22-07-2017, 10:53 PM
Estaba meditando, sintiendo todas las energías que habían a mi alrededor, tratando de canalizarlas para así hacerme una con la naturaleza, cuando pude escuchar una voz que me parecía muy familiar “-Hanabi, hola muchas gracias por tu ayuda, eres una persona con un corazón muy hermoso-“, al abrir mis ojos y ver hacia abajo note que era Yuki, se miraba muy feliz, no la había visto sonreír de lo que íbamos en la institución, le mire sonriéndole -No tienes por qué agradecerme, tú con anterioridad me habías ayudado, además, no dejaría que uno de mis compañeros estuviese en una condición grave, juro que los tratare de proteger a todos- di una gran sonrisa de oreja a oreja “- lamento interrumpirte, veo que estás mejor, es un alivio –“ me rasque la cabeza dando una leve risa -Descuida, no hacía nada más que tratar de sentir las energías del bosque-.
Al bajar del árbol pude notar que Yuki estaba quitándose una pulsera muy bonita que tenía en su muñeca, estiro su mano y me la dio, estaba ruborizada -¿Es para mí?- la tome y me la puse en mi muñeca izquierda. Mientras la estaba mirando no deje de pensar en el hecho de que era el primer presente que alguien ajeno a mi familia me daba, me puse muy feliz, di una reverencia y le dije -Gracias, la atesorare siempre- ella me sonrió y me dijo "- no te preocupes, mi brazo está mejor, y sanará rápido gracias a ti -."
“Descuida, de echo… Es la primera vez que logro hacer algo por alguien sin ser una cobarde o meter la pata… Pero… Eso nadie lo debe saber jamás”. Antes de poder decir algo al respecto un chico de nuestra clase había llegado, aquel muchacho que hizo su actividad solo, “-hola, mi nombre es Lissandro, me urge interrumpirlas-“ note que estaba más que nada interesado en hablar con Yuki -Adelante, les daré su espacio-.
No me retire del todo del lugar ya que estaban mis cosas debajo de aquel árbol al que me había trepado, saque mi móvil y había recibido un mensaje de Saeko “¿Eh? Ella no suele mandarme mensajes de texto” al abrirlo este decía lo siguiente:
“-Hola Hanabi, disculpa si te interrumpo con tus labores estudiantiles, el gran maestro me pidió encarecidamente que no te hiciera mención de esto, pero tampoco puedo dejar que estés sin saber nada, las escrituras prohibidas del templo trataron de ser robadas, fue por un seguidor de Ren Kazuki aunque tememos que no sea el único, pensaba que a todos ya los habíamos destruido. Sabes el poder y la gravedad de esto, si llegan a tratar de invocar aquellos que no son de la sangre Murasame dejaran al ser que invoquen con un poder ilimitado dentro de este plano terrenal, nadie podrá detenerle y aunque pudieran sabes que el costo es alto… El gran maestro está un poco preocupado ya que tiene el temor de que invoquen al ser destructor de aquel día, Hanabi debes tener cuidado, estoy preocupada por tu bien, si las cosas no mejoran iré por ti -“.
Me estaban temblando un poco las manos “Es absurdo… Los seguidores de ese traidor fueron ejecutados al ser localizados… No pueden haber más, aunque… Si llegan a invocarlo” recordé su rostro y esos ojos tan tenebrosos “Juro que me hare fuerte y algún día lograre enfrentarte… Mefistofeles”. Guarde mi móvil en la bolsa y mire nuevamente a Lissandro y Yuki “- Pero, Hanabi, te pido que cuides de ella, yo no seré útil por ahora –“ dijo un poco cabizbaja, me acerque a ellos y le di una pequeña palmada en el hombro a Yuki y Lissandro -No eres inútil, eres un fuerte a mi parecer, en cuanto a ti Lissandro, no te preocupes por mí, estaré bien- le sonreí a ambos -Si algo llega a salir mal cuando estemos dentro del bosque, invocare a un alma de fuego y lo lanzare al cielo, su luz es tan potente que podrán visualizarlo a lo lejos- “Aunque ahora tengo otras cosas por las que me debo de preocupar” -Entre todos nos protegeremos- les sonreí con un leve rubor en mis mejillas.
Al bajar del árbol pude notar que Yuki estaba quitándose una pulsera muy bonita que tenía en su muñeca, estiro su mano y me la dio, estaba ruborizada -¿Es para mí?- la tome y me la puse en mi muñeca izquierda. Mientras la estaba mirando no deje de pensar en el hecho de que era el primer presente que alguien ajeno a mi familia me daba, me puse muy feliz, di una reverencia y le dije -Gracias, la atesorare siempre- ella me sonrió y me dijo "- no te preocupes, mi brazo está mejor, y sanará rápido gracias a ti -."
“Descuida, de echo… Es la primera vez que logro hacer algo por alguien sin ser una cobarde o meter la pata… Pero… Eso nadie lo debe saber jamás”. Antes de poder decir algo al respecto un chico de nuestra clase había llegado, aquel muchacho que hizo su actividad solo, “-hola, mi nombre es Lissandro, me urge interrumpirlas-“ note que estaba más que nada interesado en hablar con Yuki -Adelante, les daré su espacio-.
No me retire del todo del lugar ya que estaban mis cosas debajo de aquel árbol al que me había trepado, saque mi móvil y había recibido un mensaje de Saeko “¿Eh? Ella no suele mandarme mensajes de texto” al abrirlo este decía lo siguiente:
“-Hola Hanabi, disculpa si te interrumpo con tus labores estudiantiles, el gran maestro me pidió encarecidamente que no te hiciera mención de esto, pero tampoco puedo dejar que estés sin saber nada, las escrituras prohibidas del templo trataron de ser robadas, fue por un seguidor de Ren Kazuki aunque tememos que no sea el único, pensaba que a todos ya los habíamos destruido. Sabes el poder y la gravedad de esto, si llegan a tratar de invocar aquellos que no son de la sangre Murasame dejaran al ser que invoquen con un poder ilimitado dentro de este plano terrenal, nadie podrá detenerle y aunque pudieran sabes que el costo es alto… El gran maestro está un poco preocupado ya que tiene el temor de que invoquen al ser destructor de aquel día, Hanabi debes tener cuidado, estoy preocupada por tu bien, si las cosas no mejoran iré por ti -“.
Me estaban temblando un poco las manos “Es absurdo… Los seguidores de ese traidor fueron ejecutados al ser localizados… No pueden haber más, aunque… Si llegan a invocarlo” recordé su rostro y esos ojos tan tenebrosos “Juro que me hare fuerte y algún día lograre enfrentarte… Mefistofeles”. Guarde mi móvil en la bolsa y mire nuevamente a Lissandro y Yuki “- Pero, Hanabi, te pido que cuides de ella, yo no seré útil por ahora –“ dijo un poco cabizbaja, me acerque a ellos y le di una pequeña palmada en el hombro a Yuki y Lissandro -No eres inútil, eres un fuerte a mi parecer, en cuanto a ti Lissandro, no te preocupes por mí, estaré bien- le sonreí a ambos -Si algo llega a salir mal cuando estemos dentro del bosque, invocare a un alma de fuego y lo lanzare al cielo, su luz es tan potente que podrán visualizarlo a lo lejos- “Aunque ahora tengo otras cosas por las que me debo de preocupar” -Entre todos nos protegeremos- les sonreí con un leve rubor en mis mejillas.