02-02-2022, 03:37 PM
Día de la Candelaria, origen y significado del 2 de Febrero
La fiesta del Día de la Candelaria o también conocida en varios países de Latinoamérica y en España como la “Fiesta de la Luz”, es una celebración religiosa que desde hace siglos elogia la imagen de la Virgen de la Candelaria y su purificación después de la presentación de Jesús en la iglesia. Este hecho ocurrió, de acuerdo a la religión católica, justo 40 días después del nacimiento de Jesús, es decir, el 2 de febrero.
México tiene una larga tradición celebrando esta fecha que llena de alegría a los pobladores de diversos estados de la República Mexicana, como: Jalisco, Campeche y Ciudad de México. Sin embargo, la localidad de Tlacotalpan, Veracruz, debido a sus icónicos y tradicionales eventos, es la más notoria cuando se trata de celebrar a la Virgen de la Candelaria.
Durante esta festividad los habitantes de la localidad también llamada “La perla del Papaloapan”, se engalanan para venerar a la virgen patrona de la localidad, que el 2 de febrero es escoltada por más de 100 jinetes que recorren lentamente las calles de la ciudad, hasta llegar al río donde se le ruega a la Virgen de la Candelaria por protección para evitar inundaciones y prosperidad en la pesca.
Además, conforme cae la noche y los días transcurren, los “toritos” que salen de los talleres de los coheteros comienzan a llenar de luces las empedradas calles y los rostros de los visitantes y pobladores de esta localidad veracruzana.
Bailando al ritmo veracruzano
Es así como la tradición se lleva a cabo desde 1979, al terminar de cantarle las «Mañanitas» a la virgen, los mejores intérpretes del son jarocho se reúnen en la famosa Plaza de Doña Martha y el Parque Zaragoza de Tlacotalpan, para llenar el ambiente con música y fandangos que invitan a toda la comunidad a bailar y divertirse por varios días.
Además, las Mojigangas, que son grandes y coloridas figuras de papel elaboradas especialmente para este festejo, salen a desfilar por el pueblo para divertir a todos con sus caricaturescos rostros.
Así como la música y el baile no faltan, la buena comida también se hace presente con los platillos típicos de la región, como el arroz a la tumbada (caldo de pescado con arroz), el mondongo (caldo con panza de res), las gorditas de anís, la sopa borracha y el dulce de leche, que son grandes representantes de la riqueza gastronómica del estado.
Al ser una de las fiestas más importantes de la localidad, en Tlacotalpan los festejos comienzan desde el 31 de enero y se prolongan hasta el 9 de febrero. Días en los que la fiesta no para.
¿CUÁL ES SU SIGNIFICADO Y POR QUÉ SE CELEBRA CON TAMALES?
En la tradición cristiana, se eligió conmemorar el 2 de febrero porque es cuando se cumplen 40 días después de la navidad, tiempo durante el que la Virgen se purificó después del nacimiento de Jesús y acudió a la iglesia con candelas para dar gracias.
Durante la época virreinal, los españoles llevaron a México la tradición de ir a la iglesia con velas cada 2 de febrero para agradecer por el mensaje de amor, luz y esperanza que trajo para la humanidad el nacimiento del niño Dios.
En México, la tradición no solo empezó a cobrar cada vez mayor fuerza sino también tintes distintivos. Además de ir a la iglesia con velas, los fieles comenzaron a llevar representaciones del niño Dios ataviado con distintos atuendos.
Comer tamales, costumbre que ha traspasado fronteras
Se instauró, además, la costumbre de comer tamales, que ha traspasado fronteras y hoy es muy popular también en Estados Unidos.
La relación de la festividad del Día de la Candelaria con los tamales se debe a que, en las culturas prehispánicas, el maíz era utilizado como ofrenda para los dioses.
En su libro Historia general de las cosas de Nueva España, fray Bernardino de Sahagún relata que los indígenas ofrecían tamales a Tlaloc, el dios de la lluvia, para que los ayudara a tener buenas cosechas. Debido a que la ceremonia tenía lugar cada 2 de febrero, los dos festejos se fusionaron.
