31-03-2019, 05:58 AM
(Última modificación: 31-03-2019, 06:00 AM por ChouhiMori.)
He hecho muchas tonterías, estupideces e imprudencias, a lo largo de mi vida, ya que soy de esas personas mayormente impulsivas y que no piensan muy bien las cosas, más allá de dificultades inmediatas. Pero la que tengo más fresca fue una que pasó el año pasado (que no fue algo imprudente, pero fue super inusual).
Vivía en otro sitio, con una señora que me dio su hogar para vivir mientras arreglaba mi situación y papeles, (y que actualmente quiero mucho, como si fuese mi abuela). Y a principios de año, un olor muy fuerte comenzó a sentirse por toda la casa, además de moscas. Un olor a podrido muy concentrado. Buscamos por todos lados, pero no encontrábamos nada. Hasta que de pronto, ella, al asomarse entre las plantas de la entrada (que es una bajada llena de enrredaderas, plantas muy espesas y variadas, MUUUUY tupidas y altas) encontró a una gallina que estaba ocultándose allí, le faltaba parte del trasero, y estaba llena de gusanos e infecciones muy avanzadas. Era ese pobre el que olía así de mal, y lo peor era imaginarse el tiempo que llevaba allí (una semana). Me cambié de ropa (a una más simple) y salí de la casa para buscar alguna forma de llegar a ella. Me arrastré entre la maleza, y en varias ocaciones tuve que hacerme paso rompiendo varias plantas, hasta alcanzarla y acorralarla. La tomé, y comencé a pensar qué hacer con ella, mientras analizaba. Y di con la conclusión que, la pobre no iba a sobrevivir (le faltaban muchas partes vitales, y chorreaba pus). Me senté en la tierra, y comencé a verla, mientras pensaba y respiraba lentamente, sabiendo lo que tendría que hacer. Me disculpé con ella, aunque supiese que no me entendía un carajo, y la maté. Fue lo más fugaz, extraño e incómodo que hice en mi vida. Y aunque siento que lo que hice fue lo correcto, jamás había hecho algo así, especialmente con un animal.
Vivía en otro sitio, con una señora que me dio su hogar para vivir mientras arreglaba mi situación y papeles, (y que actualmente quiero mucho, como si fuese mi abuela). Y a principios de año, un olor muy fuerte comenzó a sentirse por toda la casa, además de moscas. Un olor a podrido muy concentrado. Buscamos por todos lados, pero no encontrábamos nada. Hasta que de pronto, ella, al asomarse entre las plantas de la entrada (que es una bajada llena de enrredaderas, plantas muy espesas y variadas, MUUUUY tupidas y altas) encontró a una gallina que estaba ocultándose allí, le faltaba parte del trasero, y estaba llena de gusanos e infecciones muy avanzadas. Era ese pobre el que olía así de mal, y lo peor era imaginarse el tiempo que llevaba allí (una semana). Me cambié de ropa (a una más simple) y salí de la casa para buscar alguna forma de llegar a ella. Me arrastré entre la maleza, y en varias ocaciones tuve que hacerme paso rompiendo varias plantas, hasta alcanzarla y acorralarla. La tomé, y comencé a pensar qué hacer con ella, mientras analizaba. Y di con la conclusión que, la pobre no iba a sobrevivir (le faltaban muchas partes vitales, y chorreaba pus). Me senté en la tierra, y comencé a verla, mientras pensaba y respiraba lentamente, sabiendo lo que tendría que hacer. Me disculpé con ella, aunque supiese que no me entendía un carajo, y la maté. Fue lo más fugaz, extraño e incómodo que hice en mi vida. Y aunque siento que lo que hice fue lo correcto, jamás había hecho algo así, especialmente con un animal.