22-02-2019, 11:31 PM
(Última modificación: 13-10-2020, 12:39 PM por Jas O'Dogherty.)
Hay una mangaka que fui descubriendo poco a poco, porque tiene múltiples pseudónimos según hace josei/shoujo,seinen, yaoi...etc... Pero que una vez que fui capaz de hilar sus diferentes historias entre si (gracias a su particular estilo de dibujo) me di cuenta de que era un referente para mi en el manga y la autora de varias de mis obras preferidas del medio.
Estoy hablando de Sahara Mizu, también conocida como Yumeka Sumomo, y que es la autora de mangas tan bellos como My Girl o Nuestras Horas Felices, a los cuales prometo hacerles reseñas más adelante.
Ahora lo que nos ocupa es otra de sus maravillas: Tetsugaku Letra
Capítulos: 27
Estado: Completo
Año: 2011
Género: Drama, Recuentos de la Vida.
Sinopsis: Debido a ciertos eventos de los que es responsable, Kimitaka está deprimido y siente que ha perdido su razón para vivir. Por ello, está preso de la desmotivación y la desidia, dejándose arrastrar antes que tomando las riendas de su vida. Sin embargo gracias un encuentro fortuito llegarán a sus manos unos preciosos zapatos rojos de baile flamenco y una nueva motivación para reconduconducir sus pasos.
Mi Opinión:
¿Qué tipo de persona es aquella capaz de cambiar la vida de otra?
Esta es la pregunta con la que abre el manga y esta es la interrogante que flota desde el inicio sobre la cabeza de nuestro protagonista y durante toda la historia. La historia nunca termina de ofrecer una respuesta clara a esta pregunta, pero creo que esto es porque la respuesta está ahí, en como Kimitaka se va desenvolviendo, cómo se articulan sus relaciones con los diferentes personajes que rodean su entorno y su deseo de ser alguien digno de los zapatos rojos que llegaron a sus manos. Es ahí, en el ámbito relacional que se encuentra la respuesta, en el modo en que la historia refleja como las relaciones que forjamos, lo que decimos y hacemos, y lo que dejamos de decir o hacer influyen en aquellos que nos rodean. Kimitaka, como todo ser humano, ha hecho daño a otros, y también ha hecho bien, tiene arrepentimientos de los que quizás nunca logre deshacerse, pero también ha supuesto cosas buenas para aquellos que lo rodean. Este manga podría ser un spokon de baile, pero aunque si bien es cierto que se usan el baile (flamenco en este caso) y en menor medida el baloncesto como motivaciones y conductores de la trama, esta no es una historia de deporte si no una historia de relaciones, de superación, comprensión y redención ante uno mismo. Al final, y esta es mi interpretación, la respuesta a la pregunta es la siguiente: Esa persona, capaz de cambiar la vida de otra, es cualquiera. Tu, yo, el vecino. Cualquiera. Probablemente tu hayas cambiado la vida de otras personas sin darte cuenta, y otras personas la tuya. No es un gran mentor, ni un gran amor envuelto en un aura dorada, no es un ángel bajado del cielo... Es una persona normal, como Kimitaka y Fujimoto. Tu compañero de clases que compartía tus gustos o un profesor que te dedicó más tiempo de lo normal. Y si abro mi análisis empezando con mi interpretación de la obra es porque me parece un mensaje valiosísimo.
