No tanto como imaginar una historia entera. Cuando uno despierta siente que lo soñado es tan intenso que se entusiasma a ese punto, pero después te das cuenta que es muy difícil sostener todo un argumento en base a un lapsus cerebral y que suele tener varias incoherencias. Claro que se puede aprovechar esos destellos que rara vez se te ocurren despierto para adaptarlos en medio de otro escrito ya planificado mientras haya contexto que lo permita. Por ejemplo, usé algún comportamiento de tal persona soñada para un personaje o también me ayuda mucho a describir emociones ante cierta situación.