Miraba hacia abajo mientras me sostenía y buscaba algo para poder poner mis pies y tomar impulso para subir, no quería rendirme pero mi cuerpo estaba muy débil, ni siquiera sabía cómo aún tenía la fuerza para sostenerme, ¿ganas de vivir quizá?. De pronto un chico se acercó gritando - ¡Dame la mano! -. En ese momento al escuchar su voz, sentí un gran alivió recorriendo tomo mi cuerpo, trataba de sostener sus manos pero mis dedos se resbalaban, no podía sostenerlas, de pronto se agacho más y por fin pude alcanzarla con mi brazo izquierdo y subir. Me senté en el piso tratando de tomar aire y tranquilizar mis nervios. "No puede ser, estaba a punto de morir" pensé. - ¿Estas bien? - dijo el chico, solo me le quedé mirando porque aún estaba nerviosa, - ¿estás bien? - volvió a preguntarme, lo observé bien y recordé que lo había visto en clase, estaba apunto de contestarle pero él siguió hablando. - tu brazo está sangrando - me dijo. No me importaba mi brazo, lo importante era salir de aquí antes de que la criatura regrese. Al ver que el chico estaba demasiado cerca de mi lo hice a un lado con mi brazo levemente, - estoy bien, debemos salir de aquí - dije mientras me levantaba. - no es seguro, puede regresar, no creo que haya muerto, hay que salir de aquí - dije mientras trataba de caminar, pero mi cuerpo todavía estaba muy débil por el poder que utilice. caí al suelo al sentirme mareada.