[Hamtaro,]

Decidi seguir a Laslow ya que sin lugar a dudas era un integrante clave en el equipo. En un momento mientras caminabamos el sintio un sonido que el catalogo como “algo interesante”.

“Muy bien chicos, escucharon a Laslow. Sigamos a ver si encontramos a nuestro objetivo.” -exclamé en voz baja a mis compañeros. Caminamos un poco con Laslow hacia donde se originó el sonido, para encontrarnos con algo... bastante desagradable.

Un nido de lo que parecian ser unos gusanos demasiado grandes para mi gusto. Los mismos presentaban muchisimos tentaculos alrededor de su cuerpo, los cuales ocasionalmente se movian para mover el camino baboso que habian creado.

“Laslow... creo que habras sentido el eructo de una de esas cosas... Preparense, no se ven muy amigables...” -preparé mi katana y adopte una posicion defensiva.

Encuentro con el Nido de Sanguijuelas. Equipo de Yuuto.

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Los sonidos de regurgitadas y chillidos extraños se escuchan a traves de los pasillos. De los aldeanos que alguna vez intentaron escapar de la ciudad, contaron de unos pequeños gusanos que fueron convertidos en horrorizantes sanguijuelas que son capaces de tragar a un humano entero vivo.

Parece ser una hembra y un macho, con una pequeña cria. La pequeña cria no parece peligrosa... es mas, no presenta una boca... pero sus padres son muy grandes. La hembra es mas grande que el macho, y la misma emite un chillido extraño mientras una lengua anaranjada se extiende, partiendose en dos. De la misma empiezan a salir burbujas que empiezan a ser liberadas al aire en aparente gravedad cero, flotando hacia el equipo. Son lentas... parece que pueden ser bloqueadas.

El macho no parece muy feliz tampoco, y vomita por su boca dentada... lo que parece ser un humano muerto con pequeñas deformaciones. Parecia estar en el medio de una transformacion.

Enfrentamiento con los Corruptos. Equipo de Lissandro.

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El proyectil parece derretirse a medio camino gracias al fuego, salvando a Hanabi. El corrupto que va hacia Lissandro lo golpea con su mano, sin ocasionarle mucho daño a su cuerpo. El corrupto capturado en la jaula grita fuerte para aturdir a quien lo captura, clavando sus propios dedos en su carne.

Parece que los corruptos saben muy bien que el fuego los hara morir. Dos de ellos se alejan, mientras los otros dos aun intentan aterrorizar a los extraños.