Estamos demasiado acostumbrados a personajes esplendorosos y waifus idealizadas que sacan al protagonista de su horrible depresión, de amores y amistades que todo lo pueden.... Pero no, la vida es más como en Tetsugaku Letra ... Los personajes, sin ser emos repulsivos ninguno (ni siquiera Kimitaka que empieza la historia claramente deprimido) están todos, hasta cierto punto, rotos. No son, en ningún caso, ángeles redentores, y si bien el manga mantiene un tono optimista no es, en ningún momento, cursi ni se salvan las situaciones con discursos poéticos y pseudoprofundos... Pero los perosonajes están ahí, juntos, se conocen, se entienden, se miran, se dan ánimos... Y oye, al final las cosas salen, y al final ese gesto pequeño, pero sentido y en el momento oportuno cambia la vida de una persona y le da el impulso para levantarse y vivir mejor. ¿Se volverá a caer o equivocar? Por supuesto. Pero para eso están los amigos, la familia y demases. Porque afortunadamentes todos hemos cambiado la vida de alguien en algún momento, y si sigues viviendo ese pequeño pero revelador instante estará ahí... Porque siempre está ahí. Y el mismo Kimitaka, sin ser destacable en ningún aspecto de la vida, es un perfecto ejemplo. El se considera un perdedor patético, y sin embargo, es el "Príncipe de los Zapatos Rojos" para Fujimoto, y su accionar desencadena una serie de cambios muy bellos en la vida de sus allegados.
Tetsugaku Letra nos da este mensaje a través de un entrañable elenco, en el que destacan Kimitaka, sus dos amigos, hermana, la profesora de baile y Fujimoto, la misteriosa dueña de los zapatos rojos. Son todos perfectos y entrañables, y quiero hacer hincapié en como el manga a pesar de lo corto que es, logra centrarse y desarrollar a los secundarios sin problemas mostrando y planteando sus motivaciones, frustraciones y dramas de forma natural y hermosa. También me encanta que se ahonde en cosas tan poco habituales como los sentimientos y frustraciones de una mujer mayor (La profesora de baile, Morino, es de hecho, una anciana) y el peso que se le da a la familia, que tanto por la madre y el abuelo como por la hermana de Kimitaka, están bastante lejos de ser personajes anecdóticos. Quizás mi única queja sería que, al estar separados la mayor parte de la historia Kimitaka y Fujimoto, y dado que la narración se centra en el primero, a ella la vemos menos de lo que nos gustaría y no la llegamos a conocer del todo. Pero salvo por ese detalle estoy más que conforme con sus personajes, tramas, subtramas, y en como se resuelven todas al final.
A parte, la interacción entre ellos, en especial los tres amigos, se siente muy natural. No dejan de ser adolescentes en ningún momento, adolescentes que han encontrado una aficción muy rara (danza flamenca en Japón, ya ves) pero que por lo de más son pues como todos éramos a esa edad, un poco tontos, un poco emos y muy adorables. El grupo de amigos se siente natural, tanto en el apoyo que se dan como en el hecho de que hagan referencias a Dragon Ball Z, o al videojuego que están jugando para expresarse ante los conflictos y devenires de su vida. Todo este ámbito relacional está muy muy bien llevado, y cualquiera que haya sido el "pringao" de la clase, y haya tenido un grupito de otros "pringaos" a su alrededor no podrá evitar sentir cariño y nostalgia al ver a Kimitaka y sus amigos.
Por último quisiera recalcar que, a pesar de tener siempre presente ese mensaje que citaba al principio este manga se atreve a tocar y con mucho acierto varios temas más, como lo son la baja autoestima, el bulling, las relaciones tóxicas (maldita seas Yuzu), la demencia senil de un familiar, el prejuicio que existe ante las artes, y la necesidad de encontrar una expresión artística propia, un estilo. Por otro lado, todo el tema del baile flamenco y la cultura española está tratado con muchísimo respeto, conocimiento y amor, y es grato ver como esta cultura y artes ajenos a japón pueden llegar a estar tan bien retratados.
El dibujo que decir, os he llenado el post de imágenes del manga. A mi parecer es delicado, intimista y a la vez con carisma. A veces me recuerda a una Hiromu Arakawa más suave y dulce, o algo así. A parte los diseños de personajes están muy bien y son todos diferenciables entre si y carismáticos.
