26-10-2021, 03:43 AM
Me gustó la idea de cómo lo planteó @"Hanju 11" así que espero me permita que la copie.
Enero: Volviendo de las fiestas, esfuerzo final con gusto y vacaciones de verano.
Febrero: Volviendo al infierno llamado trabajo, con el calor y el hermoso humor que caracteriza a las personas, sobre todo con ese clima.
Marzo: El domingo que festejaba mi cumpleaños se decretaba la suspensión de clases por covid y mis primos bailaban en una pata. La cosa se fue poniendo seria al punto que también afectó al trabajo y hubo que parar por un tiempo.
Abril: Me convertí en un experto del Captain Tsubasa Dream Team, al cual ya venía viciando, pero la cuarentena lo potenció. Me terminaría involucrando en la organización de eventos de la versión global. Al menos sentí que hacía algo importante aparte de jugar.
Mayo: Volvemos de lleno al trabajo, se terminan de ir los días lindos por completo, recrudece la pandemia y en esta parte me tocó "despedir" gente conocida. Ningún familiar cercano, por suerte.
Junio/Julio: Vuelve a haber un pequeño parate laboral, se trastornan los horarios haciéndonos laburar de corrido y más adelante volviendo a lo habitual pero con menos horas.
Agosto: Pasaron 5 meses y todavía seguís encontrando gente que no sabe usar el barbijo, para varios parece más un contenedor de papadas. Mi vida, igual: trabajo, organizar, jugar, dormir.
Septiembre: Apoyo a mi viejo en un proyecto musical que se le presentó, lo acompaño los fines de semana y doy una mano en los ensayos con protocolos.
Octubre/Noviembre = Abril + Agosto + Septiembre
Diciembre: Pensé cientas de veces: "necesito vacaciones urgente". Al fin vuelvo a ver en navidad a mi tío y primos, los últimos familiares con quienes me había reunido en marzo.
En resumen, un año súper caca.
Enero: Volviendo de las fiestas, esfuerzo final con gusto y vacaciones de verano.
Febrero: Volviendo al infierno llamado trabajo, con el calor y el hermoso humor que caracteriza a las personas, sobre todo con ese clima.
Marzo: El domingo que festejaba mi cumpleaños se decretaba la suspensión de clases por covid y mis primos bailaban en una pata. La cosa se fue poniendo seria al punto que también afectó al trabajo y hubo que parar por un tiempo.
Abril: Me convertí en un experto del Captain Tsubasa Dream Team, al cual ya venía viciando, pero la cuarentena lo potenció. Me terminaría involucrando en la organización de eventos de la versión global. Al menos sentí que hacía algo importante aparte de jugar.
Mayo: Volvemos de lleno al trabajo, se terminan de ir los días lindos por completo, recrudece la pandemia y en esta parte me tocó "despedir" gente conocida. Ningún familiar cercano, por suerte.
Junio/Julio: Vuelve a haber un pequeño parate laboral, se trastornan los horarios haciéndonos laburar de corrido y más adelante volviendo a lo habitual pero con menos horas.
Agosto: Pasaron 5 meses y todavía seguís encontrando gente que no sabe usar el barbijo, para varios parece más un contenedor de papadas. Mi vida, igual: trabajo, organizar, jugar, dormir.
Septiembre: Apoyo a mi viejo en un proyecto musical que se le presentó, lo acompaño los fines de semana y doy una mano en los ensayos con protocolos.
Octubre/Noviembre = Abril + Agosto + Septiembre
Diciembre: Pensé cientas de veces: "necesito vacaciones urgente". Al fin vuelvo a ver en navidad a mi tío y primos, los últimos familiares con quienes me había reunido en marzo.
En resumen, un año súper caca.