18-11-2021, 11:39 PM
En la cultura popular el nombre de Muhammad Ali se nos presenta como el del boxeador más grande de todos los tiempos, pensamiento que respeto y comparto a la vez; no es que lograra ver sus peleas en vivo, pero muchos análisis me han ayudado a llegar a esa conclusión. Además muchos de sus combates se encuentran completos en la red, entre estos, el protagonista de la película documental Cuando Éramos Reyes, que ilustra claramente el pensamiento que muchos podemos llegar a tener respecto a que tan grande e insuperable llegó a ser este deportista. Si no has visto el material audiovisual, te recomiendo que detengas la lectura para evitar que el spoiler arruine tu experiencia.
Es 1974, ya han pasado diez años desde que Cassius Clay ganó el título de Campeón de los pesos pesados ante un gran monstruo malo que destrozaba a todos y nadie podía detener, Sonny Liston. Se considera que un boxeador está en su mejor momento de éxito profesional cuando alcanza la edad comprendida entre los veinticinco y veintisiete años, periodo que por cierto, Ali no pudo mostrarse ante el público boxeando por estar preso debido a su negación de ir a La Guerra de Vietnam. Claramente no se encontraba en su mejor momento, con treintaidós años, pocos eran los que pensaban que Muhammad pudiera vencer a un campeón mundial en su pleno apogeo, como lo estaba para ese entonces George Foreman. Además Ali no llegaría con un record invicto para ese evento, perdió el combate del siglo(1971) ante Joe Frazier, muy probablemente por subestimar a su rival y ante Ken Norton(1973) quien lograría romperle la mandíbula, provocándole molestias por el resto la pelea. Lo peor, Foreman había destrozado a estos dos boxeadores previamente y por la vía del nocaut, con una facilidad que dejaría a Muhammad Ali con mucho que pensar en sus ratos libres.
Foreman vs Frazier en Kingston, Jamaica (22/01/1973)
El contexto mundial en el que se desarrolla la previa de la pelea entre Ali y Foreman era de grandes cambios ideológicos, políticos y étnicos. La derrota en Vietnam, el escándalo Watergate que derivo en la renuncia del presidente Nixon, la descolonización de África y el fin de la segregación, dieron con el tiempo la razón a un hombre que llevaba años manifestando su malestar y denunciando injusticias. Es así como Ali se convierte en un gran líder político que movía masas hacia un futuro esperanzador para los más desfavorecidos.
Ambos boxeadores eran afroamericanos y se disputarían el título en el continente de sus ancestros, África, más exactamente en la República Democrática del Congo, que para ese entonces se llamaba Zaire. El país se encontraba bajo la dictadura de un coronel golpista, Mobutu Sese Seko, quien es descrito y considerado como un Stalin Africano. Ciertamente no era una buena opción para vacacionar, pero Ali supo que podía aprovechar su estancia en Zaire para acercarse más a ¨su gente¨ y protagonizar otra pelea fuera del ring. Mientras Foreman se internó en el gimnasio a entrenar, Ali aprovechaba sus sesiones para comunicarse con la gente de los alrededores, mostrarles sus técnicas, ¨lo que le haría a Foreman¨ y trasmitir el pensamiento de que ser negro no significa ser inferior. Con estás simples acciones se supo ganar a la gran mayoría de los zaireños, que para el día de la pelea, el treinta de Octubre irían a apoyarle, llenando la capacidad de cien mil puestos disponibles en el Estadio Tata Raphaël, apoyo que para algunos expertos sumó a favor de Ali y su estrategia.
Faltando unos minutos para salir del vestuario, se empezó a manifestar ese pensar que todo su equipo ignoro durante la estancia y entrenamiento; ninguno creía que Ali pudiera ganarle a Foreman, el miedo que debió sentir el boxeador fue alejado de él hasta ese momento, pero era imposible seguir haciéndolo. Sin embargo logro animarles y llevarlos consigo hasta el ring. Ya en el escenario solo tocaba esperar el sonido de la campana que tardaría un poco porque Foreman se retrasó. Ambos frente a frente en un choque de miradas inédito, Ali le dedica unas palabras típicas de las que le hicieron ganar el apodo de El labio (bocazas, parlanchín, hablador) de Louisville. Foreman con esa actitud de querer que sus golpes hablen por él, solo escucha y espera.