En fin:
Lo malo: No pude conocer tanto a Fujimoto como hubiera querido, y quizás el manga se hubiera beneficiado con un par capítulos más.
Lo Bueno: absolutamente todo lo otro. Bonito dibujo, excelente narración y personajes, una bella visión de la música flamenca y bellísimo mensaje.
Estoy hablando de Sahara Mizu, también conocida como Yumeka Sumomo, y que es la autora de mangas tan bellos como My Girl o Nuestras Horas Felices, a los cuales prometo hacerles reseñas más adelante.
Ahora lo que nos ocupa es otra de sus maravillas: Tetsugaku Letra
Capítulos: 27
Estado: Completo
Año: 2011
Género: Drama, Recuentos de la Vida.
Sinopsis: Debido a ciertos eventos de los que es responsable, Kimitaka está deprimido y siente que ha perdido su razón para vivir. Por ello, está preso de la desmotivación y la desidia, dejándose arrastrar antes que tomando las riendas de su vida. Sin embargo gracias un encuentro fortuito llegarán a sus manos unos preciosos zapatos rojos de baile flamenco y una nueva motivación para reconduconducir sus pasos.
Mi Opinión:
¿Qué tipo de persona es aquella capaz de cambiar la vida de otra?
Esta es la pregunta con la que abre el manga y esta es la interrogante que flota desde el inicio sobre la cabeza de nuestro protagonista y durante toda la historia. La historia nunca termina de ofrecer una respuesta clara a esta pregunta, pero creo que esto es porque la respuesta está ahí, en como Kimitaka se va desenvolviendo, cómo se articulan sus relaciones con los diferentes personajes que rodean su entorno y su deseo de ser alguien digno de los zapatos rojos que llegaron a sus manos. Es ahí, en el ámbito relacional que se encuentra la respuesta, en el modo en que la historia refleja como las relaciones que forjamos, lo que decimos y hacemos, y lo que dejamos de decir o hacer influyen en aquellos que nos rodean. Kimitaka, como todo ser humano, ha hecho daño a otros, y también ha hecho bien, tiene arrepentimientos de los que quizás nunca logre deshacerse, pero también ha supuesto cosas buenas para aquellos que lo rodean. Este manga podría ser un spokon de baile, pero aunque si bien es cierto que se usan el baile (flamenco en este caso) y en menor medida el baloncesto como motivaciones y conductores de la trama, esta no es una historia de deporte si no una historia de relaciones, de superación, comprensión y redención ante uno mismo. Al final, y esta es mi interpretación, la respuesta a la pregunta es la siguiente: Esa persona, capaz de cambiar la vida de otra, es cualquiera. Tu, yo, el vecino. Cualquiera. Probablemente tu hayas cambiado la vida de otras personas sin darte cuenta, y otras personas la tuya. No es un gran mentor, ni un gran amor envuelto en un aura dorada, no es un ángel bajado del cielo... Es una persona normal, como Kimitaka y Fujimoto. Tu compañero de clases que compartía tus gustos o un profesor que te dedicó más tiempo de lo normal. Y si abro mi análisis empezando con mi interpretación de la obra es porque me parece un mensaje valiosísimo.
Estamos demasiado acostumbrados a personajes esplendorosos y waifus idealizadas que sacan al protagonista de su horrible depresión, de amores y amistades que todo lo pueden.... Pero no, la vida es más como en Tetsugaku Letra ... Los personajes, sin ser emos repulsivos ninguno (ni siquiera Kimitaka que empieza la historia claramente deprimido) están todos, hasta cierto punto, rotos. No son, en ningún caso, ángeles redentores, y si bien el manga mantiene un tono optimista no es, en ningún momento, cursi ni se salvan las situaciones con discursos poéticos y pseudoprofundos... Pero los perosonajes están ahí, juntos, se conocen, se entienden, se miran, se dan ánimos... Y oye, al final las cosas salen, y al final ese gesto pequeño, pero sentido y en el momento oportuno cambia la vida de una persona y le da el impulso para levantarse y vivir mejor. ¿Se volverá a caer o equivocar? Por supuesto. Pero para eso están los amigos, la familia y demases. Porque afortunadamentes todos hemos cambiado la vida de alguien en algún momento, y si sigues viviendo ese pequeño pero revelador instante estará ahí... Porque siempre está ahí. Y el mismo Kimitaka, sin ser destacable en ningún aspecto de la vida, es un perfecto ejemplo. El se considera un perdedor patético, y sin embargo, es el "Príncipe de los Zapatos Rojos" para Fujimoto, y su accionar desencadena una serie de cambios muy bellos en la vida de sus allegados.
