04-07-2014, 08:50 PM
De acuerdo con un artículo publicado por The Independent, Yoshiro Kawaoka, un investigador de la Universidad de Wisconsin-Madison, en los Estados Unidos, desarrolló una nueva cepa del virus de la gripe capaz de pasar completamente desapercibida para el sistema inmunológico de los seres humanos.
Basado en el H1N1, que se cobró la vida a aproximadamente medio millón de personas hace unos años, este nuevo virus podría, potencialmente, aniquilar a la población del mundo.
Según Kawaoka – que realizó sus experimentos en un modesto laboratorio clasificado con un preocupante “nivel 2” de bioseguridad –, la nueva cepa fue desarrollada durante una investigación en la que pretendía llevar al H1N1 hasta su estado pre-pandémico. Su intención era analizar y monitorear las mutaciones sufridas por el virus y, entonces, después de entender los procesos genéticos implicados, trabajar en la creación de mejores vacunas.
¿Científico loco?
El investigador fue seleccionando las mutaciones específicas del H1N1 capaces de escapar de la acción neutralizante de los anticuerpos del sistema inmune, repitiendo el proceso hasta conseguir un virus contra el que los seres humanos están completamente indefensos. Actualmente, la mayoría de las personas desarrolló cierto grado de inmunidad contra el H1N1, el terrible agente que provocó la muerte de miles de pacientes en 2009.
Eso significa que hoy la gripe provocada por el H1N1 ya puede ser tratada como una enfermedad menos peligrosa. Sin embargo, a pesar de que el objetivo de la investigación sea el desarrollo de mejores vacunas, después de la divulgación de la noticia sobre el estudio realizado por Kawaoka, algunos científicos conscientes de sus posibles aplicaciones se mostraron aterrorizados.
Según The Independent, la preocupación reside en el hecho de que Kawaoka haya recibido autorización para remover la única defensa que tenemos contra un virus que ya demostró su capacidad de provocar pandemias mortales. Los detalles sobre la investigación todavía no fueron divulgados, pero el científico informó que los estudios ya llegaron a termino y están listos para ser enviados para su aprobación y posterior publicación en un periódico científico.
Por cierto, esta no es la primera vez que Kawaoka consterna a la comunidad científica con sus estudios. En trabajos anteriores, el investigador intentó recrear el virus de 1918 que provocó la Gripe Española – que infectó a 500 millones de personas y mató a un número estimado entre 50 y 100 millones – y trabajó en un proyecto para aumentar la transmisibilidad de una cepa altamente mortal de la gripe aviar.
En esta ocasión, Kawaoka básicamente utilizó un virus capaz de provocar pandemias y lo volvió resistente a cualquier tipo de vacuna. En consecuencia, si los trabajos anteriores del científico eran peligrosos, la investigación actual viene siendo considerada por la comunidad científica como una locura. Eso sin mencionar que el estudio fue llevado a cabo en un laboratorio cuyo nivel de bioseguridad no es el más alto.
La Universidad de Wisconsin-Madison garantizó que el riesgo de que el virus escape accidentalmente es extremadamente bajo, pero integrantes del comité de bioseguridad de la institución ya demostraron su preocupación, dado que, cuando la investigación de Kawaoka fue aprobada, los miembros supuestamente no fueron informados sobre algunos detalles relevantes del estudio.
Basado en el H1N1, que se cobró la vida a aproximadamente medio millón de personas hace unos años, este nuevo virus podría, potencialmente, aniquilar a la población del mundo.
Según Kawaoka – que realizó sus experimentos en un modesto laboratorio clasificado con un preocupante “nivel 2” de bioseguridad –, la nueva cepa fue desarrollada durante una investigación en la que pretendía llevar al H1N1 hasta su estado pre-pandémico. Su intención era analizar y monitorear las mutaciones sufridas por el virus y, entonces, después de entender los procesos genéticos implicados, trabajar en la creación de mejores vacunas.
¿Científico loco?
El investigador fue seleccionando las mutaciones específicas del H1N1 capaces de escapar de la acción neutralizante de los anticuerpos del sistema inmune, repitiendo el proceso hasta conseguir un virus contra el que los seres humanos están completamente indefensos. Actualmente, la mayoría de las personas desarrolló cierto grado de inmunidad contra el H1N1, el terrible agente que provocó la muerte de miles de pacientes en 2009.
Eso significa que hoy la gripe provocada por el H1N1 ya puede ser tratada como una enfermedad menos peligrosa. Sin embargo, a pesar de que el objetivo de la investigación sea el desarrollo de mejores vacunas, después de la divulgación de la noticia sobre el estudio realizado por Kawaoka, algunos científicos conscientes de sus posibles aplicaciones se mostraron aterrorizados.
Según The Independent, la preocupación reside en el hecho de que Kawaoka haya recibido autorización para remover la única defensa que tenemos contra un virus que ya demostró su capacidad de provocar pandemias mortales. Los detalles sobre la investigación todavía no fueron divulgados, pero el científico informó que los estudios ya llegaron a termino y están listos para ser enviados para su aprobación y posterior publicación en un periódico científico.
Por cierto, esta no es la primera vez que Kawaoka consterna a la comunidad científica con sus estudios. En trabajos anteriores, el investigador intentó recrear el virus de 1918 que provocó la Gripe Española – que infectó a 500 millones de personas y mató a un número estimado entre 50 y 100 millones – y trabajó en un proyecto para aumentar la transmisibilidad de una cepa altamente mortal de la gripe aviar.
En esta ocasión, Kawaoka básicamente utilizó un virus capaz de provocar pandemias y lo volvió resistente a cualquier tipo de vacuna. En consecuencia, si los trabajos anteriores del científico eran peligrosos, la investigación actual viene siendo considerada por la comunidad científica como una locura. Eso sin mencionar que el estudio fue llevado a cabo en un laboratorio cuyo nivel de bioseguridad no es el más alto.
La Universidad de Wisconsin-Madison garantizó que el riesgo de que el virus escape accidentalmente es extremadamente bajo, pero integrantes del comité de bioseguridad de la institución ya demostraron su preocupación, dado que, cuando la investigación de Kawaoka fue aprobada, los miembros supuestamente no fueron informados sobre algunos detalles relevantes del estudio.