01-06-2014, 10:13 PM
Hilario y el Diablo
Cuenta la historia que en un pueblo argentino llamado Angastaco vivía don Hilario y su familia: su mujer y sus siete hijos en su humilde pero acogedora casa. Llevaba una vida tranquila y dentro de todo feliz. Tenía algunas hectáreas y trabajaba la tierra para alimentar a su familia. Pero éstas tierras hacía mucho tiempo no le daban la cosecha suficiente debido a que estaban secas y eran difíciles de sembrar, por lo tanto la siembra no era la que se esperaba y sólo vivía de eso él y su numerosa familia.
En el norte existen algunas creencias poco habituales para la gente de la Ciudad que tienen que ver con el Diablo, espíritus y apariciones, las cuales el mismo Hilario conocía porque era un hombre de campo. Cansado de sus tierras sin el resultado esperado se dirigió al monte, se sentó en una gran piedra y comenzó a llamar a Lucifer (se dice que si haces ésto el mismo Diablo se hace presente ante tu llamado), y así fue.
Tanto insistió llamándolo que al cabo de un rato Lucifer se hizo presente ante sus ojos y le dijo:
-¿Qué deseas?
- Deseo que mis tierras empiecen a darme las cosechas que hace tiempo no me dan por la sequía, que las cosas comiencen a irme mejor a mi y a mi familia que vivimos de esto, contestó Hilario... es por eso que he acudido a tí sabiendo que puedes ayudarme en lo que necesito.
- Puedo hacerte un hombre rico por el resto de tu vida, puedo hacer que de la noche a la mañana todo cambie para tí y tu familia, puedo darte fortuna y poder pero no me pidas que solo arregle tus tierras, no hago las cosas a medias ni de a poco, o eres rico o eres pobre, tu eliges. Pero tendrás que sacrificar algo a cambio.
Hilario agachó su mirada pensativo y el diablo como lo vio dudar le dijo:
- Cuando lo decidas llámame de nuevo y vendré a complacerte.
- Espera! Se adelantó el pobre campesino, - está bien, quiero ser rico,¿qué quieres a cambio?.
- Quiero que me entregues el alma de tu hijo primogénito.
- Desde luego que no, toma la mía no puedo darte a mis hijos.
- Lo siento pero ese es el trato o nada.
Hilario se sintió por primera vez entre la espada y la pared y luego de un rato de discutir con el diablo aceptó el pacto.
- De acuerdo, dijo Lucifer...a partir de mañana tu vida cambiará para siempre.
Dicho ésto desapareció y el hombre quedó solo en el monte con su angustia por haber entregado a su hijo a cambio de fortuna. Al cabo de unas horas regresó a su casa con su familia sin hacer un comentario para ver que pasaba con el siniestro trato que había hecho nada más y nada menos que con Lucifer.
A la mañana siguiente Hilario sale al monte de cacería llevando a su hijo con él sabiendo que debería cumplir su parte del trato y que el pequeño ya no regresaría a su casa, luego de unas horas regresa sin él a y su señora le pregunta que pasó con su hijo a lo cual contesta que lo perdió y no lo encontró más, que seguramente pudo haberse ido barranca abajo por el río, la señora desesperada llama al resto de sus hijos y les pide que se dirijan todos al monte a buscar a su hermano, todos salen a buscarlo durante horas pero nunca aparece por lo que ya no insisten pensando que una desgracia ocurrió con él.
A su vez las tierras comienzan a dar sus frutos y la fortuna cambia la vida de toda la familia a pesar del dolor por la desaparición de su hijo.
Viendo ésto Hilario comienza a comprar ganados y a trabajar también con sus animales para ganar más dinero. Los estancieros de la zona se dan cuenta de ésto y quieren comprar las tierras de la familia pero Hilario se niega sabiendo que por primera vez comienza a disfrutar de su fortuna.
Cierto día trabajando como de costumbre en su campo se le aparece nuevamente el diablo, él se asusta y le pregunta que quiere a lo que el diablo le contesta:
- Veo que estas disfrutando de lo que te dí, vine a pedir mi otra parte del trato.
- ¿Que otra parte?, ya cumplí con lo que me pediste cuando cerramos nuestro pacto.
- ¿Crees que un alma es suficiente para tanta fortuna? eres rico por el resto de tu vida y aún puedo darte más pero necesito otro de tus hijos y me voy conforme.
- Ni lo sueñes, ya hicimos el pacto y ésto no era parte del acuerdo.
- Si no quieres tendré que quitarte todo lo que te he dado, sería una pena que tu familia vuelva a la pobreza y a la miseria por tu culpa.