Tetsugaku Letra nos da este mensaje a través de un entrañable elenco, en el que destacan Kimitaka, sus dos amigos, hermana, la profesora de baile y Fujimoto, la misteriosa dueña de los zapatos rojos. Son todos perfectos y entrañables, y quiero hacer hincapié en como el manga a pesar de lo corto que es, logra centrarse y desarrollar a los secundarios sin problemas mostrando y planteando sus motivaciones, frustraciones y dramas de forma natural y hermosa. También me encanta que se ahonde en cosas tan poco habituales como los sentimientos y frustraciones de una mujer mayor (La profesora de baile, Morino, es de hecho, una anciana) y el peso que se le da a la familia, que tanto por la madre y el abuelo como por la hermana de Kimitaka, están bastante lejos de ser personajes anecdóticos. Quizás mi única queja sería que, al estar separados la mayor parte de la historia Kimitaka y Fujimoto, y dado que la narración se centra en el primero, a ella la vemos menos de lo que nos gustaría y no la llegamos a conocer del todo. Pero salvo por ese detalle estoy más que conforme con sus personajes, tramas, subtramas, y en como se resuelven todas al final.
A parte, la interacción entre ellos, en especial los tres amigos, se siente muy natural. No dejan de ser adolescentes en ningún momento, adolescentes que han encontrado una aficción muy rara (danza flamenca en Japón, ya ves) pero que por lo de más son pues como todos éramos a esa edad, un poco tontos, un poco emos y muy adorables. El grupo de amigos se siente natural, tanto en el apoyo que se dan como en el hecho de que hagan referencias a Dragon Ball Z, o al videojuego que están jugando para expresarse ante los conflictos y devenires de su vida. Todo este ámbito relacional está muy muy bien llevado, y cualquiera que haya sido el "pringao" de la clase, y haya tenido un grupito de otros "pringaos" a su alrededor no podrá evitar sentir cariño y nostalgia al ver a Kimitaka y sus amigos.
Por último quisiera recalcar que, a pesar de tener siempre presente ese mensaje que citaba al principio este manga se atreve a tocar y con mucho acierto varios temas más, como lo son la baja autoestima, el bulling, las relaciones tóxicas (maldita seas Yuzu), la demencia senil de un familiar, el prejuicio que existe ante las artes, y la necesidad de encontrar una expresión artística propia, un estilo. Por otro lado, todo el tema del baile flamenco y la cultura española está tratado con muchísimo respeto, conocimiento y amor, y es grato ver como esta cultura y artes ajenos a japón pueden llegar a estar tan bien retratados.
El dibujo que decir, os he llenado el post de imágenes del manga. A mi parecer es delicado, intimista y a la vez con carisma. A veces me recuerda a una Hiromu Arakawa más suave y dulce, o algo así. A parte los diseños de personajes están muy bien y son todos diferenciables entre si y carismáticos.
En fin:
Lo malo: No pude conocer tanto a Fujimoto como hubiera querido, y quizás el manga se hubiera beneficiado con un par capítulos más.
Lo Bueno: absolutamente todo lo otro. Bonito dibujo, excelente narración y personajes, una bella visión de la música flamenca y bellísimo mensaje.