01-04-2019, 11:18 AM
(Última modificación: 01-04-2019, 11:53 AM por Momo-AnarquiCat.)
Me molesta que cada vez que sale la conversación sobre las geishas alguien apura a decir "pero no son prostitutas" como si fuera una necesidad imperiosa dejar claro que esa forma de la cultura japonesa tan pero tan pintoresca y bonita no tiene nada de malo, nada de machista, nada cuestionable... ¿Pero de verdad creéis que esto es así?
Un poco de contexto:
Las geishas tienen un origen bastante antiguo y en su inicio también había geishas masculinas, ya que se trataban sobre todo de, bueno, artistas, que parecido a los bufones medievales se dedicaban a alegrar las veladas de sus patrones con bailes, música, teatro...etc. Sin embargo poco a poco este trabajo se fue diversificando dando lugar a diversas ocupaciones (bailarines y actores de teatro, rakugo, músicos y damas de compañía a lo que ahora conocemos como geishas). Cabe destacar que el hecho de ser considerados artistas no es que fuera un honor de algún tipo, para nada, y que todo este tipo de trabajos, por más que ahora se celebren y adoren como parte de la cultura japonesa, estaban mal vistos, eran muy marginales y ocurrían todos en los llamados "Barrios Rojos". Muchos de los y las artistas tenían vidas difíciles y debían recurrir a la prostitución y otras formas de ganar dinero de forma alternativa a su trabajo. Esto lo aclaro porque muchas veces la vinculación de las geishas con el arte se usa para defenderlas, pero honestamente, y por muy loable que fuera el trabajo de los artistas y sus vidas, siendo sinceros no eran vidas que uno elegiría por su propio pie, y la mayoría de mujeres y hombres que ejercían este tipo de trabajos eran vendidos a las compañías, okiyas y demases lugares de niños, como si fueran simple ganado. Con esto no quiero echar mierda a estas formas de arte japonesas (y de hecho en occidente pasaba muy parecido, y por ejemplo los actores de teatro durante la época isabelina en Inglaterra tenían más o menos el mismo rango social que las prostutitas)
¿Pero entonces, a fin de cuentas y hoy en día, qué es una Geisha? ¿Al final si que ejerce la prostitución?
Una geisha es lo que en occidente podríamos entender como "dama de compañía" con todas las matizaciones culturales que sean competentes. Básicamente era una persona (ahora mismo mujer aunque en su tiempo hubiera, pocos, hombres) que se dedicaba a hacer más entretenidas las veladas de sus anfitriones, los cuales eran casi siempre hombres, y esto lo hacían dando conversación interesante (eran muy cultas) , tocando música, bailando, y proporcinando un contacto afectuoso y desenfadado que en la represiva sociedad japonesa era harto extraño. Este último punto, que incluía un coqueteo bastante evidente, ya nos da cuenta de que la naturaleza de este tema no era precisamente halagüeña, y si, no es prostitución, pero.... mmmm... Linda peligrosamente con ella ¿no? Al final el trabajo de estas mujeres era básicamente hacer sentir bien a los hombres, admirados, mimados y entretenidos. Era una masturbación al ego y una búsqueda de bienestar y contacto afectuoso, por el que se pagaba a parte. La individualidad de la geisha daba igual, si tenía o no un mal día, su trabajo consistía en ser simpática, adorable y lo que los hombres quisieran que fuera, básicamente un camaleon. ¿Queremos una mujer culta y misteriosa? La geisha interpretaría ese papel, ¿y si prefieres una chica alegre, desenfadada y coqueta? También. La personalidad de ella no importaba en lo absoluto, simplemente sería un reflejo del deseo de sus contratantes.
¿Y se prostituían como tal? La respuesta es si y no. No era la prostitución como tal, pero si, por ejemplo, hay muchos indicios de que antiguamente (esta práctica aparentemente ahora está en desuso, pero estuvo vigente hasta bastante entrado el siglo XX) de que la virginidad de las maikos (aprendices de Geishas) se subastaba al mejor comprador. Por otro lado se sabe que las geishas tienen un amante/mecenas, llamado danna, con el que mantiene una relación en la que pueden estar o no enamorados, pero que sin duda incluye las relaciones sexuales a cambio de financiación monetaria, y si este danna se aburría de la geisha en concreto, esta se vería obligada a buscar uno nuevo. En mi opinión, esto es una forma de prostutición, y a parte, de cosificación de la mujer a la que someten a este tipo de prácticas.
