Es un enteógeno (posee poder alucinógeno) que se encuentra de forma normal en la naturaleza, y farmacológicamente pertenece a la familia de la triptamina.​ Muchas culturas, indígenas y modernas, ingieren DMT como enteógeno, en extractos o en forma sintetizada, un ejemplo es la ayahuasca.

Un estudio muy amplio encontró una fuerte correlación entre hechos narrados por aquellas personas que han tenido encuentros paranormales de prácticamente cualquier tipo y los efectos descritos por aquellas personas que estaban bajo los efectos del DMT.

La Dimetiltriptamina, también llamada DMT o "molécula de Dios" es una sustancia muy particular. Como toda droga psicodélica, la investigación que se le ha podido hacer es muy limitada, pero sabemos que es producida de forma natural en el cerebro en bajas dósis de forma más o menos periódica y en grandes cantidades cuando éste ve inminente su muerte. Esto explicaría el por qué las experiencias cercanas a la muerte descritas por pacientes que han sido declarados muertos clínicamente pero que han conseguido ser revividos se parecen tanto a aquellas descritas por quienes la consumen de forma recreativa. Experiencias en las que las personas describen sentir cómo se abandona el propio cuerpo, así como un encuentro o conversación con entidades místicas sobrenaturales; también es común viajar a entornos fuera de este universo llenos de formas fractales, una realidad que muchos pacientes y/o consumidores describen como más real que la realidad de la que provienen, sintiendo cuando los efectos de la droga ya han pasado como si se hubiesen dormido en vez de haberse despertado, como si la realidad real fuera el sueño.

En ese estudio se anallizaron y compararon miles de testimonios tanto de personas que habían consumido la droga como de personas que decían haber tenido encuentros paranormales con, por ejemplo, extraterrestres o también revelaciones religiosas y se encontró una correlación muy fuerte. La hipótesis es que la mayoría de las experiencias sobrenaturales que la humanidad ha ido describiendo a lo largo de su historia, podrían ser explicadas o bien por el consumo de esta sustancia o bien por la liberación de esta por parte del cerebro.



Fuente: CdeCiencia / Estudio: SAGE Journals.