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Off rol: chicos si que cuesta leerlos y alcanzarlos, no duermen en algún momento? Debo aclarar que las armas que creo se desvanecen cuando ya no las necesito, hasta volver a generarlas.




                  



...siendo el primero en retirarme a los dormitorios, seguí el mapa, tome una llave, la número 5 para ser exactos, y el motivo era simple si mi habitación era la 5 y estaba en el piso 5, la recordaría con facilidad, sobre todo ya que si lo juntabas hacia 55 o también conocido como la SS en la Alemania nazi, además de la llave, tome una maleta grande que tenía un sobre con mi nombre, por la letra y el estilo, sabía que se trataba de mi maestro, ese viejo planea todo, aveces me pregunto si tendrá planeado despedirse antes de morir, como sea, estaba tan cansado que entre a la habitación y prendí la luz, deje mi maleta encima del baúl a los pies de la cama que se encontraba más alejada de la ventana y registre la enorme habitación, nadie había llegado aún, encontré un espejo con una manilla, era una puerta que daba hacia un baño en la habitación, contaba con tina de hidromasaje, por lo que decidí darme un placentero baño, había dejado apagada la luz de la habitación y entre a la tina que llené de agua caliente y regule los masajes, al salir estaba tan relajado que apenas alcance a ponerme la toalla en la cintura y caí dormido en la alfombra del baño, cuando desperté ya había amanecido y tenía frío, vacíe la tina y salí del baño, al salir  vi que alguien más había dejado sus cosas en la habitación, la mariposa de lapislazuli estaba en el estante junto a la puerta, lo que me hizo pensar en la única persona con la que interactúe directamente, la profesora, el resto de los trabajos de mis compañeros y las urracas me lo confirmaron, que vergüenza, menos mal no se le ocurrió tomar un baño a la profesora, mi estómago comenzó a rugir, me puse ropa deportiva ( pantalón, sudadera, chaqueta, zapatillas guantes y por supuesto que también me había puesto ropa interior), un bolso táctico pegado al muslo y de tamaño medio, en el cual llevaba un encendedor, vendas y una botella de agua, arregle mi cabello y salí de la habitación, una vez afuera note que habían pizarras donde cada quien anotaba su nombre al ocupar un dormitorio, procedí a anotar el mío en el cuarto número 5 y luego de leer una gran nota que nos dejó Dianthe, me dirigí a la cafetería.


Casi llegando a la cafetería vi salir apresurado a uno de mis compañeros, parecía algo realmente serio, solo espero que no haya sido la comida lo que lo haya hecho correr tan a prisa, procedí a acercarme al buffet, no tomaría asiento ya que tendría que pararme a cada momento por más comida, debo comer proporcional a la energía que gasto, y es que mantenerse pensando y ejercitar el cuerpo hasta mucha energía, para hacerse una idea de lo que comía diría que era un desayulmuerzo de reyes, desde el buffet miraba a mi clase que estaban reunidos, sonreí al ver que estaban menos ensimismados que ayer, algunos iban y otros venían, incluso regreso una chica que se retiró antes ayer, de pronto note que la profesora se retiró y antes de eso le dijo algo a todos, no alcance a escuchar desde donde estaba pero su gesto en ese momento me pareció tan falto de compasión que me recordó al lugar de donde vengo y no es que odie ese lugar, si no fuera por aquel barrio marginal, quizá yo ni siquiera sabría valerme por mi mismo,pero no lo esperaba de una profesora con una apariencia tan afable, es como si tuviera asumido que no nos vería siempre. Ya satisfecho me dispuse a partir rumbo al bosque, no sin antes reposar para ir ejercitando de camino a la entrada del bosque.

Camine, trote, hacia paradas para elongar y ejercitar un poco, hasta que llegue a la entrada del bosque y vi que varios de mis compañeros ya se encontraban allí, vaya que entusiasmo tenían, me acerque a un árbol donde estaba sentada una de mis compañeras, tome asiento y le dije, - nada más reconfortante y vigorizante que sentarse en el pasto a descansar bajo la sombra de un árbol cierto?- sonreí y continúe  -soy Lissandro, gusto enconocerte- me quedé mirándo sus anillos de garra, después de todo, eran algo inusuales y atento por si llegaba la profesora...

