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Ya podrías ser tu el hombre biónico con todo eso... 

Aunque la verdad no tengo mucho para juzgar porque también suelo ir por la vida de negligente. La mayoría de mis encuentros cercanos con la muerte tienen más que ver conmigo siendo idiota en la acera o al cruzar las calles (miren a ambos lados chicos, es importante), no en pocas ocasiones has estado a punto de convertirme en adorno de la defensa de algún carro o camión de carga. Pero también tengo otras~

-Con 14 años en la secundaria escalé la barda de la escuela para intentar recuperar un balón, en el proceso hice un corte en una vena de la mano izquierda... no recuperé ese balón jamás.
-A los 16 me monté en un carrito del super con un amigo y nos tiramos por una pendiente... fueron los 30s peor gastados de mi vida. Por poco nos lleva un camión de carga y al final acabamos casi sin brazos y piernas (te extraño Lu~)
-A los 18 un grupo de vándalos entro a la escuela para sacarnos a punta de cañón. A mi no se me ocurrió nada mejor que armar escándalo y por poco me vuelan los sesos (Lu, donde quiera que estés eres un ángel). 
-A los 20 igual, oootra vez los vándalos en la escuela... esta vez salimos en calma pero un petardo impacto contra el parabrisas del carro  justo en el lado del copiloto donde yo iba sentada, de no haber llevado encima las mil mochilas de mis compañeros me daba a mi en lugar de haberse quedado entre libros de la biblioteca.
-El año pasado resbalé en el corredor de las vías del subterráneo, quedé con la mitad del cuerpo colgando y por suerte (y gracias esta vez a las ancianitas gritonas) apenas logré subirme antes de que pasara para rebanarme. 

Yyyy... creo que es todo. 
Este año he estado bastante a salvo quitando algunas cosillas que no fueron tan extremas. 

No recuerdo muy bien la edad...

Una vez casi mori ahogado, fui a la playa con unos amigos y uno de los padres de mis amigos me enseño a nadar , agarre confianza y me fui a lo mas profundo que pude , no me habían enseñado a sumergirme pero lo hice, cuando intente subir a la superficie me di cuenta que una de mis piernas estaba atorada con una alga, no podia subir y comence  a respirar agua, el dolor en los pulmones es  terrible, por suerte logre subir a la superficie y me ayudaron.

(06-12-2018, 11:23 PM)Rouu escribió: Ya podrías ser tu el hombre biónico con todo eso...

Usted me  gana, y por bastante, joven dama, mire que vivió demasiadas cosas.

Afortunadamente a mí no me ha pasado tanto.

Algo semejante a subir para conseguir su balón fue que en una fiesta me desangré por una cortada de un centímetro en el pulgar.

Y lo que nos falta todavía.

Saludos.

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(06-12-2018, 11:29 PM)Klass~ escribió:

ok... es un tema un poco complejo, y me he quedado pensando que he sido poco más que idiota 

pero no recuerdo la edad exacta que tenía en esos momentos, salvo las mas recientes...

Jo... caballero, tanto me parecieron cómicas unas cosas, cómo otras en serio me dolieron con sólo leerlas... espero no pase por tanto más, que en serio su vida ha sido mucho muy riesgosa.

Saludos.

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(07-12-2018, 12:15 AM)Chaizuru escribió: No recuerdo muy bien la edad...

Me pasó buceando, si es agua salada se siente terrible si se respira por la nariz; y el pánico, hombre, el pánico en serio que se puede apoderar de uno muy fácil.

Que bueno que salió con bien de esa.

Saludos.

A ver que haga memoria... 

• La primera vez recuerdo que estaba en el colegio, estábamos jugando a la linde de una especie de barranco y justo, discutí con un muchacho. Pues al idiota no se le ocurrió otra cosa que empujarme por el barranco... Yo no sé cuantas vueltas di, ni como salí de ahí pero sí que recuerdo como las profesoras me tuvieron que curar toda la espalda llena de arañazos. Capaz de haberme matado. Llamaron a casa y todo para que mi madre viniese a por mi, así que... todo lo malo tiene algo bueno (?). 
  