Todo esto no sería tan problemático si naciera de la libertad individual de las mujeres. Pero el problema es que no era así. Las geishas, como mencioné antes (igual que las oiran, que si eran prostitutas) eran vendidas de niñas y sin ningún contemplamiento a las Okiyas donde las formarían para ser geishas, y no eran libres para irse, para tener pareja o novio, para lo que fuera. No podían abandonar la okiya y debían trabajar allí como criadas al principio, como asistentes de otras geishas de mayor rango después y finalmente, pues como geishas. Supuestamente una vez que habían finalizado su aprendizaje podían casarse, tener hijos y todo el tema con quien quisieran, pero a parte de que normalmente casarse implicaba dejar de ejercer su trabajo y la mayoría no lo hacían (esto da a entender que eran actividades incompatibles, por lo que muy inocente con el rollo sexual no era) y el gran número de abortos al que se solían someter da cuenta de que no era tan sencillo como pudiera parecer. A parte hay que tener en cuenta que normalmente estos amantes/mecenas solían ser casados y por tanto la geisha quedaba en un plano secundario, eran siempre "la otra". Esto por no hablar de que se les obligaba a usar maquillajes sumamente tóxicos para su piel y otras cosas que afectaban mucho a su salud (y no es que hubiera opción de no usarlos... Una geisha tenía que verse como una geisha).
Vamos, que en realidad eran vidas sumamente duras, y por más que no se trate de juzgar el pasado con el dedo acusador del presente, estaría bien que dejáramos de romantizar una práctica que, al menos en el pasado, tenía muchísimas cosas cuestionables y bastantes tintes sexistas por decirlo suavemente. Por suerte la mayoría de estas prácticas han caído en desuso.
Ahora solo nos queda preguntarnos algo, y es por qué (cualquiera que haya visto anime y manga, o cine japonés sobre lás épocas que nombramos, especialmente, Meiji y Showa, y también bastante Edo) esta realidad del barrio rojo, que engloba mucho más que las geishas (teatro, rakugo, las famosas y si prostitutas oiran, etc), se narra con una nostalgia tan grande en casi todas las historias que tocan el tema, y con mucho aprecio.
La verdad es que creo que aunque la respuesta es compleja, va por el lado de que, por muy dura y marginal la vida que fuera la vida de los habitantes del barrio rojo, era en estos lugares donde sucedía toda la creatividad, el arte, la expresión cultural y la libertad de un pueblo que durante al menos las últimas eras de su historia fue duramente reprimido. Toda la belleza y el refinamiento que en otras épocas se daba de forma más abierta se quedó encerrada en esos pequeños barrios mientras que en el resto de las ciudades se llevaba la austeridad y una moral muy pacata. Ser geisha o oiran era durísimo, no eran libres, y aparte sufrían bastante durante sus vidas, pero la mujer promedio en japón, sin acceso a estudios y casada por obligación, quizás sufriera incluso más. Al final hablar de los barrios rojos en la ficción es una forma de rescatar un legado cultural importante y hablar de esos artistas que de alguna forma transformaron su país. No podemos hablar de teatro japonés, de pintura (uki-yoe) o incluso manga (gracias Hokusai) o literatura sin pensar en esta gente que de forma dura y con mucho sufrimiento mantuvieron vivo el espíritu cultural de un país profundamente reprimido.
Cuando digo que es necesario dejar de romantizar a las geishas, lo digo porque creo que es necesario dejar de fingir que no pasaba nada malo con esta práctica, y muchas otras, y que es importante llamar a las cosas por su nombre y describirlas como son. Las mujeres en Japón ha estado muy reprimidas (y lo siguen estando, ojo). Esto, por supuesto, no quiere decir negar su papel cultural, o perderles el respeto, muy por el contrario pienso que lo merecen y mucho... Pero ellas, no el sistema que las esclavizaba, ni la parte de la cultura que avalaba esta práctica. Que algo sea cultural, incluso si tiene un lado positivo, no lo hace bueno, ni respetable. Hay cosa que por muy culturales que sean, lo mejor es que desaparezcan.