Mientras estaba en mi celular más chicos habían llegado, en eso miré que Hanabi ya había llegado mucho antes que yo, y que otros compañeros ya estaban comenzando a llegar, como Miyamura y otras chicas, pero bueno yo seguía en mi celular. Poco después Hanabi se me acercó preocupada por mi herida, pensé que era una chica muy atenta y amable, al ayudarme vi que en su corazón había bondad, no dije nada solo me quede mirando como me ponía esa crema que sin duda me seria de mucha ayuda. Al terminar se fue y no pude darle las gracias o preguntarle cómo estaba, por lo que tuve que dejar a un lado mi personalidad antisocial y me acerqué a ella, mis padres siempre me decían que hay que ser agradecida con quien te brinda su ayuda sincera, en su memoria seguiré los pasos que me enseñaron. Estaba meditando pero decidí interrumpirla para darle las gracias. - Hanabi, hola muchas gracias por tu ayuda, eres una persona con un corazón muy hermoso - le dije sonriendo, - lamento interrumpirte, veo que estás mejor, es un alivio -. Tengo unas pulseras en mis brazos que mi abuela me enseñó a hacer, sin duda son mi mayor tesoro, son parte de los mejores recuerdos que tuve con ella, murió de pulmonía cuando yo tenía 12 años, quería llevarme bien con ella pues el compañerismo sería la base sólida que nos mantenga unidos y a salvo. Al terminar de agradecerle tome una pulsera de mi brazo izquierdo con mi brazo derecho (el lastimado), y se la di mientras le daba una sonrisa y le decía - no te preocupes, mi brazo está mejor, y sanará rápido gracias a ti -.

Estaba sentada debajo de un árbol metida en mis pensamientos, en eso llega un chico, alto y rubio con un peinado extraño y empezó a hablarme "nada más reconfortante y vigorizante que sentarse en el pasto a descansar bajo la sombra de un árbol cierto?- dijo dando una sonrisa  -soy Lissandro, gusto enconocerte- 

Deje de jugar con el pasto y le sonreí de vuelta "Yumi, el gusto es mío" apesar de tener una apariencia un poco intimidante se veía que era alguien bueno "perdóname, no recuerdo haberte visto ayer o eso creo, no soy buena con las caras, ¿Cual fue tu objeto?"

En ese momento el chico se voltea y me dice "Ah, vaya menos mal que has aparecido, amiga no se si me puedas ayudar a encontrar unos libros, son sobre creaturas magicas, creo que los nombres eran algo como ves-Tia.io, y mostologia en silvia, cultura y fragua. Por cierto gracias por la ayuda de antemano." en ese momento solo pude mirarlo soprendida, me habia llamado amiga, nadie decia que era su amiga....

Luego el chico me dice "Creo que no te he dicho mi nombre, me llamo laslow, pero tu me puedes llamar como quieras. Por cierto me estoy dando cuenta que no soy muy bueno encontrando cosas, espero que no te moleste llevarme hasta la sección." Realmente esta aterrada ahora, es mi trabajo pensaba, respire hondo y dije "Bienevenido a la biblioteca, la sección que buscas se encuentra en el espacio 15, tal vez te refieres a los bestiarios, libros sobre criaturas" me quede callada un segundo y luego dije "Mi nombre es Hye, sigueme por favor" Empece a caminar para que siguiera...

Se había pasado la hora volando y note que quedaba poco tiempo para alistarse para la prueba. “Ugh... bien hecho, lo hiciste de nuevo, idiota. Tengo que ir a buscar algo con que defenderme...” -me dije a mi mismo, viendo lo tarde que me iba a preparar. Lleve lo ensuciado a su debido lugar, y de allí salí apurado hacia la bodega de armas. Era un lugar muy ordenado, y con un aire... incomfortantemente silencioso.


La bodega estaba al cuidado de unas chicas que parecían tener unas chaquetas únicas en toda la academia, con caracteres griegos adornándolos seguidos por un numero. Alpha-4-2, Omega-1-5, y así.
Una de ellas, quien iba por el nombre Delta-3-3, llamó mi atención: “¿Necesitas algo, jovensito?”


“Uhm... S-Si... Necesito un cuchillo o un machete... algo por el estilo...” -dije con algo de timidez. La chica me observo, me sonrío y fue a tomar una de las cuchillas que se mostraban en la pared. En eso, ella recibe una llamada. “Aquí Delta-3-3, encargada de armería... ¡Ah! ¡D-Directora!...” -exclamó, con un poco de alteración. Yo aun la observaba callado, mientras ella con sus ojos me recorría de arriba a abajo. “Si... esta aquí... Si usted lo desea... De inmediato.” -colgó y se dirigió renuevo a la pared, dejando la cuchilla en su lugar. Se retiro hacia otro lugar y abrió una puerta, hacia un lugar bastante iluminado, del cual no pude ver su interior. De allí, trajo una katana en su respectiva funda. “Úsala bien. Ella la ha resguardado por mucho tiempo aquí y según ella, mereces usarla.”


La tome con ambas manos e hice una leve reverencia. “Muchas gracias. La devolveré en una pieza.” Ella me interrumpió nuevamente, y aclaró. “No tienes porque. Dice que es un regalo.”
Me sorprendí un poco y le volví a agradecer. Fui caminando lentamente hacia la entrada del bosque, avistando a algunas personas que se encontraban ahí antes que yo. De camino, intente atar la funda a mi ropa, para tener el arma a mano. “Así que... el bosque esta lleno de monstruos... suerte que te traigo conmigo.”