• Otra de las veces que recuerdo estaba jugando de niña con mi hermana y otros amigos que teníamos por donde vivíamos. El lugar la verdad que no sé como describirlo pero donde estábamos jugando era un sitio alto y había vallas de mármol que protegían de no caerte a lo que iba siendo la parte baja de un patio. El caso es que jugando al pilla pilla no se le ocurrió otra cosa a la lista de turno (yo) que cruzar las vallas, uno de los niños intentó atraparme a través de ellas, yo di un paso para atrás y hala, niña cayendo al patio. Era una altura desde la que podía haberme matado, menos mal que caí de pie y no me hice absolutamente nada. Sólo tuve algo de dolor en el tobillo, una buena torta de mi madre y un gran castigo por parte de mi padre. Por hacer el tonto.   
  

• La siguiente que recuerdo estaba en el pueblo y a mi me encantaban los castillos hinchables, las colchonetas elásticas y tal. Pues me monte en una de ellas, no recuerdo en cual de las dos me pasó, yo era muy atrevida a hacer acrobacias y hacer el monguer. Pues en una de estas veces que di una voltereta (no recuerdo si hacia delante o hacia atrás) la hice mal, no se que pasó, si me di un golpe o qué pero me quedé sin respiración, no podía respirar. Me salí de la atracción y después de un tiempo que a mi me pareció eterno, conseguí tranquilizarme y volver a respirar, no sabéis que situación mas desesperante pasé. Desde entonces no volví a hacer ninguna voltereta y lo más triste es que nadie de los que estaban allí se dieron cuenta de lo que me había pasado.
  

 

• Esta fue viniendo del instituto, recuerdo que tenía mucha hambre porque desde las siete y algo de la mañana hasta las tres o así que no llegábamos a casa, yo venía siempre con un hambre horrible por mucho que comiese en el descanso. Así que, al llegar a casa vi que mi madre me había dejado albóndigas para comer, pues cogí una y me la comí rápido, tan rápido que apenas la mastiqué y se me quedó atascada entre la garganta. No podía respirar, no podía tragarlo ni esculpirlo...  empecé a ponerme nerviosa porque no podía respirar... la verdad que yo no sé como hice para avisar a mi madre, ella estaba echada en siesta porque acababa de venir de trabajar y yo no podía hablar, así que lo único que se me ocurrió fue encenderla la luz. No veáis lo asustada que se quedo al verme, se levanto tan rápido que ni Quicksilver y empezó a intentar ayudarme. Al final conseguimos que saliese el maldito trozo pero no veáis que susto y que mal lo pasamos... desde luego ahí volví a nacer. 
  

Mmm... Pues no muchas, no soy demasiado temeraria, pero jamás olvidaré las veces que casi me atropella un tren siendo niña... me explico. La zona donde vivo está rodeada de vías de trenes y, para llegar a un huertito que tenían mis abuelos, había que cruzar por un puente donde, o pasabas por medio de la vía o te caías a un precipicio, teniendo como único medio salvavidas un pequeño fragmento del puente con una diminuta barandilla para sujetarse. El caso es que, al ser una zona alta con mucha corriente de viento, si no tienes buen oído y no estás atento al sonido, cuando menos te lo esperas te puedes encontrar con un tren en tu cara o espalda. Y eso fue lo que me ocurrió no una ni dos, sino tres veces cuando tenía 6 o 7 años. Porque era ágil y tenía los suficientes reflejos para correr y aferrarme como podía a la pequeña barandilla, sino en varias ocasiones me habría podido llevar por delante... Es más, recuerdo que en una ocasión se detuvo el tren y todo de lo cerca que estuvo. Y  es debido a estos sucesos que actualmente le tengo bastante respeto a los trenes.

Y bueno, también cuando era más pequeña, no recuerdo la edad, creo que 2 o 3 años, me quedé sin respiración por tragar de golpe un caramelo que se había quedado atorado en mi garganta. Lo pasé muy mal, me dijeron que mi rostro se había puesto morado y todo.

