Probablemente algunos no estén conscientes y les caerá de sorpresa, pero Amagami SS es como algunas otras, una serie anime basada en un videojuego. Con esta aclaratoria, varios entenderán la configuración de las tramas tanto en las dos temporadas de esta como en Seiren. Se trata de esos videojuegos de citas en donde tu personaje puede elegir a quien pretender de forma arbitraria y con un método bastante sistemático basado en opciones. Si han visto Date A Live sabrán como son en esencia estos  videojuegos. Sim embargo la serie Amagami SS logra salir de las sombras de su padre para mostrarnos una trama de situaciones que ponen en tela de juicio aquellas creencias que solemos escuchar respecto al amor, de las cuales precisamente como mínimo una es de origen japonés.

Cuando vemos el segundo arco de la primera temporada, es inevitable sentir esa sensación de desorientación al ver que lo ocurrido anteriormente parece como si no hubiera sucedido,  en verdad es muy confuso, sobre todo si no recuerdas la sinopsis; aun así, una cosa es recordarla y otra asimilarla. Si recuerdas el principio de ese arco precisamente, empezaras a captar las señales que te indicarán el camino que te espera. Uno bastante interesante que plantea la teoría de que los sucesos triviales más que los importantes en la vida de una persona se encargan de asociarla y desasociarla de otras. Si no has visto Amagami SS o Seiren, te recomiendo que te detengas hasta aquí, pues a continuación voy a empezar a soltar términos concretos que podrían arruinarte la experiencia.

En el primer arco, una conversación entre amigos orientó el interés, en el segundo lo hizo un encuentro improbable, pero ambos despertaron la semilla  de amor en el  protagonista. Estas situaciones sin importancia en primer lugar, son el motor que mueve las tramas en este universo. Esta temática a pesar de ser ligera, logra plantear a la perfección la teoría de que lo destinado absoluto no existe y cada una de las decisiones que tomamos va armando un predestino diferente y en paralelo con muchos otros, por lo menos en el ámbito del romance(los otros aspectos de la vida prefiero no señalarlos por considerarlo un análisis muy profundo para el cual no estoy capacitado). Al final el destino en una relación amorosa no es una meta trazada, sino un trayecto creado que comenzó antes de que lo decidiéramos, recorrido a partir de pequeños momentos que consideramos nulos en el proceso de enamorar a alguien.

Por lo que note, Seiren ocurre en el mismo universo de Amagami SS, probablemente en un tiempo anterior o igual al de la primera temporada de esta, reforzándonos cuando la vimos después de su predecesora, la idea de que la trivialidad es como un copo de nieve en la cúspide de una montaña; su descenso dependerá de una leve brisa y su punto de encuentro, de una leve orientación. Su protagonista presenta una personalidad un poco diferente, permitiendo distanciarla y mostrarnos tres arcos con evoluciones más divergentes que en Amagami SS, con lo cual el espectro de posibilidades no nos nubla el juicio y podemos evidenciar como los éxitos en la vida de cada persona, se producen en diferente intensidad y escala de tiempo.

El tiempo es un factor trivial en el relato del hilo rojo* del destino, pues según cuenta, cada persona esta desde el principio unida a otra que será su amor, por un hilo invisible atado a sus dedos meñiques. Esta historia merece un análisis en profundidad, pues al tenerla muy presente, nos ayudara a entender algunas situaciones en series anime; si han visto Koi to Uso, la tendrán muy clara o si recuerdan el último opening de InuYasha en su parte culminante, podrán hacerse una idea. Lo cierto es que este concepto del amor, a pesar de ser japonés, entra en conflicto con la trama abordada en el universo Amagami SS.

El triunfo de occidente en la cultura asiática tal vez sea en parte el responsable del cambio en las nuevas propuestas japonesas, aquellas que muestran palabras, artefactos, costumbres y acontecimientos de origen extranjero; si han logrado filtrarse en la vida cotidiana, no es de extrañarse que también lo hagan en la amorosa. Representa un arma de doble filo, en parte ayuda a internacionalizar más fácil las propuestas, pero diluye la esencia nipona. Aquella que muchos desde este lado del mundo prefieren ver para poder apartarse de su cotidianidad.
El factor de la estudiante que corre con la tostada en la boca a quien se le levanta la falda después de chocar con el chico de sus sueños, es convertido por el Universo Amagami SS en un laberinto de múltiples soluciones. Probablemente una será mejor que las demás, después de todo, cada persona es un mundo complejo; teniéndolo presente, habría que preguntarse si esta teoría es más exitosa o eficiente que las tradicionales. De serlo, la propia industria del entretenimiento que Japón ha perfeccionado por años, podría estar sepultando su cultura ancestral.

Sin querer ofender a una cultura que tanto nos ha ofrecido, veo con altos niveles de simpatía a esta propuesta y la considero un motivador para aquellas personas que se sientan a esperar el amor en lugar de empezar a trabajarlo. Recuerden y tengan muy presente las actitudes de cada chica con el protagonista en el antes y después; les parecerá injusta la referencia por venir de diálogos y animaciones altamente estudiadas y programadas, pero el poder ajustarlas a la vida real, es una tarea que vale el esfuerzo, aún si los resultados son adversos; pues como mínimo les dará ese arrojo que faltaba al momento de abordar situaciones vergonzosas y estresantes.

Aún con lo planteado, no quiero descartar del todo a las teorías tradicionales, pues es posible que la realidad se derive de un compuesto integrado por estas y la planteada. Hay una teoría que dice que el petróleo es el resultado de animales y plantas muertos transformados en miles de años, mientras que otra dice que es el proceso de consolidación de diferentes elementos químicos a lo largo del tiempo; ¿Cuál es la aceptada?, pues aquella que es el resultado de considerar ambas como ciertas. Teniendo presente este planteamiento, no debería sorprendernos que la verdad hacia lo que es el destino y el romance, no es más que libro escrito en la lengua que habla la persona que lo lee.

Si el arte es imaginar algo y crearlo de la nada, y la vida imita al arte, es posible asimilar las conductas, sentimientos y emociones de estos seres ficticios para conseguir esos altos niveles de éxito a consecuencia de poner realmente atención a esos pequeños momentos que componen la vida y de entender que la consolidación de una relación amorosa no es una sola tarea ardua, sino una serie de pequeñas tareas con las cuales nos gusta pasar el tiempo.

                      
* Se le conoce con ese color característico, aún así estamos en la presencia de un ente metafísico y como tal no podemos percibir sus atributos.