28-12-2016, 04:46 AM
Me doy permiso...
en mis relaciones íntimas, para no hacer nada que no quiera hacer.
No he nacido para complacer a mi pareja: prefiero que coincidamos en el deseo.
Hablando podemos solucionarlo y si no acepta mis decisiones y ritmos,
es un problema que debe afrontar y solucionar mi pareja, no yo.
No me forzaré y, por tanto, tampoco dejaré que me fuercen. No acepto que me empujen.
Me doy permiso para…
vivir absolutamente mi sexualidad como parte de mi creatividad global o con el sentido que yo quiera darle sin necesitar ninguna fuente exterior de aprobación.
La vida es una pulsación que no puede separarse de la sexualidad y yo, como ser humano, como organismo complejo,
como todas las criaturas vivientes soy un ser sexuado,
con necesidad de contacto, pasión y calor humano.
Estoy destinado a desarrollarme de manera completa: Así que no rechazo ninguna parte de mi cuerpo ni de mi sexualidad
Si no que las asumo plenamente. Sexo, creatividad, vida…
Me doy permiso para…
proporcionarme yo mismo mucho de lo que necesito:
autoerotismo, placer, ternura, descanso, calma, alegría.
Cuando esperamos que el bienestar llegue de otros, dependemos de ellos,
Y no solo quedamos frustrados sino que comprobamos que nadie puede darnos tantas experiencias positivas como nosotros mismos,podemos ofrecérnoslas sin esfuerzo. Con esa actitud somos libres.
Cuanto más esperamos que los demás resuelvan nuestra vida, más nos devaluamos ante nosotros mismos y más baja será nuestra autoestima."
Del libro "Me doy permiso para…" de Joaquín Argente (diafreoterapeuta, cuyo trabajo consiste en ayudar a las personas a recuperar la elasticidad del diafragma, el gran músculo de la respiración y la circulación energética que actúa también como puente entre el consciente y el subconsciente)
en mis relaciones íntimas, para no hacer nada que no quiera hacer.
No he nacido para complacer a mi pareja: prefiero que coincidamos en el deseo.
Hablando podemos solucionarlo y si no acepta mis decisiones y ritmos,
es un problema que debe afrontar y solucionar mi pareja, no yo.
No me forzaré y, por tanto, tampoco dejaré que me fuercen. No acepto que me empujen.
Me doy permiso para…
vivir absolutamente mi sexualidad como parte de mi creatividad global o con el sentido que yo quiera darle sin necesitar ninguna fuente exterior de aprobación.
La vida es una pulsación que no puede separarse de la sexualidad y yo, como ser humano, como organismo complejo,
como todas las criaturas vivientes soy un ser sexuado,
con necesidad de contacto, pasión y calor humano.
Estoy destinado a desarrollarme de manera completa: Así que no rechazo ninguna parte de mi cuerpo ni de mi sexualidad
Si no que las asumo plenamente. Sexo, creatividad, vida…
Me doy permiso para…
proporcionarme yo mismo mucho de lo que necesito:
autoerotismo, placer, ternura, descanso, calma, alegría.
Cuando esperamos que el bienestar llegue de otros, dependemos de ellos,
Y no solo quedamos frustrados sino que comprobamos que nadie puede darnos tantas experiencias positivas como nosotros mismos,podemos ofrecérnoslas sin esfuerzo. Con esa actitud somos libres.
Cuanto más esperamos que los demás resuelvan nuestra vida, más nos devaluamos ante nosotros mismos y más baja será nuestra autoestima."
Del libro "Me doy permiso para…" de Joaquín Argente (diafreoterapeuta, cuyo trabajo consiste en ayudar a las personas a recuperar la elasticidad del diafragma, el gran músculo de la respiración y la circulación energética que actúa también como puente entre el consciente y el subconsciente)
El patriotismo en el campo de batalla consiste en conseguir que otro
desgraciado muera por su país antes, de que consiga que tú mueras por el tuyo"
۞░ ░۞
desgraciado muera por su país antes, de que consiga que tú mueras por el tuyo"
۞░ ░۞