¿Alguna vez han sentido ese instinto de querer proteger a alguien por sobre todas las cosas?, desde que mis padres murieron siempre he tenido ese instinto. - Permíteme ayudarte - dijo el chico, pero yo me negué, no quería causarle más molestias, estaba tan avergonzada de haberme puesto en peligro tan estúpidamente. - No, gracias puedo sola - le contesté, pero al tratar de levantarme y caminar de nuevo no podía sostenerme por completo así que volví a caer, de pronto el chico me tomo y me subió a sus hombros a la fuerza, " espera, ¿que haces?" pensé, "¿porque estás haciendo esto?". No podía decir nada, ni siquiera pedir que me bajara, sabía que era inútil resistirme y que en verdad necesitaba su ayuda para salir de ahí. El chico corría lo más rápido, lo único que miraba desde sus hombros eran sus pies moviéndose rápidamente, de pronto perdí el conocimiento antes de salir del bosque.
- Yuuki -, - ¿mamá? -, - despierta cariño -. De pronto comencé a recobrar el conocimiento, abría mis ojos lentamente mientras notaba un ligero dolor en el cuerpo y sobre todo en mi brazo. Abrí los ojos y mire el techo, "reconozco este techo" dije en mi mente, después comencé a mirar a mi alrededor y note que era la enfermería de la Academia, donde ya había estado la noche anterior. Miré hacia un lado y estaba el chico que me había salvado. - tú - dije al mirarlo a los ojos, - ¿estás bien? - me preguntó el chico. Al notar que sus manos sostenía las mías las retire rápidamente mientras volteaba la mirada, - Si, estoy bien - le respondí, noté que tenía el brazo vendado y dije - rayos, esto no es bueno - mientras me lo miraba, después miré hacia la ventana, y por la luz del sol pude notar que seguramente había pasado casi toda la mañana en la enfermería. Dije con tristeza en mi mirada, - Cuando yo nací ya existía una ley en mi familia, que ordenaba practicar nuestras habilidades lejos de cualquier persona que pudiera salir lastimada -, hice una pausa seguida de un suspiro y continué hablando, - yo solo quería encontrar un lugar seguro donde pueda practicar, sin dañar a nadie, mi habilidad puede ser muy peligrosa para otras personas -. Lo volví a mirar a los ojos mientras le decía - Gracias por salvarme, me asegurare de regresarte el favor -. Después me levanté suavemente de la cama. El chico me insistió en que siguiera descansando, pero yo sabía que no tenía tiempo para estar recostada. - Ahora con más razón debo de asistir a clases - le respondí sin hacerle caso cuando me recomendaba seguir aquí. - Alumna, espere - me decía una enfermera que iba entrando mientras salía.