...miraba a mis compañeros mientras oía a Yumi que se disculpo por no recordarme (lo cual no me molesto en absoluto, después de todo un bajo perfil es esencial para evitar riesgos) y de paso me pregunto por el objeto que entregué, a lo que respondí: - no te preocupes, es normal pasar inadvertido a veces, el objeto que entregue era una mariposa tallada en lapislázuli- de pronto no pude evitar mas disimular mi preocupación, le pedí disculpas a Yumi diciéndole: -espero que esta actividad sea en grupo, me gustaría charlar un poco más pero debo hablar con alguien mas y el tiempo es corto, continuamos luego si te parece bien- sin mas que añadir sonreí y me retire para dirigirme hacia otra de mis compañeras, la chica que jugaba a crear electricidad, quien me parecía que era una de las mas desprotegidas, ella se encontraba hablando con otra chica de cabello azul que también estaba herida, sin embargo solo había visto las habilidades de Yumi y de la chica eléctrica.

una vez junto a ella, espere que terminase de hablarle a la chica de cabello azul y dije: -hola, mi nombre es Lissandro, me urge interrumpirlas- le dije directamente a la chica eléctrica -se me hace imposible ignorar que estas herida- le di un tiempo para que respondiera y así yo proseguir: -me preocupa tu estado sin saber la dificultad de la prueba, no te pediré que te retires de la actividad por hoy, ya que no tengo autoridad para ello e imagino que es algo importante para ti, sin embargo me gustaría darte un consejo, puede que te parezca grosero como lo digo, pero veras que es útil, tienes una habilidad muy versátil, me gusto tu trabajo en la clase anterior y se ve que esa esfera pequeña la dominas a la perfección, es por eso que te sugiero no confiarte solo en la potencia, con un voltaje moderado en el lugar correcto podrías aturdir o hasta causar parálisis, por ejemplo si le das a la nuca o al pecho cerca del corazón, piénsalo-  levante la cabeza y note que llegaba recién un chico de lentes que en clases parecía tímido, pero esta vez traía consigo una katana, la cual hacia que se viera un poco mas seguro, sin embargo, aun parecía que era de los que planificaba mejor de lo que peleaba, lo que me hizo pensar en que la mitad de la clase estaría perdida si el trabajo era individual y una voz en mi cabeza me indicaba que debía hacer algo para reducir las amenazas, quizá trabajar de guarda espaldas me dejo el habito de querer proteger, o el hecho de no poder proteger a mis padres se alivia al proteger a otros, como fuera solo se me ocurría una cosa que podría funcionar pero como hacer para tener la atención de todos?, baje la mirada para ver si la chica al menos se estaba pensando mi consejo...

Cuando estaba terminando de hablar con Hanabi un chico de mi clase se me acerca, me parecía un chico rudo y fuerte, capaz de proteger a alguien, eso me pareció desde que lo vi en la clase por primera vez. El chico se presentó como Lisandro, que bello nombre pensé al oírlo, después me dijo - se me hace imposible ignorar que estás herida - por lo que le respondí, - hola, soy Yuuki, si, este es el resultado de adentrarte en el bosque sin saber sus peligros, pero gracias a Hanabi ya no siento mucho dolor y pronto estará mejor -. Después continuo hablando, - me preocupa tu estado sin saber la dificultad de la prueba, no te pediré que te retires de la actividad hoy, ya que no tengo autoridad para ello e imagino que es algo importante para ti, sin embargo me gustaría darte un consejo - aún que no parecía, cuando mencionó la palabra "consejo" le puse más atención, pues sabía que eso seguramente me serviría, sobre todo en mi estado. - puede que te parezca grosero como lo digo, pero verás que es útil, tienes una habilidad muy versátil, me gustó tu trabajo en la clase anterior y se ve que esa esfera pequeña la dominas a la perfección, es por eso que te sugiero no confiarte solo en la potencia, con un voltaje moderado en el lugar correcto podrías aturdir o hasta causar parálisis, por ejemplo si le das en la nuca o al pecho cerca del corazón, piénsalo -. 

Deje que terminará de hablar y escuché atenta sin voltear la mirada a otro lado como acostumbro hacer mientras hablo, cuando termino pensé un momento en lo que dijo y contesté - eres muy amable, voy a tomar tu consejo, y tranquilo, aún tengo una mano sana, y digamos que soy buena en las artes marciales, mi abuelo es el maestro Hisao Cross él mismo me entreno así que se que seré capaz de defenderme, quizá hayas escuchado hablar de él, es muy famoso, daré todo de mi, se que estaré bien, y debo de hacerme más fuerte, a eso he venido a este lugar - dije con una mirada decidida. - Pero, Hanabi, te pido que cuides de ella, yo no seré útil por ahora - dije un poco decepcionada.

Desperté faltando unos minutos para las 3 por lo que no me duché nuevamente, ta estaba vestido por tanto cogi prisa. Al salir ví por los pasillos a una de mis compañeras jugar con bolas de fuego, parecía fascinada y por un momento la envidié. 

Seguí mi camino sin titubeos y me relaje al ver que la profesora aún no llegaba, ya casi todos estaban allí. 

Hola chicos- pronuncié jadeante