- Ya no voy a entregarte el alma de nadie, de nada me sirve la fortuna si no tengo a mi familia completa, aún me pesa la muerte de mi hijo, vete de aquí y ya no regreses.
Lucifer se retira con un gesto malévolo sabiendo cual sería el destino de Hilario por no acceder a su pedido.
Pasaron los días y la tierra comienza a secarse nuevamente, la cosecha ya no sirve, los animales comienzan a morir de a uno y se pierde todo lo que le había llegado de golpe.
Hilario comienza a enloquecer, siente en su mente la risa macabra del diablo que disfruta de su fracaso y de su vida miserable, y en un acto de locura comienza a matar uno a uno a sus hijos y a su mujer y termina suicidándose...
..Los lugareños se enteran que la casa en la que vivía la numerosa familia de Hilario está deshabitada y quieren usurparla aprovechando que ya nadie vive en ella ni hace uso de sus tierras, una familia habita la casa y pretende trabajar la tierra donde Hilario sembró durante mucho tiempo para darle de comer a su mujer y sus hijos, esa misma tierra que le dio sus frutos mientras pactó con Lucifer un acuerdo que lo llevó a la muerte.
Todos sabían del pacto con el Diablo, todos sabían de estas cosas porque era habitual en los pueblos norteños, sin embargo acostumbrados a esto les restaron importancia al asunto.
Desde luego que la misma familia que pretendía sacar rédito de la casita de Hilario y sus tierras no consiguió hacerlo debido a que las tierras seguían secas y en la casa se escuchaban lamentos y gritos escalofriantes durante todo el día y tuvieron que abandonar la casa y las tierras debido a que era imposible vivir ahí.
Más adelante otros lugareños quisieron hacer lo mismo y corrieron la misma suerte que los anteriores, nunca nadie pudo aprovechar la situación de abandono de la casa y sus tierras por lo que hasta el día de hoy sigue deshabitada y todos los que llegan desde otros lugares pretenden conocer la historia y el lugar donde ocurrió semejante desgracia.
Dicen que aún se escuchan gritos, lamentos y discusiones si te acercas a ella y también puede escucharse en el monte la voz de don Hilario llamando al Diablo para hacer un pacto con él, el mismo pacto que lo llevó a la muerte.
Cuenta la historia que en un pueblo argentino llamado Angastaco vivía don Hilario y su familia: su mujer y sus siete hijos en su humilde pero acogedora casa. Llevaba una vida tranquila y dentro de todo feliz. Tenía algunas hectáreas y trabajaba la tierra para alimentar a su familia. Pero éstas tierras hacía mucho tiempo no le daban la cosecha suficiente debido a que estaban secas y eran difíciles de sembrar, por lo tanto la siembra no era la que se esperaba y sólo vivía de eso él y su numerosa familia.
En el norte existen algunas creencias poco habituales para la gente de la Ciudad que tienen que ver con el Diablo, espíritus y apariciones, las cuales el mismo Hilario conocía porque era un hombre de campo. Cansado de sus tierras sin el resultado esperado se dirigió al monte, se sentó en una gran piedra y comenzó a llamar a Lucifer (se dice que si haces ésto el mismo Diablo se hace presente ante tu llamado), y así fue.
Tanto insistió llamándolo que al cabo de un rato Lucifer se hizo presente ante sus ojos y le dijo:
-¿Qué deseas?
- Deseo que mis tierras empiecen a darme las cosechas que hace tiempo no me dan por la sequía, que las cosas comiencen a irme mejor a mi y a mi familia que vivimos de esto, contestó Hilario... es por eso que he acudido a tí sabiendo que puedes ayudarme en lo que necesito.
- Puedo hacerte un hombre rico por el resto de tu vida, puedo hacer que de la noche a la mañana todo cambie para tí y tu familia, puedo darte fortuna y poder pero no me pidas que solo arregle tus tierras, no hago las cosas a medias ni de a poco, o eres rico o eres pobre, tu eliges. Pero tendrás que sacrificar algo a cambio.
Hilario agachó su mirada pensativo y el diablo como lo vio dudar le dijo:
- Cuando lo decidas llámame de nuevo y vendré a complacerte.
- Espera! Se adelantó el pobre campesino, - está bien, quiero ser rico,¿qué quieres a cambio?.
- Quiero que me entregues el alma de tu hijo primogénito.
- Desde luego que no, toma la mía no puedo darte a mis hijos.
- Lo siento pero ese es el trato o nada.