(01-02-2019, 01:48 PM)Aqua escribió: Mmm... Pues no muchas, no soy demasiado temeraria, pero jamás olvidaré las veces que casi me atropella un tren siendo niña...

no recuerdo la edad, creo que 2 o 3 años, me quedé sin respiración por tragar de golpe un caramelo que se había quedado atorado en mi garganta.

No me ha pasado ello con los trenes pero sé a qué se refiere con ello de los pequeños espacios para resguardarse puesto que donde viven unos familiares tienen el ferrocarril pasando y pasando, al inicio hasta se me dificultaba el dormir allá y al ir a las vías me fije en ello de las barandas.

Y lo de ahogarse creo es más común de lo que parece, en mi caso fue ello, pero con un hielo, y vaya que se sintió horrible, no lo pude sacar nunca; tuvo qué derretirse el despiadado y tras ello la sensación se quedó cómo tres horas más, es feo sentir algo en la garganta sin que esté ahí.

Saludos

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(01-02-2019, 09:21 AM)-Neriah escribió: A ver que haga memoria... 

• discutí con un muchacho. Pues al idiota no se le ocurrió otra cosa que empujarme por el barranco...
  

• di un paso para atrás y hala, niña cayendo al patio. Era una altura desde la que podía haberme matado
  

• di una voltereta (no recuerdo si hacia delante o hacia atrás) la hice mal, no se que pasó, si me di un golpe o qué pero me quedé sin respiración, no podía respirar.
  

 

• vi que mi madre me había dejado albóndigas para comer, pues cogí una y me la comí rápido, tan rápido que apenas la mastiqué y se me quedó atascada entre la garganta. No veáis lo asustada que se quedo al verme, se levanto tan rápido que ni Quicksilver y empezó a intentar ayudarme. Al final conseguimos que saliese el maldito trozo
  

En definitiva lo suyo no son las alturas.

En lo personal lo más que me ha pasado con ello fue una contractura lumbar por lanzarme a conciencia al suelo de cuatro o tres metros de alto.

Lo de quedarme sin respirar, además de por un hielo que hasta que se derritió me dejó hacerlo, me ha pasado con un chile mega picante al cual mordí son pensar, tardé unos cinco minutos en recuperarme por lo picoso que estaba, pero de que hasta cambié de colores, vaya que cambié de colores.

Saludos.

Bueno, yo creo que hubo varias ocasiones en las que sí he estado cerca de la muerte, aunque quizás exagero demasiado.

-Cuando tenía 12 años me caí de la bicicleta, y derepente aparecí en casa. No me acuerdo de lo que pasó porque habia perdido el conocimiento, lo único que recuerdo es ir por una calle andando y acto seguido, estaba en casa, habiendo subido la bicicleta tres pisos y con la cabeza ensangretanda.
-A los 16 años, me caí desde un primer piso de cabeza al haber resbalado cuando llovía. Al tocar el suelo recuerdo una explosión inmena en mi cabeza, y empezaron los oídos a pitarme. Recuerdo que mis amigos me agarraron, y me llevaron al local social que habia cercano mientras me sangraba el ojo. Yo estaba semicosciente y me enteraba de bien poco. Creo que esta fue la única vez que realmente pensé que me moría al tocar el suelo.

Un saludo !

Dos veces.

La primera vez cuando tenía unos 6-7 años me atragante con un trozo de carne, típico trozo que te quieres pasar de un bocado pero que no pasa...., me salvo mi abuelo que en paz descanse dándome golpes de karate en el cuello hasta que salió, me puse morado y todo talvez ahí hubiera acabado mi historia de no estar mi abuelo.

La segunda vez cuando tenia 17 años, un bus estaba parado esperando a saber que, mire atrás de el y no pasaba ningún otro vehículo, como no parecía moverse cruce delante de el y paso un coche a toda velocidad por el punto ciego del mismo, pude retroceder un paso justo a tiempo pero perdí el balance y caí hacia adelante en medio del asfalto, si detrás del primer coche pasaba otro hubiera muerto miserablemente.