La fiesta del Día de la Candelaria o también conocida en varios países de Latinoamérica y en España como la “Fiesta de la Luz”, es una celebración religiosa que desde hace siglos elogia la imagen de la Virgen de la Candelaria y su purificación después de la presentación de Jesús en la iglesia. Este hecho ocurrió, de acuerdo a la religión católica, justo 40 días después del nacimiento de Jesús, es decir, el 2 de febrero.
México tiene una larga tradición celebrando esta fecha que llena de alegría a los pobladores de diversos estados de la República Mexicana, como: Jalisco, Campeche y Ciudad de México. Sin embargo, la localidad de Tlacotalpan, Veracruz, debido a sus icónicos y tradicionales eventos, es la más notoria cuando se trata de celebrar a la Virgen de la Candelaria.
Durante esta festividad los habitantes de la localidad también llamada “La perla del Papaloapan”, se engalanan para venerar a la virgen patrona de la localidad, que el 2 de febrero es escoltada por más de 100 jinetes que recorren lentamente las calles de la ciudad, hasta llegar al río donde se le ruega a la Virgen de la Candelaria por protección para evitar inundaciones y prosperidad en la pesca.
Además, conforme cae la noche y los días transcurren, los “toritos” que salen de los talleres de los coheteros comienzan a llenar de luces las empedradas calles y los rostros de los visitantes y pobladores de esta localidad veracruzana.
Bailando al ritmo veracruzano
Es así como la tradición se lleva a cabo desde 1979, al terminar de cantarle las «Mañanitas» a la virgen, los mejores intérpretes del son jarocho se reúnen en la famosa Plaza de Doña Martha y el Parque Zaragoza de Tlacotalpan, para llenar el ambiente con música y fandangos que invitan a toda la comunidad a bailar y divertirse por varios días.
Además, las Mojigangas, que son grandes y coloridas figuras de papel elaboradas especialmente para este festejo, salen a desfilar por el pueblo para divertir a todos con sus caricaturescos rostros.
Así como la música y el baile no faltan, la buena comida también se hace presente con los platillos típicos de la región, como el arroz a la tumbada (caldo de pescado con arroz), el mondongo (caldo con panza de res), las gorditas de anís, la sopa borracha y el dulce de leche, que son grandes representantes de la riqueza gastronómica del estado.
Al ser una de las fiestas más importantes de la localidad, en Tlacotalpan los festejos comienzan desde el 31 de enero y se prolongan hasta el 9 de febrero. Días en los que la fiesta no para.
¿CUÁL ES SU SIGNIFICADO Y POR QUÉ SE CELEBRA CON TAMALES?
En la tradición cristiana, se eligió conmemorar el 2 de febrero porque es cuando se cumplen 40 días después de la navidad, tiempo durante el que la Virgen se purificó después del nacimiento de Jesús y acudió a la iglesia con candelas para dar gracias.
Durante la época virreinal, los españoles llevaron a México la tradición de ir a la iglesia con velas cada 2 de febrero para agradecer por el mensaje de amor, luz y esperanza que trajo para la humanidad el nacimiento del niño Dios.
En México, la tradición no solo empezó a cobrar cada vez mayor fuerza sino también tintes distintivos. Además de ir a la iglesia con velas, los fieles comenzaron a llevar representaciones del niño Dios ataviado con distintos atuendos.
Comer tamales, costumbre que ha traspasado fronteras
Se instauró, además, la costumbre de comer tamales, que ha traspasado fronteras y hoy es muy popular también en Estados Unidos.
La relación de la festividad del Día de la Candelaria con los tamales se debe a que, en las culturas prehispánicas, el maíz era utilizado como ofrenda para los dioses.
En su libro Historia general de las cosas de Nueva España, fray Bernardino de Sahagún relata que los indígenas ofrecían tamales a Tlaloc, el dios de la lluvia, para que los ayudara a tener buenas cosechas. Debido a que la ceremonia tenía lugar cada 2 de febrero, los dos festejos se fusionaron.