(este gif y el resto de imágenes de anime son de Shouwa Genroku Rakugo Shinjuu , y si os queréis os haréis el favor de ver esta hermosa serie)
Un poco de contexto:
Las geishas tienen un origen bastante antiguo y en su inicio también había geishas masculinas, ya que se trataban sobre todo de, bueno, artistas, que parecido a los bufones medievales se dedicaban a alegrar las veladas de sus patrones con bailes, música, teatro...etc. Sin embargo poco a poco este trabajo se fue diversificando dando lugar a diversas ocupaciones (bailarines y actores de teatro, rakugo, músicos y damas de compañía a lo que ahora conocemos como geishas). Cabe destacar que el hecho de ser considerados artistas no es que fuera un honor de algún tipo, para nada, y que todo este tipo de trabajos, por más que ahora se celebren y adoren como parte de la cultura japonesa, estaban mal vistos, eran muy marginales y ocurrían todos en los llamados "Barrios Rojos". Muchos de los y las artistas tenían vidas difíciles y debían recurrir a la prostitución y otras formas de ganar dinero de forma alternativa a su trabajo. Esto lo aclaro porque muchas veces la vinculación de las geishas con el arte se usa para defenderlas, pero honestamente, y por muy loable que fuera el trabajo de los artistas y sus vidas, siendo sinceros no eran vidas que uno elegiría por su propio pie, y la mayoría de mujeres y hombres que ejercían este tipo de trabajos eran vendidos a las compañías, okiyas y demases lugares de niños, como si fueran simple ganado. Con esto no quiero echar mierda a estas formas de arte japonesas (y de hecho en occidente pasaba muy parecido, y por ejemplo los actores de teatro durante la época isabelina en Inglaterra tenían más o menos el mismo rango social que las prostutitas)
¿Pero entonces, a fin de cuentas y hoy en día, qué es una Geisha? ¿Al final si que ejerce la prostitución?
Una geisha es lo que en occidente podríamos entender como "dama de compañía" con todas las matizaciones culturales que sean competentes. Básicamente era una persona (ahora mismo mujer aunque en su tiempo hubiera, pocos, hombres) que se dedicaba a hacer más entretenidas las veladas de sus anfitriones, los cuales eran casi siempre hombres, y esto lo hacían dando conversación interesante (eran muy cultas) , tocando música, bailando, y proporcinando un contacto afectuoso y desenfadado que en la represiva sociedad japonesa era harto extraño. Este último punto, que incluía un coqueteo bastante evidente, ya nos da cuenta de que la naturaleza de este tema no era precisamente halagüeña, y si, no es prostitución, pero.... mmmm... Linda peligrosamente con ella ¿no? Al final el trabajo de estas mujeres era básicamente hacer sentir bien a los hombres, admirados, mimados y entretenidos. Era una masturbación al ego y una búsqueda de bienestar y contacto afectuoso, por el que se pagaba a parte. La individualidad de la geisha daba igual, si tenía o no un mal día, su trabajo consistía en ser simpática, adorable y lo que los hombres quisieran que fuera, básicamente un camaleon. ¿Queremos una mujer culta y misteriosa? La geisha interpretaría ese papel, ¿y si prefieres una chica alegre, desenfadada y coqueta? También. La personalidad de ella no importaba en lo absoluto, simplemente sería un reflejo del deseo de sus contratantes.
¿Y se prostituían como tal? La respuesta es si y no. No era la prostitución como tal, pero si, por ejemplo, hay muchos indicios de que antiguamente (esta práctica aparentemente ahora está en desuso, pero estuvo vigente hasta bastante entrado el siglo XX) de que la virginidad de las maikos (aprendices de Geishas) se subastaba al mejor comprador. Por otro lado se sabe que las geishas tienen un amante/mecenas, llamado danna, con el que mantiene una relación en la que pueden estar o no enamorados, pero que sin duda incluye las relaciones sexuales a cambio de financiación monetaria, y si este danna se aburría de la geisha en concreto, esta se vería obligada a buscar uno nuevo. En mi opinión, esto es una forma de prostutición, y a parte, de cosificación de la mujer a la que someten a este tipo de prácticas.
