Hay dolores que se disfrazan de amores
Cómo amores que se convierten en dolores
Lo mío es más bien una resolución del tiempo/espacio donde nada es eterno solo la muerte.
A veces duele más una aguja en el ojo que un escalpelo en la piel.
¿Quién sabe?
Duelen más las heridas abiertas al sentir el fuego en los dedos.
Digamos que soy una persona salvaje y del equipaje.
Mi vida es una narración violenta resumida en el desastre.
Ya si lo asimilas verás a alguien nada sofisticado y mundano.
De errores y aciertos
De carácter animal y humano
De ser demasiado astuto como para volverse torpe ante lo cotidiano.
De dejar ir mucho y nada
Porque mucho es nada y poco es vestir la misma cara.
Puedo permitir la ausencia, estar solo
Yo y mis gatos, o la compañía de seres preciados.
Me construyó por mis errores, conocimientos, virtudes, ropa, libros viejos, escritos basura y el mal humor,
aún que sea un amor...
De la noche y la lluvia, de los pasajes de autobuses.
Al dolor humano, del abrazarme a la tierra fría, del llanto de los que sufren la vida y la muerte del día.
Del dolor de lo "eterno", del sin retorno.
Del sinsentido y sentido que da y doy a mi propia existencia y da la muerte a algo.
No encuentro el punto de negarme a lo nuevo ni el de prestarme a interacciones huecas y esquivas.
Aún sufro la rabia del día y el calor y la ternura de esa casa baldía.
No hay más nuevo en mi mirada abrupta, aunque de optimista me endulce la vista.
Cómo amores que se convierten en dolores
Lo mío es más bien una resolución del tiempo/espacio donde nada es eterno solo la muerte.
A veces duele más una aguja en el ojo que un escalpelo en la piel.
¿Quién sabe?
Duelen más las heridas abiertas al sentir el fuego en los dedos.
Digamos que soy una persona salvaje y del equipaje.
Mi vida es una narración violenta resumida en el desastre.
Ya si lo asimilas verás a alguien nada sofisticado y mundano.
De errores y aciertos
De carácter animal y humano
De ser demasiado astuto como para volverse torpe ante lo cotidiano.
De dejar ir mucho y nada
Porque mucho es nada y poco es vestir la misma cara.
Puedo permitir la ausencia, estar solo
Yo y mis gatos, o la compañía de seres preciados.
Me construyó por mis errores, conocimientos, virtudes, ropa, libros viejos, escritos basura y el mal humor,
aún que sea un amor...
De la noche y la lluvia, de los pasajes de autobuses.
Al dolor humano, del abrazarme a la tierra fría, del llanto de los que sufren la vida y la muerte del día.
Del dolor de lo "eterno", del sin retorno.
Del sinsentido y sentido que da y doy a mi propia existencia y da la muerte a algo.
No encuentro el punto de negarme a lo nuevo ni el de prestarme a interacciones huecas y esquivas.
Aún sufro la rabia del día y el calor y la ternura de esa casa baldía.
No hay más nuevo en mi mirada abrupta, aunque de optimista me endulce la vista.