entorno.
Respecto al núcleo, el límite central se encuentra a unos 2.900 kilómetros debajo de la superficie de la Tierra, por lo que para saber cómo son las condiciones a tanta distancia tenemos que ser creativos. De ahí el uso de herramientas para terremotos.
Cuando tiene lugar un terremoto, produce ondas sísmicas debajo de la superficie de la Tierra capaces de viajar miles de kilómetros. A medida que estas ondas encuentran cambios en la temperatura, la composición o la densidad de las rocas, su velocidad puede cambiar, doblarse o dispersarse de manera que crean ecos que pueden ser detectados por sismógrafos ubicados estratégicamente en lugares de todo el mundo. Medir el tiempo y la amplitud de estos ecos puede revelar las propiedades físicas del subsuelo y revelar estructuras. Pero este estudio fue más allá.
Analizaron miles de grabaciones de ondas sísmicas mientras viajaban por debajo de la cuenca del Océano Pacífico mirando un tipo específico de onda llamada onda de corte, llamada así por su forma de "s". Luego, el algoritmo analizó 7.000 sismogramas de cientos de terremotos con una magnitud de 6,5 o superior alrededor de la cuenca del Océano Pacífico entre 1990 y 2018 con el fin de detectar sistemáticamente ecos sísmicos.
Su análisis reveló una estructura previamente desconocida debajo de las islas volcánicas Marquesas en el Pacífico Sur y mostró que la estructura debajo de las islas hawaianas es mucho más grande de lo que se sabía previamente.
Todavía se desconoce qué podrían ser estas estructuras de gran heterogeneidad: quizá podría ser magma, fugas de hierro fundido del núcleo u otra cosa, pero con un mapa más completo y detallado de dónde están, los científicos serán capaces de comprender mejor los procesos geológicos que ocurren en el interior.
"Las estructuras anómalas en el límite entre el núcleo y el manto están mucho más extendidas de lo que se pensaba", explica Vedran Lekić, profesor asociado de geología en la Universidad de Maryland, coautor del trabajo que publica la revista Science.
Los expertos usaron un algoritmo de aprendizaje automático llamado Sequencer para analizar la sísmica de cientos de terremotos, recopilados durante décadas, para mapear el interior de la Tierra con detalles sin precedentes, un proceso que compararon con la forma en que los murciélagos usan la ecolocalización para mapear su entorno.
Respecto al núcleo, el límite central se encuentra a unos 2.900 kilómetros debajo de la superficie de la Tierra, por lo que para saber cómo son las condiciones a tanta distancia tenemos que ser creativos. De ahí el uso de herramientas para terremotos.
Cuando tiene lugar un terremoto, produce ondas sísmicas debajo de la superficie de la Tierra capaces de viajar miles de kilómetros. A medida que estas ondas encuentran cambios en la temperatura, la composición o la densidad de las rocas, su velocidad puede cambiar, doblarse o dispersarse de manera que crean ecos que pueden ser detectados por sismógrafos ubicados estratégicamente en lugares de todo el mundo. Medir el tiempo y la amplitud de estos ecos puede revelar las propiedades físicas del subsuelo y revelar estructuras. Pero este estudio fue más allá.
Analizaron miles de grabaciones de ondas sísmicas mientras viajaban por debajo de la cuenca del Océano Pacífico mirando un tipo específico de onda llamada onda de corte, llamada así por su forma de "s". Luego, el algoritmo analizó 7.000 sismogramas de cientos de terremotos con una magnitud de 6,5 o superior alrededor de la cuenca del Océano Pacífico entre 1990 y 2018 con el fin de detectar sistemáticamente ecos sísmicos.
Su análisis reveló una estructura previamente desconocida debajo de las islas volcánicas Marquesas en el Pacífico Sur y mostró que la estructura debajo de las islas hawaianas es mucho más grande de lo que se sabía previamente.
Doyeon Kim/University of Maryland
."Al observar miles de ecos del límite del manto central al mismo tiempo, en lugar de centrarse en unos pocos a la vez, como suele hacerse, hemos obtenido una perspectiva totalmente nueva", dijo Doyeon Kim, del Departamento de Geología de la Universidad de Maryland.
"Esto nos muestra que la región límite núcleo-manto tiene muchas estructuras que pueden producir estos ecos, y eso era algo de lo que no nos habíamos dado cuenta antes porque solo teníamos una visión estrecha".
Según los hallazgos, la misteriosa estructura está compuesta por una vasta área de roca inusualmente densa y caliente en el límite entre el núcleo y el manto debajo de Hawái.
"Encontramos ecos en aproximadamente el 40% de todas las rutas de ondas sísmicas", expuso Vedran Lekik, también coautor del estudio. "Eso fue sorprendente porque esperábamos que fueran más raros, y lo que eso significa es que las estructuras anómalas en el límite núcleo-manto están mucho más extendidas de lo que se pensaba".
Seguimos descubriendo más datos de cómo la tectónica de placas ha dado forma a nuestro planeta durante millones de años. Además, gracias a este nuevo método los científicos podrán aplicarlo a otros tipos de ondas y frecuencias, lo que facilitará un nuevo mapa de alta resolución del interior de la Tierra.
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