Todo esto no sería tan problemático si naciera de la libertad individual de las mujeres. Pero el problema es que no era así. Las geishas, como mencioné antes (igual que las oiran, que si eran prostitutas) eran vendidas de niñas y sin ningún contemplamiento a las Okiyas donde las formarían para ser geishas, y no eran libres para irse, para tener pareja o novio, para lo que fuera. No podían abandonar la okiya y debían trabajar allí como criadas al principio, como asistentes de otras geishas de mayor rango después y finalmente, pues como geishas. Supuestamente una vez que habían finalizado su aprendizaje podían casarse, tener hijos y todo el tema con quien quisieran, pero a parte de que normalmente casarse implicaba dejar de ejercer su trabajo y la mayoría no lo hacían (esto da a entender que eran actividades incompatibles, por lo que muy inocente con el rollo sexual no era) y el gran número de abortos al que se solían someter da cuenta de que no era tan sencillo como pudiera parecer. A parte hay que tener en cuenta que normalmente estos amantes/mecenas solían ser casados y por tanto la geisha quedaba en un plano secundario, eran siempre "la otra". Esto por no hablar de que se les obligaba a usar maquillajes sumamente tóxicos para su piel y otras cosas que afectaban mucho a su salud (y no es que hubiera opción de no usarlos... Una geisha tenía que verse como una geisha).
Vamos, que en realidad eran vidas sumamente duras, y por más que no se trate de juzgar el pasado con el dedo acusador del presente, estaría bien que dejáramos de romantizar una práctica que, al menos en el pasado, tenía muchísimas cosas cuestionables y bastantes tintes sexistas por decirlo suavemente. Por suerte la mayoría de estas prácticas han caído en desuso.
Ahora solo nos queda preguntarnos algo, y es por qué (cualquiera que haya visto anime y manga, o cine japonés sobre lás épocas que nombramos, especialmente, Meiji y Showa, y también bastante Edo) esta realidad del barrio rojo, que engloba mucho más que las geishas (teatro, rakugo, las famosas y si prostitutas oiran, etc), se narra con una nostalgia tan grande en casi todas las historias que tocan el tema, y con mucho aprecio.
La verdad es que creo que aunque la respuesta es compleja, va por el lado de que, por muy dura y marginal la vida que fuera la vida de los habitantes del barrio rojo, era en estos lugares donde sucedía toda la creatividad, el arte, la expresión cultural y la libertad de un pueblo que durante al menos las últimas eras de su historia fue duramente reprimido. Toda la belleza y el refinamiento que en otras épocas se daba de forma más abierta se quedó encerrada en esos pequeños barrios mientras que en el resto de las ciudades se llevaba la austeridad y una moral muy pacata. Ser geisha o oiran era durísimo, no eran libres, y aparte sufrían bastante durante sus vidas, pero la mujer promedio en japón, sin acceso a estudios y casada por obligación, quizás sufriera incluso más. Al final hablar de los barrios rojos en la ficción es una forma de rescatar un legado cultural importante y hablar de esos artistas que de alguna forma transformaron su país. No podemos hablar de teatro japonés, de pintura (uki-yoe) o incluso manga (gracias Hokusai) o literatura sin pensar en esta gente que de forma dura y con mucho sufrimiento mantuvieron vivo el espíritu cultural de un país profundamente reprimido.
Cuando digo que es necesario dejar de romantizar a las geishas, lo digo porque creo que es necesario dejar de fingir que no pasaba nada malo con esta práctica, y muchas otras, y que es importante llamar a las cosas por su nombre y describirlas como son. Las mujeres en Japón ha estado muy reprimidas (y lo siguen estando, ojo). Esto, por supuesto, no quiere decir negar su papel cultural, o perderles el respeto, muy por el contrario pienso que lo merecen y mucho... Pero ellas, no el sistema que las esclavizaba, ni la parte de la cultura que avalaba esta práctica. Que algo sea cultural, incluso si tiene un lado positivo, no lo hace bueno, ni respetable. Hay cosa que por muy culturales que sean, lo mejor es que desaparezcan.
(este gif y el resto de imágenes de anime son de Shouwa Genroku Rakugo Shinjuu , y si os queréis os haréis el favor de ver esta hermosa serie)