Ali y Foreman finalmente se ven las caras en el ring.(Fragmento del documental Cuando Eramos Reyes)
El primer round fue un verdadero choque de poder, Ali con el uso de la guardia de derecha sorprende a Foreman, este se molesta y enseña superioridad en fuerza. No fue suficiente su estrategia y Ali lo sabe. Está muy asustado al conocer a un púgil que no le tiene miedo y piensa destrozarlo a la primera oportunidad. El descanso fue un momento de mucha reflexión y aceptación para él. Encuentra ánimo dentro de sí mismo y lo intensifica con la ovación del público.
Ali muestra miedo en sus ojos por primera vez.
A partir del segundo round, vemos un nuevo estilo de combate desarrollado por Ali, que aprovecha la elasticidad de las cuerdas para disipar los impactos de los golpes de Foreman. La impresión para ese momento era que Ali estaba recibiendo una verdadera paliza, pero muy alejado de ello, estaba agotando a su rival. A nadie conocer esta forma de boxear, hasta su propia esquina estaba desconcertada, pero Ali no hacía caso de sus comentarios.
Foreman arroja muchos golpes sin detenerse.
El quinto round es un punto de quiebre, evidencia el buen estado de Ali y el agotamiento de Foreman, lanzando golpes que claramente no tienen potencia. El mejor intercambio ocurre allí, después de un rato cubriéndose, Ali logra conectarle una derecha a Foreman que le saca todo el sudor de la cabeza de forma muy notoria. El estadio se emociona y quienes pensaban que la pelea duraría tres rounds, ya no saben que esperar.
Ali propina el golpe más impresionante hasta el momento.
Fuera del análisis de la película, quiero hacer mención de un momento muy chistoso antes de comenzar el séptimo round; después de recibir las indicaciones de su equipo, Ali intercambia miradas con Foreman y hace un gesto con boca y ojos de tipo burla, al trasmitirle posiblemente las palabras de: ¿Qué pasó?, ¿no se supone que acabas a tus rivales en menos de tres rounds?, ¡todavía estoy aquí!, ¿Qué esperas? Foreman no pudo esconder su molestia, lo estaban ofendiendo con toda base y las pocas palabras que llegó a decir antes de la pelea estaban desacreditadas.
Al final del octavo round, llega el momento que Ali esperaba. Foreman realmente cansado, los aguijones de Ali solo se concentraron en golpear su rostro que estaba inflamado y sus propios ataques ya no tenían efecto. Aun así seguía tomando la iniciativa, tal vez con intención de mostrarse intacto, pero no fue una buena idea. Ali estiro sus brazos una vez más y lanzo una combinación definitiva que envío a Foreman a besar la lona y perder por nocaut tras no poder ponerse de pie antes de los diez segundos. Acto seguido, Ali recupera el título que injustamente le fue arrebatado cinco años antes y Foreman se sumerge en una profunda depresión por dos años de la que casi no sale.
Foreman en la lona, escucha la cuenta de protección.
Con el tiempo ambos boxeadores llegaron a establecer cierta amistad y colaboración, Ali perdió y recupero el título una vez más y a Foreman le tomaría veinte años volver a ser campeón, demostrando la clase de obstáculo que llegó a ser para quién fue el mejor de todos.
Después llegarían más documentales de Ali, donde Foreman forma parte importante y reconoce que solo un hombre pudo noquearlo, pero no cualquiera, el más grande sería. Admitir tal verdad pone de manifiesto la superioridad de un hombre que revolucionó ese deporte y lo salvó.
Si el mundo necesita recordar a un Muhammad Ali, debe ser el que protagonizo el antes, durante y después de The Rumble in the Jungle*. Alguien genuino, humano, sensible y decidido. Como la vida de cualquiera, tuvo sus tropiezos, escándalos y deshonras, ganó enemigos y se peleó con grandes masas e ideologías, pero aun estando retirado del cuadrilátero, sus victorias seguían orientando al deporte y el avance de una sociedad plural.
Ali trota con pobladores de Zaire.
La película logro el despertar de un género que había sido descartado por las nuevas tendencias gracias al desarrollo de la tecnología. Demostró que si era posible crear una obra de arte tomando como protagonista una historia cien por ciento real. Sin duda alguna, debido a que Muhammad Ali era varios personajes singulares contenidos en un solo cuerpo.
* Este es el título original que llevó aquella pelea, se traduce de forma literal como El Estruendo en la Jungla. Otras traducciones más libres serían El Rugido en la Jungla, El Estruendo de la Selva o simplemente La Pelea en la Selva.
A @Shiray por la creación de la marca de agua que se aprecia en la esquina inferior derecha de la imagen principal.
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