Hilario se sintió por primera vez entre la espada y la pared y luego de un rato de discutir con el diablo aceptó el pacto.
- De acuerdo, dijo Lucifer...a partir de mañana tu vida cambiará para siempre.
Dicho ésto desapareció y el hombre quedó solo en el monte con su angustia por haber entregado a su hijo a cambio de fortuna. Al cabo de unas horas regresó a su casa con su familia sin hacer un comentario para ver que pasaba con el siniestro trato que había hecho nada más y nada menos que con Lucifer.
A la mañana siguiente Hilario sale al monte de cacería llevando a su hijo con él sabiendo que debería cumplir su parte del trato y que el pequeño ya no regresaría a su casa, luego de unas horas regresa sin él a y su señora le pregunta que pasó con su hijo a lo cual contesta que lo perdió y no lo encontró más, que seguramente pudo haberse ido barranca abajo por el río, la señora desesperada llama al resto de sus hijos y les pide que se dirijan todos al monte a buscar a su hermano, todos salen a buscarlo durante horas pero nunca aparece por lo que ya no insisten pensando que una desgracia ocurrió con él.
A su vez las tierras comienzan a dar sus frutos y la fortuna cambia la vida de toda la familia a pesar del dolor por la desaparición de su hijo.
Viendo ésto Hilario comienza a comprar ganados y a trabajar también con sus animales para ganar más dinero. Los estancieros de la zona se dan cuenta de ésto y quieren comprar las tierras de la familia pero Hilario se niega sabiendo que por primera vez comienza a disfrutar de su fortuna.
Cierto día trabajando como de costumbre en su campo se le aparece nuevamente el diablo, él se asusta y le pregunta que quiere a lo que el diablo le contesta:
- Veo que estas disfrutando de lo que te dí, vine a pedir mi otra parte del trato.
- ¿Que otra parte?, ya cumplí con lo que me pediste cuando cerramos nuestro pacto.
- ¿Crees que un alma es suficiente para tanta fortuna? eres rico por el resto de tu vida y aún puedo darte más pero necesito otro de tus hijos y me voy conforme.
- Ni lo sueñes, ya hicimos el pacto y ésto no era parte del acuerdo.
- Si no quieres tendré que quitarte todo lo que te he dado, sería una pena que tu familia vuelva a la pobreza y a la miseria por tu culpa.
- Ya no voy a entregarte el alma de nadie, de nada me sirve la fortuna si no tengo a mi familia completa, aún me pesa la muerte de mi hijo, vete de aquí y ya no regreses.
Lucifer se retira con un gesto malévolo sabiendo cual sería el destino de Hilario por no acceder a su pedido.
Pasaron los días y la tierra comienza a secarse nuevamente, la cosecha ya no sirve, los animales comienzan a morir de a uno y se pierde todo lo que le había llegado de golpe.
Hilario comienza a enloquecer, siente en su mente la risa macabra del diablo que disfruta de su fracaso y de su vida miserable, y en un acto de locura comienza a matar uno a uno a sus hijos y a su mujer y termina suicidándose...
..Los lugareños se enteran que la casa en la que vivía la numerosa familia de Hilario está deshabitada y quieren usurparla aprovechando que ya nadie vive en ella ni hace uso de sus tierras, una familia habita la casa y pretende trabajar la tierra donde Hilario sembró durante mucho tiempo para darle de comer a su mujer y sus hijos, esa misma tierra que le dio sus frutos mientras pactó con Lucifer un acuerdo que lo llevó a la muerte.
Todos sabían del pacto con el Diablo, todos sabían de estas cosas porque era habitual en los pueblos norteños, sin embargo acostumbrados a esto les restaron importancia al asunto.
Desde luego que la misma familia que pretendía sacar rédito de la casita de Hilario y sus tierras no consiguió hacerlo debido a que las tierras seguían secas y en la casa se escuchaban lamentos y gritos escalofriantes durante todo el día y tuvieron que abandonar la casa y las tierras debido a que era imposible vivir ahí.
Más adelante otros lugareños quisieron hacer lo mismo y corrieron la misma suerte que los anteriores, nunca nadie pudo aprovechar la situación de abandono de la casa y sus tierras por lo que hasta el día de hoy sigue deshabitada y todos los que llegan desde otros lugares pretenden conocer la historia y el lugar donde ocurrió semejante desgracia.
Dicen que aún se escuchan gritos, lamentos y discusiones si te acercas a ella y también puede escucharse en el monte la voz de don Hilario llamando al Diablo para hacer un pacto con él, el mismo pacto que lo llevó a la muerte.